Leupold BX-1 Mckenzie HD

El BX-1 Mackenzie HD se suministra con tapas para objetivos y oculares, con un arnés modelo Leupold duradero y de buena calidad, además de con una toallita para las lentes e instrucciones de uso y garantía, que no aparecen en la foto.

Cuando recibí los BX-1 Mackenzie HD que aparecen en las fotografías no tenía pensado escribir sobre sus características porque me los habían enviado para que los utilizara como atrezo para ilustrar un artículo sobre el arnés Leupold Pro Gear Go Afield, publicado recientemente en Club de Caza.

Sin embargo, descubrí que era muy barato (251,50 euros en 8x42 y 272,20 euros en 10x42) y que estaba fabricado en China, aunque bajo control de Leupold. Y como esta firma siempre se ha sentido orgullosa de fabricar productos duraderos de alta calidad que garantiza de por vida, pensé que no podía ser malo pese a su precio, me picó la curiosidad y lo probé (en 8x42). Y descubrí que no solo no era malo, sino que tenía una relación precio-prestaciones tan alta que merecía la pena dar a conocer sus características a nuestros lectores.

El cuerpo es de policarbonato y no hace ruido. Tienen un acabado antideslizante al igual que el de la rueda de enfoque, el anillo de las dioptrías y las copas de los oculares. Estas últimas son giratorias y se pueden situar a 3 alturas.

Ergonómicos, completos y silenciosos

Se trata de un binocular muy compacto y ligero (mide 149 mm de largo y pesa 623 g) con cuerpo de un solo puente de policarbonato de color gris que es antideslizante no hace ruido cuando impacta contra el rifle. Esta equipado con:

• Rueda central estriada que permite enfocarlos con precisión, incluso con guantes, a partir de la distancia mínima de 3 metros.
• Copas oculares giratorias para usuarios o no de gafas que se pueden situar a tres alturas (baja, media y alta) que son extraíbles y se pueden reemplazar si se rompen.
• Anillo estriado para corregir las dioptrías debajo del ocular derecho.
• Rosca tapada para conectar el adaptador a trípode en la parte inferior de la bisagra del puente.
• Una insinuación de apoyos para los pulgares en la parte posterior de los tubos que, aunque están poco marcados, cumplen perfectamente su función.
• Enganches de la correa de goma para que no hagan ruido al rozar con el equipo.

Las tapas son convencionales; las de los oculares se pueden fijar al arnés o a una correa convencional y las de los objetivos a los tubos mediante aros elásticos.

En las manos, el binocular es cómodo y no le falta ningún detalle. Su estética es agradable y el acabado correcto, aunque en este último aspecto no puede competir con la terminación impecable que tienen los mandos y el forro de goma de los prismáticos caros.

Las correas del arnés son elásticas y ajustables. Permiten transportar cómodamente los prismáticos en la funda pegados al cuerpo.

Nítido y luminoso

Pero además de ergonómicos, el binocular BX-1 Mackenzie HD es asombrosamente nítido y luminoso, siempre teniendo en cuenta su precio. Afirma Leupold que «ofrece un rendimiento líder en su clase en condiciones de poca luz». Es posible que exagere, pues son muchos y algunos de muy buenas marcas los prismáticos de su clase que se comercializan actualmente, pero si lo hace estoy convencido de que no exagera mucho porque he probado numerosos prismáticos de su precio (no todos, claro) y el que más me ha impresionado hasta ahora es el Leupold.

Los tubos poseen apoyo para los pulgares y debajo del puente, tapado por un embellecedor con el logotipo de Leupold, rosca para el adaptador a trípode. A los BX-1 Mackenzie HD no les falta ningún detalle importante.

La tecnología responsable de que se vea tan claro y nítido cuando miras a través de los Mackenzie, se denomina “Avanced optical system” (Sistema óptico avanzado): prismas en techo BAK-4 con recubrimiento de fase que aumentan la resolución de la imagen y nitidez de borde a borde y lentes de floururo de calcio (CaF2) multitratadas de alta definición que aseguran una claridad excepcional (independientemente de los aumentos que tenga el aparato óptico, en este caso 8x), con alta transmisión de la luz y mínimo deslumbramiento.

Aptos para recechar

Si tenemos en cuenta, además de todo lo expuesto, que Leupold asegura que los prismáticos son impermeables (probados a 10 m de profundidad, nada menos), que no se empañan y que resisten temperaturas comprendidas entre ¡-40 y +71 grados centígrados!, estoy convencido que con un BX-1 Mackenzie HD te puedes ir de rececho donde te dé la gana y además muy tranquilo puesto que Leupold lo garantiza de por vida, incluso si se trata de un producto de segunda mano.

Además de resistentes a golpes, cambios de presión y temperaturas son impermeables, lo que se indica en la rueda de enfoque.

Digo de rececho porque, aunque el modelo probado tiene 8x, su campo de visión es de 107 metros, poco apropiado para usarlo a corta distancia. También es reducido el campo de las demás versiones disponibles (10x42 y 10x50, ver apartado de especificaciones), pero son los que yo elegiría para recechar porque tienen 10 aumentos, sobre todo el 10x50 ya que sus lentes más grandes de los objetivos permiten localizar mejor la caza cuando hay poca luz.

Con tiempo bueno, malo o incluso lloviendo el sistema óptico avanzado de Leupold realiza un “trabajo” excelente: las imágenes son nítidas, contrastadas y claras desde que amanece hasta que anochece.

Lo dicho, nítido, luminoso, compacto, ligero, impermeable, resistente y, como todos los prismáticos Leupold, garantizado por 30 años. Por lo que cuesta no se le puede pedir más. Me dieron ganas de comprármelo.