La estrategia de una liebre para no dejar rastro a sus perseguidores
Vuelve sobre sus pasos y realiza un gran salto para que su rastro finalice. Este es el ingenioso recurso al que acuden las liebres contra sus perseguidores.
Ya sea ante depredadores como el zorro, el lobo, el gato montés, el lince o los mustélidos, o ante los tenaces perros de rastro, las liebres cuentan con armas más eficaces que su prodigiosa velocidad. Porque el cansancio juega en su contra ante el hambre o el instinto cazador de zorros y sabuesos. Pero saber cómo burlar sus olfatos resulta mucho más efectivo.
Elige el mejor lugar para trazar su plan
Si tuvieras que hacer ‘morir’ el rastro que vas dejando con tus pasos, ¿qué harías? Esta liebre nos lo enseña en un vídeo grabado por una persona que tiene la suerte de ser testigo del ingenio de este animal. Ser la presa de casi todos los depredadores del hábitat en el que vives lleva a los animales como la liebre a desarrollar recursos muy valiosos para escapar de ellos.
La liebre blanca elige un camino nevado para llevar a la práctica su plan. Entonces recorre unas decenas de metros de manera casi lineal. No va muy rápido, así deja más rastro con sus pisadas. Cuando cree que ya es suficiente, se detiene. Allí esparcirá más emanaciones.
Un salto para salir del rastro
Entonces vuelve atrás pisando por el mismo recorrido que siguió segundos antes. Así solo habrá un sentido en las huellas. De repente, salta ágilmente saliendo del camino. Esto desconcertará a sus perseguidores, que llegarán hasta el lugar donde la liebre se detuvo y no encontrarán rastros más allá.
No es la primera liebre grabada haciendo esto
Un beagle sufrió la misma estrategia de una liebre que quería que la dejara en paz y no siguiera más su rastro. Y tenemos la suerte de que esto también fue grabado en primera fila.
Pulsa en la siguiente imagen para ver el vídeo: