Un nido en el motor de su máquina: cada día lo retira y lo repone cuando acaba de trabajar
La tercera vez que este cazador encuentra el mismo nido dentro del capó de su máquina agrícola.
Tomás nos envía una foto junto a la máquina donde encontró el nido de currucas.
Hablamos con Tomás Rodríguez, un cazador jienense que trabaja en el campo. Durante su jornada de trabajo sube a una Komatsu, una máquina de 22 toneladas con la que carga zahorras, troncos, también mezcla hojas con estiércol…
Los cazadores miramos por los animales
Pero desde hace tres días, Tomás realiza un ritual antes y después de trabajar con la máquina. En primer lugar, abre el capó. Allí lleva esos días encontrando un nido de aves con varios polluelos dentro. Acaban de romper el cascarón, y el cazador hace todo lo que puede para respetar la seguridad de los pájaros recién llegados.
“Los cazadores miramos por los animales. Esto seguro que los animalistas no lo hacen”, sostiene Tomás durante la grabación que nos envía.
Por ello, saca el nido del lugar junto al motor donde la madre decidió levantarlo y lo coloca en un lugar seguro. Y, justo después de utilizarla, cuando ha comprobado que la temperatura ha bajado, lo vuelve a dejar allí, en el mismo lugar, con sumo cuidado. Los ejemplares de curruca capirotada, especie fácilmente reconocible debido a la “boina” que adorna la parte superior de la cabeza del macho, de color oscura sobre un plumaje grisáceo, pero también de la hembra, de tonos rojizos.
Estos continúan alimentando a los polluelos con los insectos que capturan en las inmediaciones del curioso lugar donde han decidido ocultar su nido y sus seis pollos.
