«En general ha sido una buena temporada»
El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García, ha hecho balance de la temporada de caza que acaba de concluir y que ha dicho que, en líneas generales, ha sido buena tanto en caza menor como en caza mayor.

Uno de los hechos más destacados de la temporada ha sido la aprobación y regulación de la cetrería como nueva modalidad de caza
Conejo
Por otro lado, ha comentado que el Plan Regional de Gestión del Conejo de Monte que esta temporada ha visto la luz y pretende regular el aprovechamiento cinegético de esta especie a favor de otras en peligro de extinción como el lince y el águila imperial, debe aplicarse con cautela. Para éste, «debe compatibilizarse la recuperación del conejo de monte con el grave problema de superpoblación que existen en algunas comarcas de la región, para evitar indeseados conflictos sociales».Perdiz
En otro orden de cosas, el Presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha resaltado la preocupación que se está extendiendo entre las sociedades federadas de caza por las consecuencias que está trayendo consigo el arranque masivo de viñedo de vaso. Este hecho, ha dicho, va a favorecer el descenso de las poblaciones de perdiz, lo que supondrá «un desastre ecológico importante y sobretodo cinegético que puede llegar a ser irremediable». La desaparición de las pequeñas parcelas de viña en vaso supondrá dar al traste con muchas zonas perdiceras, donde hasta ahora, «se han mantenido unas poblaciones saludables de perdiz».Furtivismo
El presidente de la Federación de Caza ha hecho mención especial también a la incidencia, durante esta temporada, del furtivismo en las provincias de Ciudad Real, Toledo y Guadalajara. Para éste, el furtivismo debe ser perseguido para que nadie quede impugne y en este sentido, ha alabado el compromiso y la dedicación que viene desarrollando el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA). No obstante, García ha lamentado que cada vez que se intenta poner fin a este tipo de situaciones y se arbitran medidas de control, éstas acaben repercutiendo sobre los cazadores o sobre aquellas personas dueñas que animales que «practican con nobleza y legalidad la actividad cinegética».