Sobran más de 500 cabras monteses en Madrid

Hace dos años se paralizó un plan de control para la sobrepoblación de cabra montés en el madrileño Parque Nacional Sierra de Guadarrama. Mañana día 26 de octubre 2018 comienzan a extraer ejemplares que se llevarán a Ávila y de los que la Comunidad de Madrid no obtendrá ni un euro.


Actualizado

Primero fue el Pirineo francés, luego fue la zona de Sonsaz, en Madrid, y ahora el destino es Ávila. Pero sumando todas estas translocaciones, la cifra no alcanza a los 500 ejemplares que consideran urgente extraer del ecosistema del Parque Nacional Sierra de Guadarrama. ¿Cuál será el siguiente paso?

  Cabra montés
Cabra montés

Cabra capturada y lista para translocar

Se llevan a Ávila

Existe un convenio firmado con la Mancomunidad Asocio, que son los propietarios del Valle de Iruelas, en Ávila y que, entre otras funciones, realizan aprovechamientos cinegéticos de caza mayor. Ese convenio detalla que se va a trasladar desde el Parque Nacional Sierra de Guadarrama un total de 150 cabras durante los próximos 3 años.

Concretamente, el convenio marco de colaboración tendrá una duración de 4 años, prorrogables a otros 4 años más. Cuando pasen estas fechas, si la Comunidad de Madrid no hubiese solicitado el retorno de los animales cedidos o un lote semejante al de los liberados, las obligaciones para la devolución de ejemplares de la Mancomunidad Asocio también finalizarán, pasando a ser las reses propiedad del titular donde se encuentren. Es decir, Asocio se quedaría con las cabras gratuitamente.

  Cabra montés

Jaula con cabra

La primera suelta, mañana

Mañana mismo se soltarán en Ávila las 9 primeras cabras. El próximo 16 de noviembre se llevará a cabo una segunda parte de esos traslados, donde, presumiblemente, se organizará un acto institucional con la presencia de varias autoridades del ámbito de medio ambiente. Este acto se iba a realizar mañana, pero problemas de agenta lo han retrasado.  

No obstante, las cabras ya están capturadas y saneadas, por lo que urge trasladarlas y soltarlas para no perder el dinero que ha costado el trabajo.

  Cabra montés

Jaula interior

El acuerdo

La Comunidad de Madrid cederá, una vez que se haya podido verificar su captura del medio natural, estado sanitario, cuarentena y demás trámites administrativos, la cantidad de ciento diez hembras reproductoras y dieciséis machos jóvenes de la especie cabra montés (Capra pyrenaica victoriae). El contrato detalla que el objetivo de esta cesión es el de crear un stock de ejemplares conservados ex situ de la Comunidad de Madrid, a salvo de posibles colapsos poblaciones locales.

Esta cesión se materializará en función de la capacidad de captura de cabras vivas que tengan los equipos de la Comunidad de Madrid durante el presente año 2018 y los dos siguientes. Si la capacidad de captura no lo impide, la cesión se realizará de acuerdo con el siguiente calendario.

  • Año 2018: se cederán veintinueve ejemplares (veinticinco hembras y cuatro machos jóvenes).
  • Año 2019: se cederán cuarenta ejemplares (treinta y cinco hembras y cinco machos).
  • Y año 2020: se cederán cincuenta y siete ejemplares (cincuenta hembras y siete machos).
  Cabra montés

Jaula trampa

Finalidad del acuerdo

Resumiendo, la base del acuerdo es que la Mancomunidad Asocio mantendrá a disposición de la Comunidad de Madrid, durante la duración del convenio en sus montes e instalaciones anejas, un stock de individuos de la misma línea genética, idéntico en número y análogo en sus edades y sexo al que Comunidad de Madrid le haya cedido, para poder ser recapturados y reintroducidos en su lugar de origen en caso necesario.

Pero, ¿por qué necesita la Comunidad de Madrid sacar cabras de su Parque Nacional? El contrato también habla de ello: «La Mancomunidad Asocio ha tenido conocimiento de la elevada población de Cabra Montés en la Comunidad de Madrid, y se ofrece para colaborar (…) poniendo a disposición de la Comunidad de Madrid tanto los montes de su propiedad, como las instalaciones existentes en los mismos a fin de llevar a cabo un programa de conservación de los recursos genéticos de la especie cabra montés».

  Cabra montés

La Pedriza, Madrid

¿De dónde sale el dinero para trasladar las cabras?

