No verás un perro más valiente: se lanza al cuello del oso que entra en la finca
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No verás un perro más valiente: se lanza al cuello del oso que entra en la finca

Tres valientes perros guardianes plantan cara a un oso pardo en el jardín de una casa. La bravura de los canes evita que el úrsido acceda al interior de la propiedad en la que se encuentra el dueño de los cánidos.


Los tres kangales turcos no dudan en abalanzarse sobre el plantígrado pese a la diferencia de peso entre ambas especies y la peligrosidad de las garras y las potentes mandíbulas del depredador. El peso de los osos machos oscila entre los 150 y los 230 kilos y el de las hembras entre 80 y 150.

Kangales turcos luchan con un oso pardo

Las imágenes publicadas por la página especializada en perros de la raza pastor de Anatolia Kangal TV ponen en relevancia la valentía de los canes de esta raza originaria de la provincia de Sivas, situada en Turquía, a la hora de defender los rebaños que cuidan o las propiedades que protegen de cualquier amenaza.

En esta ocasión ha sido un oso pardo, especie de mamífero carnívoro de la familia Ursidae propio de Eurasia y Norteamérica, el que ha invadido la vivienda en la que habita su dueño. La respuesta de los tres perros guardianes es rodear al úrsido y expulsarlo del lugar. Los gritos de su propietario ante la amenaza que se ciñe sobre sus perros ayudan a los cánidos a hacer huir al oso y evitan que los canes salgan tras él depredador.

El Kangal turco, un perro temerario y poderoso

Se trata de una raza muy antigua, y se considera que proviene del imperio romano, donde actuaba como perro protector. El perro pastor de Anatolia desciende de tres líneas de perros muy antiguas, el mastín inglés, los molosos de Asiria y los molosos romanos.

Estamos ante un perro de talla gigante y puede medir hasta 81 centímetros de altura y pesar de 45 a 100 kilos. El color de su manto es variable, aunque generalmente predomina el color arena-grisáceo. Su rasgo físico más característico es la máscara negra que adorna su rostro.

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