Alcotán Europeo
Las aves de España

Alcotán Europeo


Este bonito halcón es tan ágil que puede hacer cabriolas y giros detrás de una libélula, atrapar el insecto con sus garras y llevárselo al pico sin dejar de volar. Algunas veces los alcotanes despluman aves pequeñas en vuelo, aunque con presas mayores llevan la víctima a una rama o al suelo antes de comenzar a desplumarla. Los Alcotanes parecen volar por puro deleite, volteándose, planeando boca arriba y rizando el rizo solos o en grupos familiares. Su dominio del aire juega un importante papel en el cortejo nupcial, en el cual macho y hembra juntos trazan círculos en largos y ascendentes vuelos durante los que el macho se «abate» hacia la hembra como si se dispusiera a atacarla. Después de atrapar un pájaro, el macho se eleva mucho para picar sobre la hembra y traspasarle la presa en el aire. Cría en terrenos abiertos con árboles dispersos en donde encuentra nidos viejos de córvidos, y a veces de gavilanes o incluso nidos de ardilla. Se instalan en ellos, y retiran algo del forro del nido abandonado. La puesta ocurre de manera que, cuando un mes más tarde, nazcan los pollos, los padres encuentren abundancia de pajarillos con los que alimentarles.

Familia:Falcónidas
Nombre cientifico:Falco subbuteo
Orden:Falconiformes
Caza:Especie Protegida
Longitud:35
Habitat:Bosques
Identificación:Dorso gris pizarra; bigotera negra, pecho blanco y partes inferiores profusamente listadas con negro; muslos rojos; hembra similar al macho, pero ligeramente más grande; en vuelo, alas en forma de guadaña le asemejan a un gran vencejo.
Nidificación:Anida en árboles, en altos nidos abandonados; pone, en mayo-junio, normalmente 3 a 5 huevos pardo-rojizo claro, fuertemente moteados de castaño; incubación, alrededor de 28 días, principalmente por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido a los 28 días.
Alimentación:Saltamontes, libélulas y otros insectos voladores; pequeñas aves; ocasionalmente murciélagos y aves grandes.

Probablemente el más rápido y menos conocido de los halcones que se reproducen en la Península Ibérica sea el Alcotán Falco subbuteo. Esta pequeña ave de presa tiene cuando es adulta las partes superiores, alas y cola de color gris pizarra, más oscuro en la cabeza, que es marrón negruzca, así como alrededor de los ojos y el mostacho o bigotera típica de los halcones. En la nuca se le aprecia una banda estrecha blanca salpicada por los bordes y las puntas rojizas de algunas plumas. Las rectrices centrales de la cola tienen bandas rojizas. La bigotera contrasta mucho con las mejillas blancas y la garganta aún más blanca. Las partes inferiores son blancuzcas o pardo muy claro, densamente rayadas longitudinalmente de negro o marrón oscuro. Pero si muy notoria es su oscura bigotera mucho más conspicuo y fácil de observar cuando nos sobrevuela es el color castaño rojizo de los muslos y las plumas bajo el nacimiento de la cola. Los ojos son marrón oscuro; la cera y la piel alrededor de los ojos amarillo brillante y el pico es azulado con la punta de la mandíbula superior negra. Las patas y pies son amarillos. Aquéllas no están emplumadas, pero los «pantalones» de plumas rojizas son largos y las cubren en parte. Ambos sexos son similares en la coloración de su plumaje. La hembra tiene la espalda y las plumas cobertoras alares más marrones que el macho y siempre los «pantalones» rojizos están rayados de negro, detalle que sólo algunas veces se ve en los machos. Aparte de estas ligeras diferencias en la coloración del plumaje la hembra es de mayor tamaño, lo que no es fácilmente apreciable en el campo aunque se les vea juntos.

