Safari fotográfico por Sudáfrica
Siempre he escrito y realizado fotos de caza mayor, caza menor y pesca en España, pero en esta ocasión, gracias a José García Escorial, de Safari Headlands, he cruzado medio mundo para cumplir mi sueño: Hacer un safari fotográfico en Sudáfrica.
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De forma breve voy a contar cómo fueron doce días de vacaciones en agosto de 2021, donde pasé del verano de Madrid al invierno austral de Port Elizabeth en 24 horas.
El viaje fue Madrid, París, Johannesburgo, Port Elizabeth. A la vuelta realicé las mismas escalas. Tan solo tuve problemas en París a la ida, en la aduana, al pasar el control avisé que tengo las dos rodillas artificiales, operadas, y sonarían en el arco de seguridad. Me inspeccionaron como a un supuesto terrorista, abriendo maleta, escaneando las cámaras fotográficas una a una, me tuve que quitar el calzado y también lo escanearon, me metieron en una cabina de control de alta seguridad… hasta que se convencieron de que eran mis rodillas las que hacían saltar la alarma. Con todo eso, cuando llegué a la puerta de salida del vuelo a Johannesburgo habían cerrado el embarque y me tuve que quedar dos días en París, hasta que puede coordinar los dos vuelos que me quedaban. El resto de viaje ida y vuelta, con toda normalidad
Ya en Port Elizabeth me esperaba José García Escorial que me trasladó a Paolan, su finca en el corazón de Cabo Oriental.
Acompañé varios días los cazadores. Una noche la previsión del tiempo anunciaba lluvia para la jornada siguiente, por lo que decidimos ir a visitar el Mountain Zebra National Park en Cradock, a 200 km, esperando tener allí un día soleado. Fue todo lo contrario, nos llovió en el Parque y el sol brilló en Paoland.
El Parque Nacional de la Cebra de Montaña está situado en la provincia de El Cabo Oriental de Sudáfrica, creado en 1937 como una reserva para la cebra de montaña del Cabo (Equus zebra zebra) que estaba en peligro de extinción. Anuncian la existencia de 29 especies, hay que ir por un recorrido asfaltado, sin poder bajarse del coche ni dar la vuelta, salvo en la zona cerrada de picnic donde fuimos a comer y los primates cercopitecos, considerados plaga, a poco nos quitan la comida.
Pese a todo, pudimos ver algunas especies además de los primates del picnic, entre otras, como no podía ser de otra manera, la cebra de montaña de El Cabo que da nombre al Parque y que no hay que confundir con la cebra de montaña de Hartmann (E. z. hartmannae), propia de Namibia y más abundante.
Nos topamos con el avestruz.
El ñu azul es uno de los antílopes más característicos del cono sur africano. Potente y duro, a veces recuerda, cuando mira de frente, al "toro de Osborne".
Me hicieron una foto junto al cartel de aviso de leones en lo alto del parque.
Miguel consiguió ver un gran kudú, al que llaman ‘la sombra de África’ por su capacidad para camuflarse en la sabana a pesar de su gran tamaño. Los soberbios cuernos en espiral de los machos le convierten en uno de los trofeos más valorados de todo el continente.
Búfalo avistado por Miguel, es seguramente la especie predilecta de muchos cazadores españoles, incluso entre los Cinco Grandes, probablemente será porque nos recuerda a nuestro toro, o por su peligrosidad, o por ambas cosas.
El springbok, la gacela más saltarina y meridional, estaba con su cría.
La variedad de aves en Sudáfrica es amplísima. Dentro de las de presa se puede encontrar al precioso y estilizado gavilán gabar.
Nos sorprendió el espléndido eland, el antílope más grande del cono sur africano, un macho puede alcanzar los 800 kg de peso, es difícil de cazar y tiene una carne exquisita.
Miguel consiguió fotografiar un león, el formidable felino es otro de los Cinco Grandes que se pueden encontrar en el Parque, su simple contemplación hace que te recorra un escalofrío por todo el cuerpo.
Salimos del Parque con las nubes por todo lo alto.