Benelli Lupo
La prestigiosa firma italiana ha lanzado al mercado el ‘Lupo’, su primer rifle de cerrojo. Está impecablemente acabado, es muy preciso, posee un original y rápido mecanismo de repetición y una culata diseñada para que lo pueda utilizar correctamente cualquier persona, independientemente de su complexión física. Lo hemos probado en calibre .308 Winchester.
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A simple vista, el Lupo parece un rifle de cerrojo convencional con culata y guardamanos de material sintético, cañón redondo con freno en la boca de fuego y cargador desmontable de polímero con capacidad para albergar al tresbolillo 5 cartuchos estándar o 4 magnum.
Para elaborar estas notas, dispusimos de un Lupo recamarado para el .308 Win. que probamos con un visor Steiner Ranger 4 2,5-10x50 y munición Sako super-hammerhead wild boar, de 180 grains.
Sin embargo, en su diseño, Benelli ha utilizado nada menos que seis tecnologías patentadas con las que ha obtenido un rifle muy bien acabado, preciso y muy rápido de recargar que lo puede encarar correctamente cualquier persona, independientemente de su complexión, lo que a mi juicio lo convierte en todo un fuera de serie porque no conozco ningún otro rifle de caza de cerrojo que sea tan ergonómico ni ofrezca tantas prestaciones por 1.695 euros, que es su P.V.P. recomendado.
Todas las piezas de acero, como el cerrojo, el cañón, etc., tienen un acabado impecable porque están terminadas con un tratamiento de color negro intenso, denominado Benelli Surface Treatment (BE.S.T.), que le proporciona una alta resistencia a la corrosión, al desgaste y embellece las superficies.
Todas las partes metálicas del nuevo rifle están protegidas contra la corrosión y el desgaste con el tratamiento Benelli BE.S.T., que además les proporciona un impecable acabado de color negro intenso.
El cañón carece de miras, puede vibrar libremente —está flotado—, posee en la boca de fuego rosca M14x1 con cubre-rosca y es Crio: se somete a un tratamiento criogénico que alivia las tensiones que causan la forja por martillado y, entre otras ventajas, mejora la precisión. Dependiendo del cartucho que dispare, puede medir 56 o 61 cm —ver ficha técnica—.
El cerrojo, en el que se puede leer Benelli Bolt System, está basado en el sistema Mauser de 4 tiempos, aunque no se le parece en prácticamente nada más al famoso cerrojo alemán. Posee indicador de mecanismo de percusión montado de color rojo que sobresale por detrás de la nuez; está bien guiado y, como consecuencia, no cabecea cuando se desplaza. Además, posee una original maneta que termina en forma de bola aplastada y está acodada de tal modo que queda ligeramente inclinada y separada del costado del rifle unos 3 centímetros, lo que permite empuñarla cómodamente y recargar tan rápido como el tirador sea capaza de hacerlo, incluso utilizando guantes gruesos.
El cargador es desmontable. Está hecho de polímero y puede almacenar en doble fila 5 cartuchos estándar o 4 magnum. Sale fácilmente de su alojamiento al presionar completamente la retenida de polímero que lo fija en el chasis.
Cabe añadir que el giro del cerrojo está limitado a 60 grados porque posee tres tetones en la cabeza que, además, envuelve el culote del cartucho y lleva alojados un extractor y un expulsor activo y también que se extrae del rifle y se desmonta muy fácilmente, aunque esto último no lo recomiendo.
Efectivamente, para extraerlo del rifle, solo hay que presionanar una retenida situada a la izquierda del armazón —que escribo centre comillas porque, como veremos, no es un verdadero armazón— y para desmontarlo, por ejemplo para limpiarlo o repararlo, solo hay que presionar una palanca plateada que hay en la parte posterior del cerrojo y, a continuación, girar la nuez en el sentido que indica una flecha grabada en ésta, junto a la palabra unlock. Hecho esto el cerrojo se desmonta completamente en tres piezas, pero, si no se está acostumbrado a montar cerrojos, no recomiendo a nadie que lo haga porque no se puede montar con facilidad.
Y también comentar, para finalizar este apartado, que detrás del cerrojo y centrado sobre la empuñadura para que lo puedan usar tiradores diestros o zurdos, se ubica el mando del seguro. Es de dos posiciones y cuando está en posición de seguro bloquea el cerrojo, aunque se puede descargar la recámara con el seguro puesto porque detrás de la maneta se ubica una retenida que, al pulsarla, lo libera. No hace mucho ruido, aunque hubiera preferido que hiciera menos, y la posición fuego posee un indicador de color rojo.
En la parte trasera del cerrojo se indica cómo desmontarlo, lo que se consigue muy fácilmente al oprimir primero la retenida plateada y girar después la nuez. Sin embargo, no se monta con facilidad.
Apto para cualquier complexión
He escrito antes que el Lupo no tiene un verdadero armazón porque la prolongación del cañón-ventana de expulsión, por donde desliza el cerrojo y sobre la que se atornillan las bases del visor, es una pieza de acero que va montada sobre un chasis independiente de aluminio aeronáutico —del que forma parte el guardamontes— que alberga el mecanismo de disparo, que es regulable en peso entre 9,99 y 20 N (entre 1 y 2 kg, aproximadamente).
Este sistema —que, salvando la diferencia, recuerda el que usa Benelli en sus escopetas semiautomáticas—, ha permitido fabricar el Lupo con una culata Perfect fitting, según la nomenclatura del fabricante, que es independiente del guardamanos, en vez de con una caja.