Los alcotanes inmaduros son marrón oscuro por encima con plumas parduzcas en la cabeza y las partes inferiores no son blancas o blanquecinas como en los adultos, sino de color pardo amarillento y aún más densamente rayadas de negro. También en el dorso y alas las plumas suelen ostentar bordes pardo rojizos. Las mejillas tampoco son blancas, sino pardo amarillentas. La cola tiene la coloración casi como la de los adultos; no obstante, se le aprecia un tono más pálido en la punta de las rectrices y en general no es tan gris azulada como la de los adultos. Los muslos y las plumas del bajo vientre no son rojizas, más bien pardo acastañadas. En marzo-abril del siguiente año, ya completan el plumaje de adultos.

Las variaciones individuales pueden ser muy grandes en el color del plumaje. Según Vaurie (1965), las diferencias geográficas son muy ligeras y están complicadas por un alto grado de variaciones individuales. Esto afecta a la coloración que parece ser clinal de Norte a Sur, mostrando las poblaciones de los bosques norteños tendencia a ser más oscuras, mientras las del Sur son notoriamente más pálidas. Las poblaciones africanas de alcotanes son mucho más claras en su plumaje que las de la Europa nórdica. Sin embargo, las diferencias no son tan constantes como para el establecimiento de subespecies y todo ello se sale en realidad de los límites de este estudio.

El Alcotán es un pájaro inconfundible cuando se le ve en vuelo. Sus alas son más largas y puntiagudas que las del Halcón común Falco peregrinus, pero la cola es más corta y todo él junto con su aspecto grácil que respira agilidad, producen a veces la impresión de que el pájaro que estamos contemplando evolucionar sobre la campiña, es un gran Vencejo Apus apus. Cuando se le ve volar a distancia sus partes superiores parecen totalmente negras y las inferiores blancas. La cola aparenta ser corta proporcionalmente a la longitud de las alas. Es cuadrada en el extremo, pero a menudo las rectrices centrales son un poco más largas que el resto y sobresalen ligeramente. La hembra tiene las alas un poco más anchas en la base y ambos, macho y hembra cuando van en vuelo de caza baten las alas de forma rápida y regular, alternando con cortos y rápidos planeos que terminan en repentinos «picados», llevando las alas parcial o casi completamente cerradas. Además de este vuelo normal posee uno más lento, con las alas planas y rígidas, batiéndolas poco profundamente.

El no acostumbrado a ver estos pájaros puede confundirlos con otras especies afines cuando los observa en vuelo. Del Halcón de Eleonor se distingue por tener la cola más corta y más cuadrada y alas relativamente más cortas y rígidas. Del Halcón común por tener las alas más estrechas, tamaño más pequeño, menos corpulencia y el vuelo notoriamente más ágil. Posiblemente en una somera observación podría confundirse con los jóvenes de Halcón común, pero este es mayor y la bigotera o mostacho es más ancha.

Durante toda la reproducción y antes cuando llega a su zona de cría, el Alcotán es un pájaro extraordinariamente ruidoso. Cuando las parejas vuelan cerca de la zona donde está el nido o descubren que se acerca al lugar otra ave de presa, un Ratonero común Buteo buteo, por ejemplo, lanzan un chillido repetido insistentemente «¡kiú-kiú-kiú-kiú-kiú!» Al posarse, ya más calmados, emiten un más suave ¡uí-uí-uíuí ! Al aproximarse al nido, el macho lanza un estridente «¡kiiík!» a veces una sola vez, pero con más frecuencia repetido, alertando a la hembra que lanza un silbido largo y penetrante «¡uiiíu!» Cuando caza sobre la campiña se les oye un grito corto y áspero «¡sir-ik!» Además de estas expresiones vocales más corrientes, algunos ornitólogos que han estudiado muy bien al Alcotán (Walpole-Bond, 1938), distinguen otras emitidas dentro o fuera del nido y que en realidad son sólo ligeras variaciones de matiz o interpretaciones subjetivas.

