Vamos de rececho a Galicia, tierra de grandes corzos
Los bosques gallegos no solo esconden jabalíes que superan los 150 kilos, también están poblados por corzos con unos impresionantes trofeos. Hablamos con un cazador gallego que ha abatido esta temporada varios animales con unas cuernas de ensueño.
Este año corcero, el cazador destaca entre los ejemplares abatidos en las más de 60.000 hectáreas que gestiona junto a un grupo de amigos en Lugo y Orense cuatro imponentes corzos. El trofeo más reseñable que ha logrado abatir Juancho Fernández desde que se inició la temporada es un macho con una atípica cuerna de once puntas, con una contraluchadera larguísima que sale hacia atrás y una corona en una de las puntas.
El recechista también tuvo la fortuna de hacerse en mayo con un espectacular animal con una cuerna de 30 centímetros. Junto a estos dos importantes corzos, sobresalen un esquivo macho que abatió en junio y un animal encelado con un notable trofeo y cazado en julio.
Más de tres décadas cazando al rececho y a la espera
Juancho Fernández es un esperista y recechista nacido en Orense hace 50 años. El cazador es un apasionado de la caza del corzo al rececho y del jabalí en espera. El gallego cuenta en su haber con más de dos decenas de corzos y jabalíes de notables trofeos.
Un atípico corzo de 11 puntas
Uno de los primeros días hábiles para la caza del corzo macho en Galicia Juancho y un amigo se dirigieron a una zona del acotado en la que el cazador gallego tenía desde marzo controlado un ejemplar con un impresionante trofeo. Juancho tenía la intención de que su compañero de caza fuese el que se hiciera con su cuerna. El animal esa tarde no visitó el prado que frecuentaba cada día.
La tarde siguiente, volvió al territorio del gran macho. En esta ocasión iba solo, ya que su amigo no pudo acompañarlo por motivos de trabajo. Ese día el macho sí se presentó en el claro del monte junto a una hembra. El cazador no erró el disparo y derribó de un certero balazo de su rifle Sako Carbon Wolf del calibre 7mm. RM al ungulado. Se trata del primer ejemplar multipuntas abatido por el gallego en las más de tres décadas que lleva cazando el corzo al rececho.
Un corzo de 30 centímetros de cuerna
En el transcurso del mes de mayo, el cazador pudo hacerse con este espectacular animal. El ejemplar destaca por la longitud de sus astas. Juancho no sabía de la existencia de este macho en el coto. Cuando ya se disponía a regresar al vehículo, estaba a punto de anochecer, detectó al ungulado junto a dos hembras en un sembrado.
A pesar de la distancia a la que se encontraban los tres corzos, más de 400 metros, intentó aproximarse a ellos. Los conocimientos del terreno y la experiencia del orensano le posibilitaron situarse a 220 metros de distancia del macho de larga cuerna. El cazador apoyó el rifle en el trípode y de un efectivo disparo se hizo con el impresionante trofeo del animal.
La caza del corzo en verano
Con la llegada del verano y con la subida de las temperaturas, los corzos cambian sus hábitos. Según el experimentado corcero la dificultad del abate de grandes machos aumenta notablemente en esta época del año ya que las horas de caza se limitan al amanecer y al atardecer.
Juancho era sabedor de la existencia de un animal con una gruesa cuerna y un precioso y abundante perlado en un prado. Tras más de una decena de infructuosas esperas logró hacerse con el esquivo corzo justo antes de ponerse el sol. Lo derribó de un disparo a 70 metros de distancia.
La caza del corzo en época de celo
El último de los corzos cazados por el cazador esta temporada lo abatió el viernes en orense. Se trata de un ejemplar ya en decadencia de ahí su atípico trofeo. Solamente presenta 4 puntas, una de ellas una larga contraluchadera. El animal fue cazado en un prado mientras perseguía una hembra. El macho encelado se aproximó a menos de 30 metros del lugar de ocultación del gallego. Es el corzo más viejo abatido por Juancho esta temporada.