Crónicas de caza

Ni frío ni lluvia, a un cazador no le detiene nada cuando sueña con abatir un gran jabalí

El experimentado esperista Juan Antonio García, creador del grupo de cazadores de Facebook Todo jabalí, apasionados a la espera, logró abatir este espectacular ejemplar después de soportar más de cinco horas de frío y lluvia.


  Frío y lluvia para cazar un gran jabalí
Frío y lluvia para cazar un gran jabalí

El cazador detectó la presencia del gran jabalí hace más de un mes. En este periodo de tiempo, intentó abatirlo en varias ocasiones, pero en todas ellas el astuto cochino logró detectar su presencia. El sábado por fin consiguió ganarle la partida. El jabalí ha alcanzado un peso de 110 kilos y portaba una notable boca.

Un activo defensor de la caza en redes sociales

Juan Antonio García es un esperista murciano, nacido en Moratalla, con más de tres décadas de experiencia en la caza de jabalíes a la espera. Abatió su primer jabalí a los 16 años. Se trataba de un macho con boca no medallable. Necesitó varias semanas para ganar la partida al cochino, pero se convirtió un inolvidable bautismo en la caza en espera.

A lo largo de su trayectoria cinegética, ha abatido más de treintena jabalíes de grandes bocas. Algunas de ellas, medalla de oro. Destaca la de un imponente jabalí de 146 kilos.


Impresionante trofeo el de este jabalí.

Unas semanas muy cochineras

En las últimas semanas ha logrado abatir dos impresiones ejemplares. A finales de octubre, la noche del viernes 29, capturó un macho que estaba destrozando el sistema de riego de un olivar. El esperista se hizo con el espectacular cochino después de más de cinco horas de paciente aguardo.

El macareno alcanzó en la báscula un peso de 110 kilos. En su boca portaba unas impresionantes navajas, según el criterio del experimentado esperista, merecedoras de una presea.

Ni el frío ni la lluvia son capaces de detener a un esperista

El sábado pasado, en una apasionante espera bajo la lluvia, abatió otro animal de similares características. Detectó sus huellas hace más de un mes en una vereda por la que el jabalí accedía a una zona de cultivos. En varias ocasiones lo esperó en la senda, pero hasta este fin de semana siempre había detectado su presencia.

El lugar elegido para el aguardo fue una zona elevada desde la que podía ver con claridad la vereda por la que accedía a los cultivos. El cazador estuvo más de cinco horas esperando al gran jabalí. En el transcurso de este tiempo, hicieron uso del paso varias jabalinas junto a su prole.

A la 1:10 horas de la madrugada, en pleno mes de noviembre, pudo oír por primera vez al solitario. El suido rompió una rama en su caminar cuando estaba a menos de cien metros del esperista. Juan Antonio no lo había oído llegar con la lluvia.


Un gran macareno, de cuerpo enorme y largos colmillos.

El cazador dirigió su mirada hacia el lugar de donde provenía el ruido. Allí estaba el solitario, a menos de 80 metros de distancia. Apretó el gatillo de su rifle monotiro del calibre .30-06 de la marca Bergara. La bala impactó en el codillo del macareno. La espera tuvo su premio. Había logrado doblegar al macareno.

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Abate un espectacular jabalí después de más de cuatro horas de viento y lluvia

La perseverancia del cazador posibilitó el hecho de que pudiera abatir este excepcional ejemplar sólo 30 minutos antes de la hora del toque de queda en su comunidad autónoma. Explica a Club de Caza cómo lo consiguió.

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