El Alcotán se alimenta de pequeños pájaros y de insectos voladores. Rara vez ataca o captura pájaros del tamaño de un Mirlo común Turdus merula y sólo muy ocasionalmente a los pichones de Paloma torcaz Columba palumbus. Cuando los insectos son abundantes, en especial en los meses estivales y en los días calurosos, consume gran cantidad de ellos y su captura constituye todo un espectáculo para el observador que contempla las evoluciones de los alcotanes, ya que el errático vuelo de muchos insectos les obliga a realizar graciosas piruetas. Hormigas aladas y escarabajos que vuelan en línea son fáciles presas, pero cuando se trata de capturar libélulas que vuelan bajo sobre el suelo, la operación resulta más complicada. Los grandes escarabajos de San Juan Melolontha melolontha y los Ciervos volantes Lucanus cervus cuando son cogidos los sujetan bien con las patas, comiéndolos en pleno vuelo, arrancándoles los élitros a picotazos, mientras el Alcotán se cierne en el aire. Otras veces los lleva a un posadero donde los come. Las mariposas nocturnas son también presas favoritas y en los posaderos, además de egagrópilas llenas de restos quitinosos de insectos, se ven con frecuencia una buena cantidad de alas de mariposas. Parece ser que esta dieta a base de insectos es también habitual en sus cuarteles de invierno en Africa, donde devora muchas termitas voladoras y langostas. Morata (1971) señala aportaciones al nido de micromamíferos (posiblemente Crocidura y Apodemus). En época de cría los pequeños pájaros son fundamentales en la alimentación de los pollos. Normalmente toda la caza la efectúa en campo abierto y a cualquier hora del día, pero existe mayor actividad los días nublados y al atardecer.

Durante la primavera y otoño se establecen grupos de alcotanes en lugares de costa idóneos en los que son abundantes los pasos de pequeños pájaros en migración y allí cazan gran cantidad de fringílidos como pinzones, verderones, jilgueros, etcétera, y también alondras, bisbitas, mosquiteros, currucas, papamoscas, etc., y rara vez zorzales y estorninos. Cuando la caza de pájaros la efectúa cerca del nido, las presas más a menudo controladas fueron carboneros comunes Parus major y escribanos Emberiza spp. Sin embargo, cuando vuela a gran altura ataca con gran eficacia a vencejos, golondrinas y aviones comunes. En realidad la variedad de presas es muy dependiente del biotopo ocupado por los alcotanes. Algunas parejas comen enormes cantidades de insectos, mientras que en otras la proporción insecto/pájaro es muy pequeña. En un estudio realizado por Morata (1971) de una pareja observada en un nido en el Coto de Doñana, se determinó en peso (biomasa) como presas aportadas por los adultos y despedazadas en un posadero próximo un 97% de aves y mamíferos y sólo un 3% de insectos, por lo que desde el punto de vista de la energía asimilada, el Alcotán depende fundamentalmente de vertebrados. En el nido examinado por Morata había restos de passeriformes (7), Correlimos común Calidris alba (1), Andarríos chico Tringa hypoleucos (1 ), Chorlitejo grande Charadrius híaticula (1), Vencejo común Apus apus (1), Lavandera boyera Motacilla flava (1) y más de 60 insectos (Coleópteros, ortópteros, dípteros, himenópteros, etc.). En un despedazadero había restos de passeriformes (5), Vencejo común (2), Lavandera boyera (2) y más de un centenar de insectos, la gran mayoría coleópteros. Es curioso el detalle aportado por Morata de que cuatro de los veintidós pájaros aportados como presas al nido estaban anillados, lo que hace sospechar que las anillas puedan actuar como un incentivo para el Alcotán. También se deduce a través de las egagrópilas examinadas pertenecientes a adultos y pollos, que aquéllos basan fundamentalmente su dieta en el consumo de insectos como ya se indicó más arriba.

Bernis (1973) citando a Valverde, que examinó 19 estómagos de alcotanes en Valladolid, obtuvo hormigas aladas (100), escarabeidos (100) y acrídidos (25), además de aves pequeñas (17). También encuentra que las libélulas son especialmente atractivas para este pájaro y observó frecuentemente a los alcotanes, cazando sobre lagunas y pantanos de diversos puntos de la Península Ibérica.