La culata es la pieza del arma en la que Benelli ha utilizado más tecnologías patentadas con el fin de minimizar el retroceso y de conseguir que el rifle se pueda adaptar al cuerpo de cualquier tirador porque se puede ajustar en caída, desviación, altura y distancia al gatillo.
Efectivamente, la culata posee carrillera CombTech intercambiable, que absorbe el impacto y las vibraciones que sufre la cara. De serie, el Lupo se suministra con una carrillera baja pero opcionalmente se comercializan otras dos –media y alta– que además de amortiguar el impacto en la mejilla mejoran el encare con visor.
En el interior de la culata lleva el mecanismo Progressive Comfort que reduce el retroceso, proporciona estabilidad durante el tiro por lo que, como consecuencia, se puede repetir el disparo de forma más rápida. Aunque es especialmente útil cuando se disparan cartuchos potentes, viene montado de serie en todos los Lupo, independientemente de su calibre, porque, combinado con dos cantoneras diferentes y con los espaciadores adecuados, permite modificar la longitud de encare (LOP) de 350 mm a 360; 362,5; 372,5; 375 o 385 mm. De serie, el rifle se suministra con cantonera de 10 mm que le proporciona un LOP de 350 mm, así como con dos espaciadores para la cantonera de 12,5 mm que permiten variar la longitud de encare a 362,5 y 375 mm.
La foto permite apreciar el seguro ambidextro de dos posiciones en posición de fuego y el indicador de mecanismo de percusión montado, ambos de color rojo, así como lo separada que queda del chasis la maneta del cerrojo.
Además, la culata se puede modificar también en caída, desviación y longitud del gatillo —en más menos 2 mm— intercalando cuñas —placas— y espaciadores entre la empuñadura y el chasis, que se entregan como accesorio.
Pues bien, según Benelli, combinando las 4 placas de caída —40, 45, 50 y 55 mm— con las 3 posiciones de desviación de cada una (izquierda, derecha y neutra) y con las tres carrilleras, la culata del Lupo se puede modificar en ¡36 posiciones!, «lo que ofrece absoluta y simple personalización para adaptarse al cuerpo de cualquier cazador».
Cabe añadir que, además de las tecnologías mencionadas, en la empuñadura de la culata, Benelli utiliza otra que se denomina AirTouch, un picado especial que mejora el agarre y permite que circule el aire entre la superficie de la culata y la palma de la mano, con el fin de que sude menos cuando hace calor y no disminuya el efecto antideslizante del picado.
Y también que el picado AirTouch está presente en los laterales del guardamanos, que aunque no es una pieza tan técnica como la culata, está bien hecho: es más ancho por la base, que es plana, para que lo puedan empuñar personas con manos pequeñas o grandes y el rifle se pueda apoyar de forma estable.
Precisión sub-MOA
El rifle lo probé con el disparador tal y como lo recibí, a unos 1,2 kg porque, aunque podía haber bajado su peso hasta 1 kg, está muy bien regulado y carece de recorrido muerto, por lo que pensé que tal como venía podía conseguir una agrupación sub-MOA si el Lupo y yo tirábamos bien.
Primero me dedique a centrar el visor, un Steiner Ranger 4 2,5-10x50, pues solo estaba colimado y el rifle impactaba alto y a la derecha, lo que me permitió de paso probar que el cargador funcionaba perfectamente, pues se extrae con facilidad de su alojamiento al oprimir su retenida hasta el fondo y se alimenta con suavidad, así como que es posible alimentar la recámara soltando un cartucho por la ventana de expulsión y cerrando el cerrojo.
A punto de comenzar la prueba del Lupo. Para conseguir buenos resultados en precisión, es importante colocar correctamente el rifle en el apoyo y que éste sea de buena calidad.
El retroceso era agradable y podía empuñar y apuntar con comodidad. Lo primero creo que se debía sobre todo a la carrillera CombTech, más que al sistema anti-retroceso ConfortTech, pues el .308 no es un cartucho muy potente y no noté que actuara o, si lo hizo, fue en grado mínimo. Y el que me sintiera cómodo me hizo pensar en si no tendría que usar rifles con una LOP menor, aunque estoy seguro que también influyó el picado AirTouch de la cantonera entre otros de los muchos pequeños detalles ergonómicos del arma, arco de guardamontes incluido. No se ha comentado en el texto, pero el guardamontes tiene una forma inclinada muy original que favorece que el índice alcance cómodamente el gatillo y que éste se sitúe en la misma posición.
Blanco de prueba: seis impactos sub-MOA a 100 metros. La moneda de 2 euros, que mide 25,75 mm de diámetro, la tapa entre centros.
Y cómo no, también me sirvió para comprobar que el Steiner corregía perfectamente y que la munición era muy precisa, lo que siempre te anima antes de realizar una prueba de precisión.
Una vez que terminé de centrar el visor, cambié de blanco e hice una primera agrupación de tres disparos seguida de una segunda de otros tres sobre la misma diana, que es la que se publica. Los centros de los seis impactos se tapan con una moneda de 2 euros, que mide unos 25,6 mm, por lo que, efectivamente, el cañón criogénico del Lupo es sub-MOA y estoy seguro que otro tirador más experimentado o el que suscribe con otro visor más potente podría conseguir agrupaciones más cerradas. De hecho, Benelli afirma que el Lupo es capaz de agrupar en 0,4-0,5 MOA y lo creo.
Pero no quise tentar a la suerte intentando mejorar la agrupación y el resto de la munición que me quedaba la gasté disparando sin apoyo para disfrutar un poco más del nuevo, excelente y totalmente recomendable rifle italiano.