El animal, un macho de dos años, ingresó en agosto de 2007 procedente de Coto del Rey, la zona afectada por el brote de esta enfermedad —ya controlada— en Doñana
La evolución de este ejemplar desde su captura ha sido de agravamiento progresivo del cuadro clínico que lo ha llevado durante los últimos meses a padecer una anemia y una inmunosupresión que finalmente han acabado con su vida. Con este son ya siete los ejemplares muertos desde que se detectó el brote epidémico en marzo de 2007, retrovirus que hasta el momento no ha vuelto a aparecer en la población silvestre de linces de Doñana.