Garzón (1973), en 10 estómagos analizados determinó Insectos: Gryllotalpa (1), Gryllus (24), locustidae (6), scarabeidae (6), tenebrionidae (2), carabidae (2), coleoptera (2), odonata (5); entre las aves: Alcaudón común Lanius senator (1 juv.), bisbitas Anthus spp. (1 ), passeriformes indet. (4); de mamíferos: un gazapo Oryctolagus cuniculus.

El Alcotán que llega a la Península Ibérica a finales del mes de abril no parece estar establecido en su habitual territorio hasta los primeros días de mayo y en muchas localidades del Norte ya pasado el 15 de este mes. Incluso en estos días se ven alcotanes en zonas de Guipúzcoa presuntamente migrantes hacia el Norte. Dada la relativa baja densidad de la especie, es raro encontrar competencia entre las parejas para la elección de un territorio. Normalmente cada zona ocupada desde tiempos inmemorial es constantemente patrullada por una pareja que tiene en ella su posadero fijo, casi siempre sobre una determinada caña de un árbol, con preferencia si éste está seco.

Un mes antes de efectuar la puesta ya están los alcotanes ocupando su extenso territorio y realizando sobre él vuelos de manifestación de celo que en el macho son muy espectaculares. Este se lanza en picado sobre la copa de un árbol, repitiendo varias veces la misma operación y no es sin gran esfuerzo que descubrimos entre las ramas a la hembra, que parece asistir indiferente a las evoluciones de su pareja. Es curiosa la actitud de los alcotane cuando están posados. Su calma y flema son tan grandes que no se puede distinguir en ellos a los gráciles y ruidosos pájaros que un momento antes evolucionaban en el cielo. Bannerman, citando la experiencia personal del ornitólogo W. H. Thomson, describe un vuelo nupcial en el que un macho de Alcotán que acababa de capturar un pequeño pájaro se elevó con él en las garras a gran altura para descender en «picado» sobre el posadero de la hembra y pasarle la presa a toda velocidad.

En los primeros días de junio todas las parejas de alcotanes han elegido un nido que siempre es el viejo de una Corneja, Ratonero o Gavilán, ya que ellos nunca lo construyen, aunque el interior de los viejos nidos es modificado por ellos con frecuencia, echando fuera o llevando lejos alguna parte del material que lo forraba y escarbando una oquedad entre los palos que es donde depositarán los huevos.

El saber cuando el nido está ya preparado para la puesta no es difícil, pues la hembra permanece en él o en su borde 15 días antes y faltando una semana ya incuba como si hubiera hecho la puesta. Cuando se aproxima a él un intruso se muestra muy inquieta y en seguida aparece el macho chillando estentóreamente desde un lugar donde posado pasaba desapercibido.

Los árboles escogidos son muy diversos, desde grandes pinos hasta altos y delgados eucaliptos en muchas zonas del norte de Iberia donde estas plantaciones se han ido extendiendo. Sin embargo, no suelen ocupar nidos viejos situados en el interior de los bosques y sienten una gran preferencia por los que están en árboles aislados en la campiña. Muy a menudo los que forman grupos de 3 a 12 árboles en lomas y praderas. Si eligen un nido en un gran bosque procuran que esté situado al mismo borde de un herbal. Morata menciona que la mayor parte de los nidos de Alcotán del Coto de Doñana están situados en otros viejos de Urraca Pica pica y de Milano negro Milvus migrans.

La puesta normal consiste en 2-3 huevos que la hembra deja en el nido con intervalos de dos días, aunque se ha comprobado alguna vez que el tercer huevo puede ser puesto después de tres días del segundo. La coloración es muy variable, y en la mayoría no falta un tinte marrón amarillento. El tono amarillo se acentúa según transcurre la incubación, pero las variaciones son grandes y huevos marrones o color ladrillo con manchas más oscuras no son raros. La mayoría están moteados y punteados de rojizo en varios tonos, achocolatado o marrón negruzco. Algunos, muy rojizos, tienen puntos negros y manchas más oscuras también rojas. Es curioso el detalle citado por Bannerman de que algunas hembras ponen todos los años el primer huevo el mismo día. En la Península Ibérica no es frecuente encontrar puestas antes del 15 de junio. Más a menudo se efectúan en la última decena del mes y pocos, excepcionalmente tarde a primeros de julio. La incubación comienza con la puesta del segundo huevo y casi toda ella es realizada por la hembra, aunque el macho puede colaborar en una pequeña medida.

