Graba un monstruoso jabalí que parece un mamut
Una cámara de fototrampeo se activa cuando algo se mueve justo delante de su posición. Lo que cruza frente a ella es un gigantesco jabalí con un cuerpo impresionante.
La nieve cubre el suelo de esta zona rural rusa. Para sobrevivir en este entorno, los animales precisan una capacidad de adaptación muy desarrollada. Pero esto no parece ser problema para los grandes jabalíes del norte.
Uno de estos mastodónticos cochinos activa el sensor de movimiento de la cámara de fototrampeo. Esto nos permite disfrutar de una escena pasmosa. Un jabalí con un tamaño inmenso está buscando alimento bajo la capa helada que cubre el suelo. Su lomo corona una parte posterior fornida y muy compacta, rasgo distintivo de los grandes machos. Y todo acentuado por el tupido pelaje de invierno que protege a este animal de las bajas temperaturas y de la nieve.
Distingue al jabalí macho de las hembras
Dependiendo de las circunstancias, puede resultar complicado diferenciar una hembra corpulenta de un macho de jabalí. Si va a la carrera, lejos de nosotros, medio tapado por el monte, azuzado por los perros, entre dos luces o incluso en la noche durante una espera. Todo esto dificulta una exacta distinción de sexos, pero podemos basarnos en algunas generalidades que nos ayudarán a saber el sexo del animal que tenemos delante.
Los machos cuentan con más angulaciones en ciertas partes de sus cuerpos. Por ejemplo, la caída del lomo suele ser más pronunciada en los grandes machos adultos. Y, como vemos en las imágenes, la parte alta del lomo forma esa especie de ‘joroba’ que alcanza a fundirse con la parte trasera de la cabeza.
Por el contrario, las hembras suelen lucir cuerpos más lineales y jetas más alargadas y estilizadas.
Pero, si tenemos que acudir a dos rasgos totalmente distintivos, intentaremos observar los testículos, si el jabalí nos enseña su parte trasera, el pincel en la zona baja del vientre y los colmillos, pues muy rara vez encontramos hembras que porten trofeo en su boca.
Distinguibles por su comportamiento
Las hembras de jabalí suelen entrar más confiadas a las esperas. Además, generalmente van seguidas de crías y forman grupos con otras hembras, incluso de distintas edades. En cambio, en época de paridera, las hembras suelen deambular por el monte sin compañía. En este caso, podemos fijarnos en los rasgos físicos mencionados, como en la jeta, que en las hembras suele ser más alargada.
Cuando entran al comedero, los machos no suelen perder tiempo. Se quedan ‘expuestos’ mucho menos tiempo del que pueden emplear en comer las hembras y sus crías.
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