Patrimonio Natural y Propiedad Rural en España
En este periodo de confinamiento que estamos padeciendo todos a causa de pandemia por el Covid-19, no cabe duda de que hemos tenido tiempo para aburrirnos, y buscado el motivo para matarlo (el tiempo), momento que he aprovechado para organizar mi librería de la que no me ocupo hace muchos años.
Siempre hay prioridades, si eres persona activa y comprometida con los demás. ¿Les suena aquello de «Cuando me jubile…»? Son los planes que hace uno cuando lleva muchos años trabajando y desea que llegue esa etapa en la que uno piensa que va a hacer todo lo que se le antoje. ¡Ah!, y sin que nadie te mande. Pues en mi caso, va ha hacer tres años que estoy prejubilado y con mis aficiones, obligaciones federativas y otras mandangas, continúa estando el paquete de «Cuando me jubile…» por abrir.
He contabilizado 296 libros por secciones y temas: caza y pesca, aves, mamíferos, reptiles, insectos, botánica, parques nacionales y naturales, viajes, enciclopedias de naturaleza, bosques, horticultura, narrativa y cocina (de caza), guías y manuales de la RFEC (Biblioteca), anuarios de la SeO Birlife y del ICO (Instituto Catalán de Ornitología), seguridad privada/legislación y un largo etcétera sobre biología, zoología y vida silvestre.
Y en mis manos un libro de 550 páginas que describe la gestión que se realiza en 43 fincas particulares de España. Patrimonio Natural y Propiedad Rural en España, de Carlos Otero Muerza (IIMA Instituto Ibérico para el Medio Ambiente. Exlibris Ediciones, SL. ISBN: 84-905028-14-X 2ª Edición Junio del 2000).
Pues sí, este libro me lo regaló mi mujer por Navidad de hace 20 años. Ya ven, estaba en el paquete de «Cuando me jubile…».
El prólogo de esta segunda edición va a cargo de la ELO (European Landowners Organisation), la Friends of the Countryside, European Wetland Fund, Euroducks International, Associaçao Nacional de Propietarios e Productores de Caça de Portugal, APROCA Castilla-La Mancha y ATECA de Andalucía.
La obra describe con detalle cómo se cuida y mima la propiedad.
Con esta edición el autor pretende dos objetivos: En primer lugar, rendir un modesto homenaje a la labor de los guardas privados de caza, los verdaderos celadores de una correcta gestión de esos territorios naturales. Y en segundo lugar quiere mostrar al lector unos cuantos ejemplos de fincas donde se practican usos y aprovechamientos tradicionales y todas las actuaciones que se realizan para la conservación del patrimonio natural.
Realmente un libro muy interesante, muy bien detallado y herramienta indispensable para los que nos gusta la naturaleza y su gestión.
Por el campo la caza y la conservación
Bajo este lema el 1 de marzo de 2008 invadía una manifestación multitudinaria el Paseo de la Castellana de Madrid, con decenas de miles de cazadores y propietarios rurales, contra la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad donde se leyó un manifiesto pidiendo la dimisión de la ministra entonces de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Esta Ley daba un varapalo a la propiedad privada y prohibía la media veda y el paso de palomas, entre otras muchas restricciones para la caza y el mundo rural. Pretendían expropiar las fincas que poseían una gran biodiversidad. La ministra fue destituida. La propiedad privada es la que mejor va a cuidar sus haciendas.
Una de mis aficiones desde chico es la de coleccionar documentación. La observación, el estudio y la investigación, hace que siempre esté pendiente de lo que pasa a mi alrededor y procuro estar tiempo lo más posible en entornos naturales.
Para otro rato, me pongo con mi archivo de revistas de caza y pesca que conservo desde hace más de 40 años. Trofeo, Caza y Pesca, Federcaza, Mundo Cinegético, Linde y Ribera, Caza y Safaris, La Caza y su Mundo, Aire Libre, algunas desaparecidas. Y después vendrán las fotografías, videos VHS y CDS (entretenido estaré). Y dentro de unos años, le tocará a las horas de grabación de las cámaras de fototrampeo a las que también me aficioné.
Momento histórico para mostrar los valores de la gestión cinegètica y la caza
Los daños agrícolas motivados por la fauna cinegética están aumentando gravemente, así como los que se producen a las explotaciones ganaderas. La PPA sigue siendo una amenaza. Es ahora cuando se dará cuenta la sociedad de la importancia de la actividad cinegética como herramienta de control de poblaciones de animales. El Real Decreto 463/20 del 14 de marzo declara el Estado de Alarma en todo el territorio nacional. En su artículo 7 detalla lo que no se puede hacer, entre otros cazar y pescar. Se están concediendo los primeros permisos excepcionales para minimizar los daños en todo tipo de cosechas, siguiendo el protocolo de seguridad sanitaria que marca el Covid-19. La caza no es tan mala como quieren que sea. Recuerden, nadie cuida lo que no es de nadie.
Señores estamos en veda, la actuación que vamos a hacer por daños no es caza. Es un trabajo por el que no cobramos. Me pregunto, ¿lo sabremos hacer bien y ser merecedores de un respeto y reconocimiento social?
Deseo que todos estén bien familiares y amigos, y que pronto volvamos a la normalidad.