Mientras dura la incubación el macho se ocupa de la alimentación de la hembra, unas veces aportando las presas directamente al nido, pero otras llegando con ellas al posadero habitual y llamando desde allí a la hembra a la vez que le entrega la presa, trasladándose entonces él al nido donde incuba por cortos períodos. También en los alcotanes al igual que en los aguiluchos se practica con frecuencia la entrega de la presa en pleno vuelo, aunque de forma más rápida que hace que la observación sea difícil.

Después de 28 días de incubación nacen los pollos con intervalos entre sí de dos días, y a veces el tercero lo hace tan tarde que sus hermanos le doblan en el tamaño. Los recién nacidos tienen un plumón muy denso, por encima pardo muy pálido y blanco puro por debajo. El segundo plumón no es tan fino, parece borra y es grisáceo.

La primera semana la hembra cubre constantemente a los pollos y continúa siendo alimentada por el macho de la forma que éste lo hacía durante la incubación. Con frecuencia el macho llega entonces hasta el mismo nido con las presas y también él ceba. En zonas calurosas del centro y sur de España los alcotanes desarrollan ya bien avanzado el verano, toda su actividad durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde. En el norte de Iberia las llegadas al nido con presas se espacian por lo menos 60 minutos y con frecuencia después de los 8-10 días de vida los pollos permanecen sólos en el nido durante dos o tres horas, dependiendo, desde luego, del estado de su desarrollo que los 15 primeros días es muy rápido y del tiempo atmosférico, porque la hembra cuando se inicia la lluvia viene inmediatamente a cubrirlos. Aunque aún no tengan desarrolladas las plumas, pronto alcanzan el tamaño de los adultos. Las presas aportadas al nido son, en general, pequeños pájaros como ya hemos visto, que los adultos llevan ya desplumados y decapitados. A partir de los 18-20 días los pollos pueden comer solos las presas que dejan los padres en el nido, pero esto no descarta que también los adultos ceben, aunque de manera sólo esporádica.

La defensa de la zona donde está el nido por los alcotanes es muy enérgica. Como en otras especies y aunque aparentemente dé la impresión de que el nido está abandonado, la realidad es que los adultos lo vigilan desde un posadero no lejano. Prueba de ello es que cualquier aproximación de un intruso a la zona o el sobrevuelo de un Cuervo o un Ratonero común, es motivo suficiente para que la pareja inicie una serie de rápidas pasadas acompañadas de estridentes chillidos.

A los 7-8 días de vida comienzan a apuntarles a los pollos los cañones de las plumas y a los 12-13 días ya les empiezan a salir las plumas, que les cubren casi todo el cuerpo cuando tienen 24 días de edad.

Salen del nido a los 28-31 días y vuelan bastante bien, pero aún no se alejan de la zona del nido y como todavía no saben cazar, dependen de los adultos y éstos los atienden con la misma solicitud. Normalmente esto sucede en la segunda decena de agosto e incluso a veces más tarde. Los jóvenes alcotanes forman en seguida grupo con los adultos y todos juntos pasan aproximadamente unos 20-30 días antes de desaparecer de la zona hacia mediados de septiembre.

El Alcotán es ave gregaria durante la migración y aunque no existen excesivas oportunidades de poder observarlo en los pasos, si hay varios lugares en la geografía peninsular donde estas aves se concentran para capturar pequeños pájaros migrantes como ya se indicó.

