Un jabalí de 200 kilos mata y devora a un centenar de corderos en el último año y dos cazadores acuden en ayuda de los ganaderos
Después de un año tras sus pasos, dos cazadores acabaron el lunes por la noche con la pesadilla de los ganaderos y agricultores de la zona. Un jabalí de más de 200 kilos de peso que había acabado con la vida de decenas de borregos, herido a varios perros de caza y causado cuantiosos daños en los cultivos y los sistemas de riego.
Fue bautizado con el nombre de "El Fantasma" por los ganaderos y cazadores de los contornos debido a que no regresaba a los escenarios de sus matanzas de reses domésticas hasta que no habían transcurrido varias semanas. La astucia del cochino le había evitado ser abatido hasta hace cuatro días, pese a los intentos de cazadores y pastores.
Mauricio Szostak nos enseña los impresionantes colmillos del jabalí.
Los ganaderos le habían disparado, pero tenía una fuerte ‘armadura’
Su cuerpo estaba plagado de cicatrices fruto de los encontronazos con los perros de caza, de los combates con otros machos y de las perdigonadas de algún ganadero desesperado por sus tropelías. La perseverancia y la constancia de uno de nuestros colaboradores habituales ha logrado acabar con sus andanzas en un viñedo que estaba destrozando.
Especialistas en la caza de enormes jabalíes
Los cazadores argentinos Mauricio Szostak y Alexis Sequeida han logrado abatir el jabalí que se había convertido en el azote de los ganaderos y agricultores de parte de la provincia de Mendoza, zona cercana al centro geográfico del país, después de un año tras su pista. La desesperación de los lugareños ante los continuos ataques del macareno al ganado y los numerosos daños ocasionados en los viñedos les hicieron recurrir a Mauricio y Alexis, habituados a la captura de impresionantes y esquivos cochinos.
Alex nos muestra el tamaño del cochino comparado con el suyo propio. En el centro, una de las patas del gran jabalí. EL jabalí sobrepasó los 200 kilos.
Más de un año tras las huellas de un gran jabalí
El lunes a las 22:30 horas Alexis Sequeida logró finalmente abatir al "Fantasma". Lo cazó en un viñedo de un certero disparo de su rifle de la marca Mauser del calibre 308. Mauricio que estaba situado en otro punto de las vides llamó por teléfono a Alexis nada más oír la detonación para preguntarle si se trataba del cochino que llevaban un año buscando. El esperista que había disparado su arma confirmó a su compañero que se trataba del gran macho.
Al preguntarle Mauricio si la bala había cumplido su objetivo este le aseguró que el macareno estaba herido de muerte. Alexis instó a su amigo a acudir al lugar para rastrearlo dada la peligrosidad del animal. Según los ganaderos de la zona no dudaba en atacar a los perros de caza nada más verlos incluso en alguna ocasión había embestido a cazadores y pastores. Sus orejas rasgadas y las múltiples marcas de mordeduras que presentaba en su cuerpo son un reflejo de los enfrentamientos con los canes.
Arma en mano siguieron el abundante rastro de sangre que había dejado "El Fantasma". A 40 metros del lugar del lance yacía sin vida el cuerpo del terror de los ganaderos y agricultores de la provincia de Mendoza. El solitario estaba armado con unos impresionantes y afilados colmillos capaces de acabar con la vida de un cordero en unos segundos.