Como el lector estará pensando, esto requiere una buena cantidad de dinero para sufragar los gastos derivados de la captura de las cabras, asistencia veterinaria, analíticas, saneamiento, alimentación, cuarentena y posterior transporte, incluidos medios anestésicos, hasta este enclave abulense. Según hemos podido informarnos, «los gastos de captura y cuarentena serán sufragados por cada una de las administraciones en su territorio, y los gastos de transporte de ejemplares y otros gastos que puedan generarse, serán asumidos por la administración receptora de los ejemplares. En el caso de la Comunidad de Madrid la firma del convenio no devenga obligación directa económica alguna, puesto que estos gastos se encuentran asumidos en el plan de gestión de la Cabra Montes en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y la ejecución de este convenio no supondrá ningún incremento de gasto».

Este servicio gratuito no oculta una realidad muy palpable: el gasto existe, y el dinero para cubrirlo tiene que salir de algún sitio.

  Cabra montés

Pareja de machos

¿Por qué se paralizó el control de cabras en el PN?

La cabra montés se introdujo en la Sierra de Guadarrama en los años 90 del siglo pasado, y al encontrar un hábitat favorable y sin ningún depredador para controlar su población, ha disparado la población de forma exponencial.

En 2014, según datos de la Comunidad de Madrid, el censo de cabra montés en la vertiente madrileña de la sierra era de unos 2.400 ejemplares, concentradas principalmente en La Pedriza. El crecimiento ha sido tal que se ha llegado a alcanzar las 42 cabras por kilómetro cuadrado, cuando la cifra óptima sería entre seis y 16 animales. El peligro de un brote de sarna, riesgo de tuberculosis, la erosión excesiva del terreno y el daño a la vegetación autóctona son daños importantes insostenibles en el ecosistema de un Parque Nacional.

Estas altísimas densidades de población de fauna silvestre aumentan de manera crítica el riesgo para la salud de la ganadería doméstica de la Sierra pudiendo generar de forma natural enfermedades como sarna o tuberculosis bovina, que se transmite por contacto o a través de los mismos pastos que comen el ganado doméstico y las especies silvestres, pudiendo en algunos casos llegar a transmitirse al ser humano.

Para atajar este conflicto, la Comunidad de Madrid presentó un plan de control por el que se proponía, abatir a entre 500 y 700 cabras al año hasta el año 2020, destinando a personal especializado de la Comunidad de Madrid y de la Junta de Castilla y León, personal de Parques Nacionales y agentes forestales y medioambientales, además de derivar animales vivos para repoblar otras zonas. Este plan fue aprobado por el Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y respaldado por la Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid (Ugama).

La decisión que se había tomado desde la Administración regional, responsable de hacer controles poblacionales sobre las cabras montesas, obedecía a razones de interés ecológico, pero también a razones de conservación de la biodiveridad endémica de la Sierra.

  Cabra montés

Recinto donde se mantienen en cuarentena las cabras

PACMA condenó a muerte a las cabras

No obstante, entró en escena el partido animalista PACMA. Tras denunciar este plan de control poblacional, el juzgado número 32 de lo Contencioso administrativo de Madrid suspendió las medidas en octubre de 2016. Pocos días después, el Juzgado número 38 falló mantener la medida cautelar que prohibía el sacrificio de las cabras. Tras esto, este juzgado se declaró incompetente, llegando el conflicto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que del mismo modo desestimaba un recurso del Gobierno regional el pasado 28 de febrero. Su sentencia rezaba lo siguiente: «La ejecución del plan debe seguir suspendida antes de tomar cualquier decisión encaminada a llevar a cabo acciones irreversibles contra la vida de las cabras».

Los verdaderos expertos en la materia, caso de la propia dirección del Parque Natural, advirtieron que esta medida estaba «condenando a las cabras a una muerte atroz».

Ya hay cabras madrileñas en Francia

  Cabra montés

Como el control por sacrificio de la sobrepoblación se paralizó, a los responsables del Parque Nacional solo les quedó la opción que contemplaba el Plan presentado en 2016: transportar ejemplares vivos a otros lugares.

Las capturan en cajones-trampa de 4x2x2 metros, dentro de los cuales se colocan cebos. Después, se las lleva a un recinto, donde permanecen en cuarentena, mientras se las analiza para conocer su estado de salud. Tras esto, se trasladan a otros montes.

Mañana continua esta estrategia. Pero hace poco más de un año, la Comunidad de Madrid comenzó a vender cabras a otros parques. Comenzaron por los Pirineos franceses. Los franceses sí pagaron por las cabras, entre 1.500 y 3.500 euros por ejemplar. Pero, como hemos visto, los traslados a Ávila no se rigen por contraprestación económica.

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