Es ave paleártica que se reproduce en la mayoría de los países europeos y localmente en el sur de Inglaterra y Suecia, faltando completamente en Islandia y en algunas islas mediterráneas, llegando por el Norte hasta la mitad sur de Finlandia y por el Sur hasta el noroeste de Africa (Marruecos). Desde Asia Menor se extiende hacia el Este por Asia.

La población europea es muy variable en densidad. En Gran Bretaña donde se le considera muy escaso en la actualidad (D. W. Snow), probablemente no llega a las 100 parejas reproductoras. En Francia, Terrasse calculaba en 1965 que la población francesa de alcotanes estaría entre 1000 y 4000 parejas, cifra que sin duda ahora será menor. En Finlandia, Merikallio estimaba 2000 parejas reproductoras y se calculaban para Holanda (1964) de 200 a 300 parejas.

En la Península Ibérica es una especie que está muy repartida por todos lados y su población, no calculada, ha sido considerada por Bernis (1966) como escasa. Sin embargo, este pájaro pasa muy desapercibido y probablemente no es tan escaso como parece, aunque desde luego debe estimarse seguro que nuestra población no alcanza la densidad que tiene en países de centroeuropa.

El Alcotán es un gran migrador que pasa el invierno en Africa Tropical. Para ello es muy probable que el grueso de la población europea vuele sobre el mar. De hecho en Guipúzcoa y otros puntos de la costa cantábrica la presencia de alcotanes en abril y septiembre, formando grupos numerosos y establecidos en islotes rocosos con situación estratégica es bien conocida.

Pero estos son una minoría de la gran población europea que debe saltar en un solo vuelo el Mediterráneo. A pesar de que se ha anillado en escasa cantidad en Europa, ya se han recuperado en la Península Ibérica varios alcotanes. Uno anillado en Inglaterra como joven en el mes de julio fue capturado en Douro Litoral (Portugal) en septiembre del mismo año. Otro anillado como pollo en el nido en agosto en Holanda se recuperó en octubre en Santander y uno más anillado en Alemania como joven en agosto, fue cogido en Tarragona en septiembre del mismo año.

En el censo de aves de presa efectuado en el verano-otoño de 1972 en la zona de Gibraltar, solamente se contaron 219 alcotanes, pasando por la zona la mayoría de ellos en los últimos días de septiembre y primeros diez días de octubre, lo que, sin duda, es un número muy bajo no representativo de la población europea ni siquiera de la peninsular.

Moreau, que ha estudiado bien la invernada en Africa de muchas especies no aporta datos concretos para este halcón. Thiollay ha visto en Senegal, Malí, Costa de Marfil y Níger algunos alcotanes, pero solamente 10-12 pájaros en tres años. Cabe pensar ante la escasez de observaciones que este pequeño halcón inverne muy repartido en una amplia zona que alcanzaría desde el Africa occidental, países de la cuenca del Níger y Golfo de Guinea hasta Sudáfrica, sobreponiéndose a partir del Ecuador hacia el Sur las poblaciones de Europa occidental y oriental.

Bannerman (1956) insiste en la escasez de datos demostrativos del paso otoñal de la población europea. Los que existen referidos al norte de Africa y de las islas del Mediterráneo occidental son escasos y esporádicos. Pero en su experiencia considera que el paso es mucho más abundante y notorio al este de Sicilia, aunque a pesar de todo, el flujo principal pasa desapercibido para los ornitólogos. Parece ser, sin embargo, que una importante ruta es la que comienza en la Península del Sinaí y sigue hacia el Sur bordeando el valle del Nilo. En Zaire, Rodesia y países africanos costeros del Océano Indico, los alcotanes no son escasos en el invierno paleártico y ya se dijo cómo en su camino hacia el Sur van acompañados de halcones de Eleonor y en Somalia y Eritrea su presencia en los meses de febrero y marzo y en septiembre y octubre es bien notoria, como lo atestiguan destacados ornitólogos británicos que permanecieron muchos años en aquellas tierras, aunque el reducido anillamiento aún no ha podido soportar con fuerza las teorías y las observaciones.

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