Ayudas para prevención de daños y mejora del hábitat
Desde la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada FTSP-USO Andalucía hemos puesto en conocimiento a algunas comunidades autónomas españolas la necesidad e importancia de incentivar y motivar para mantener la gran riqueza natural y cinegética de la que dispone nuestro país.
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Resultan muy importante la prevención y el control de ese apreciable y fundamental bien común y las CCAA son las que tienen la llave para ello al tener competencia exclusiva en materia de agricultura, ganadería y desarrollo rural y competencias para el fomento de otorgar subvenciones con cargo a fondos propios, regulando o, en su caso, desarrollando los objetivos y requisitos de otorgamiento y gestionando su tramitación y concesión.
Comunidades autónomas españolas como Navarra, una de las pioneras, ya hace años que convocaron ayudas para prevención de daños y mejora de habitad de las especies cinegéticas contratando Guardas Rurales de Caza, imprescindibles estas contrataciones, como expone la Comunidad Foral, para sufragar parte de los gastos derivados de actuaciones de prevención de daños y mejoras de hábitats de especies cinegéticas.
Los hábitats agrícolas han sufrido una gran simplificación durante las últimas décadas en toda Europa. España no ha sido una excepción, habiendo perdido una importante proporción de terreno llecos entre los años 50 y 90 y de linderos entre los años 90 y la actualidad. Estos pequeños elementos de separación entre parcelas agrícolas son de vital importancia para las especies ligadas a los agrosistemas, ya que aportan alimento, refugio y zona de nidificación.
La convocatoria de la Comunidad Foral de Navarra apuesta por la adopción de medidas que proporcionen lugares de refugio y cría de la fauna y de diversificación de ecosistemas degradados o simplificados por la acción del hombre o por el abandono de usos tradicionales como el pastoreo extensivo. Estas medidas benefician tanto a las especies cinegéticas como otra fauna protegida de interés con la que comparten territorio. A su vez, esta convocatoria contribuye a la adopción de medidas eficaces de prevención de daños producidos por la fauna cinegética.
Entre otros, se subvencionan los gastos relativos a colocación de barreras físicas para la protección de cultivos, bandas en parcelas agrícolas, siembras para la fauna, desbroce de matorral para mejorar el hábitat, plantaciones de árboles y/o arbustos, construcción de balsas adecuadas para especies de fauna y elaboración de documentación técnica para llevar a cabo estos trabajos.
Para las Ayudas de contratación de Guardas de Caza, destinan ayudas por un total de 90.000 euros a asociaciones locales de cazadores para sufragar parte de los gastos derivados de la contratación de guardas de caza.
La figura del Guarda de Caza se considera una herramienta de apoyo a la sostenibilidad de la actividad cinegética, especialmente en Navarra y evidentemente en el resto de España, donde esta actividad se fundamenta en poblaciones de fauna silvestre. La formación exigida a estos Guardas, con conocimiento de ecosistemas y fauna silvestre, debe garantizar un respaldo técnico a la gestión de la caza realizada por sus titulares.
También se considera la figura del Guarda un elemento esencial en la óptima gestión del ámbito rural, ya que en muchas ocasiones es el nexo de unión más eficaz entre los diferentes agentes, bien sean los responsables de la gestión del coto, como agricultores o ganaderos.
La finalidad de las ayudas a estas contrataciones es contribuir a la presencia estable de Guardas en los acotados, para dotarlos de la vigilancia necesaria para el buen estado de conservación de sus recursos naturales y favorecer la adecuada gestión y seguimiento de las especies cinegéticas.
Además, también convocan ayudas de 103.000 euros para medidas de prevención de daños y mejora del hábitat de especies cinegéticas y de 90.000 para contratación de Guardas de caza.
Como se evidencia en la planificación de las ayudas al medio rural, hacen evidente el papel fundamental de la vigilancia del medio rural y es que, cada vez más, son conscientes las administraciones públicas y privadas de que para incentivar y mantener el desarrollo sostenible en el mundo rural se necesita protección y mantenimiento.