Un cazador salva la vida de un pollo de perdiz roja atrapado en una malla de un huerto
Un perdigón ha quedado enredado en una malla de control de plagas de un huerto. El ave ha tenido la fortuna de que la parcela es propiedad de un cazador. No lo duda un instante y libera al animal con sus propias manos, dando una lección de lo que significa ser cazador.
El animal habría muerto lentamente si no hubiese sido por la intervención de este.
Imágenes como estas demuestran de nuevo la ejemplaridad del colectivo cinegético. El conocimiento de la fauna del cazador y de las costumbres de los animales le han permitido percatarse de que algo extraño ocurría cuando vio a una perdiz autóctona inmóvil junto a la malla de color verde del huerto en el que estaba trabajando. Eso sólo se aprende a pie de campo y no tras la pantalla de un ordenador.
La hembra de perdiz roja se enfrenta al cazador para defender al perdigón
Un cazador albaceteño encuentra un perdigón atrapado en una malla de plástico. El ave forma parte de un bando de perdices rojas autóctonas.
La pájara permanece en todo momento junto al pollo de perdiz. La bravura de la patirroja le hace defender a su polluelo de lo que ella supone una potencial amenaza. El cazador soporta los envites de la hembra y continua con el rescate del pollo. Es increíble la valentía de la patirroja a la hora de proteger a su prole. Una vez liberado el perdigón se marcha junto a la hembra.
El resto de los integrantes del bando ha permanecido en todo momento mimetizado entre la hierba a escasa distancia del escenario del rescate. La pájara tras alejarse unos metros del cazador lanza su llamada al campo para reunir a sus polluelos y continuar su camino.
Principales amenazas para los pollos y nidos de perdiz roja
Los perdigones son predados principalmente por zorros, mustélidos, rapaces, aguiluchos y ratoneros. Alrededor del 50% de los nidos de perdiz pueden perderse a causa de los depredadores en zonas en las que no se realiza una correcta gestión en el control poblacional de zorros y urracas. El porcentaje baja hasta un 15% en aquellos lugares donde las densidades de depredadores son bajas.