La óptica ideal para el rececho el corzo
Si eres un apasionado de la caza del corzo, o quieres introducirte en esta fascinante modalidad, sabrás que la paciencia y la observación son las claves para el éxito.
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Y es que todo cazador que sale a la búsqueda de esta especie le dedica mucho tiempo a localizar al ejemplar objetivo. El rececho del corzo implica distancia y discreción. Por eso, un buen equipo de óptica para garantizar esa búsqueda y disfrutar de ella es crucial, especialmente, para valorar la calidad del ejemplar desde tan lejos.
En este artículo hablaremos sobre el material de óptica Vanguard que nuestros profesionales llevan con su equipo, además del visor, y que hoy os recomendamos para este tipo de salidas.
Telescopio terrestre
Como la mayoría de las veces estaremos agachados, el peso y las dimensiones son importantes, pero también la luminosidad. El telescopio Vanguard Veo HD 80A es perfecto. Con un objetivo de 80mm, un aumento 20-60X y un peso de solo 1,55kg tienes un telescopio luminoso, con mucho zoom y gran campo de visión. Por otro lado, si en tu coto predomina la alta montaña o es una zona donde la luz no será un problema, puedes apostar incluso por modelos como el telescopio Veo HD 60A, más compacto, ligero y que no ocupe demasiado espacio en la mochila.
Prismáticos
Unos buenos prismáticos son una opción más manejable que el telescopio terrestre, o muy buen complemento, depende del uso que le quieras dar. Los modelos 10x42 apuestan por una aproximación superior al sujeto, a costa de reducir el campo de visión. Si, por lo contrario, deseas más campo de visión para localizar al corzo, renunciando al aumento, los 8x42 serán una buena alternativa también. Esto depende solo del cazador. Además, con esta opción ganarás algo de luminosidad, un factor importante al final o principio del día, cuando los animales suelen estar más activos. Una cosa está clara y es que verás mejor con ellos que sin. Eso sí, al ser más manejables, los usarás más a menudo y eso significa que la resistencia y la robustez de su cuerpo resulta importante. Te recomendamos los prismáticos Veo HD2, los tienes en ambas opciones 10x42 o 8x42, resistentes, impermeables y anti-vaho, son la última incorporación al catálogo de óptica Vanguard.
Soporte
Para evitar el temblor que todos tenemos, un buen soporte se hace indispensable. Apostamos por un trípode con rótula fluida de paneo para controlar el movimiento de manera fácil y cómoda, con un mango que te permita ajustar la posición más precisa con una sola mano. Un trípode de configuración rápida y, sobre todo, que sea un soporte sólido y estable. Nuestra apuesta es un veterano de la colección Vanguard, pero que no falla: el trípode Veo 2 Pro 263AV, no llega a los 2kg de peso y se pliega hasta 59cm. En definitiva, es un trípode que garantiza la estabilidad, la durabilidad y la fiabilidad que se requieren para el seguimiento de los objetivos en movimiento.
Accesorios
Queremos mostrarte los accesorios que te harán la vida más fácil. Decíamos antes que el trípode ayudará a evitar ese temblor de tus manos. Pero es que las largas esperas, como suelen pasar en el rececho del corzo, también pueden ser muy cansadas para nuestros brazos. La solución es el trípode, que permite acoplar un telescopio terrestre sin problemas, pero necesitarás un adaptador para tus prismáticos como el BA-185 para dejarlos sobre el trípode. Descansarás tus brazos sin perder de vista tu objetivo.
¡No olvides los accesorios digiscoping! Como el adaptador Veo PA-65 para móvil, diseñado para darle una experiencia diferente a tus ópticas, ya sea en un telescopio, monocular o prismáticos. Además, cuenta con un control remoto bluetooth para mayor comodidad.
Seamos sinceros: ya sea cazando en solitario o con compañeros, lo más importante de la jornada de la caza del corzo —y de cualquier otra especie— es la experiencia completa, incluso cuando no consigas abatir al objetivo. Hablamos de disfrutar de esta bonita temporada de primavera y principios de verano, rodearse de la naturaleza en máximo esplendor, disfrutar observando la fauna, las crías, las aves y, por qué no, tomarse el tiempo para sacar algunas buenas fotografías para el recuerdo de la jornada.
Esa es la esencia.