Gatos, una amenaza para la fauna menor

El asunto es para asombrarse. En EE. UU. los gatos son responsables de la muerte de más de dos mil quinientos millones de aves y unos catorce mil millones de mamíferos, según citaba El País del pasado 30 de enero, haciendo referencia a la impactante publicación del prestigioso instituto científico Smithsonian Conservation Biology Institute.


El gato domestico (Felix catus) supone un gran peligro para la biodiversidad, según se desprende de un estudio publicado por Nature Communications —editorial de referencia en Estados Unidos, dedicada a la publicación de investigación científica de alta calidad—, que ha realizado un grupo multidisciplinar de especialistas del famoso instituto citado. En ese estudio demuestran que algunas especies están a punto de desaparecer por predación de los gatos y concluyen que este felino es una grave amenaza para la vida silvestre del país norteamericano donde hay 84 millones de gatos domésticos. ¡Ahí es nada la predación del gato! Según el estudio, los gatos son responsables de la eliminación del 15% de la población de pájaros de Estados Unidos. Sin duda lo serán también aquí, más o menos. Andamos desde la RFEC y FEDENCA haciendo proyectos para la cría de fringílidos en cautividad porque quieren prohibir la caza en campo, que no llega a lo que representaría el 1% de la población silvestre de esos pájaros. Al ser las aves canoras especies que no crían en el suelo, no podemos pensar que los gatos eliminen un porcentaje tan alto de ellas, pero los gatos se mueven bastante bien por los árboles y setos cazando todo tipo de pájaros que anidan entre las ramas. Desde luego, eliminan más pájaros y aves de las que nunca hubiéramos sospechado. Del control de gatos y perros con cajas trampa, que parecía ya era una realidad en España, no se sabe nada tras la edición de las Directrices Técnicas para la Captura de Especies Predadoras de 13 de julio de 2011 por el MAGRAMA, editadas en el texto de la RFEC-FEDENCA Especialista en Control de Predadores y aprobadas por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, en la que están presentes todas las consejerías de medio ambiente de las comunidades autónomas. Las Consejerías están acongojadas con los grupos ecologistas que presionan al respecto y ninguna comunidad ha dado el paso imprescindible tras casi dos años de haberse editado esas directrices por el Ministerio. Hasta su edición, la culpa era toda del Ministerio que no unificaba los procedimientos, decían. Pues ahí están las normas reguladoras, válidas para todos y muy bien elaboradas por cierto. Parece mentira que todas estas organizaciones ecologistas españolas, que se dedican desde hace tantos años al estudio de la fauna silvestre, y han detectado la realidad del devastador impacto que tienen estos felinos para las especies sensibles, sobre todo en la España insular, no pidan medidas de control. Todos estos grupos han creado un frente presionando para que no se ponga en marcha el control de predadores. Prefieren que los gatos y perros campen en España al libre albedrío y que las aves se esfumen. Parece como si impedir el uso de herramientas racionales fuera su principal objetivo y no la defensa de la biodiversidad de la que tanto hablan. En las consejerías de medio ambiente están todos amagados y no ponen en marcha el necesario control de predadores después de haber hecho las fases previas de homologación en Castilla y León, Andalucía y Castilla la Mancha. Otras comunidades, ni eso. En nuestras islas, los gatos tienen acogotadas a bastantes especies, la mayoría protegidas, según se deduce de los trabajos del texto Especialista en Control de Predadores sobre la predación en Baleares y Canarias. Durante un proyecto Life para recuperar la pardela balear (Puffinus mauretanicus), ave marina endémica de Baleares, en peligro de extinción crítico (CR), se pudo constatar que los gatos acabaron con 23 pardelas adultas de una colonia de Menorca. En Ibiza se han contrastado las molestias y predación por un centenar de perros cimarrones en las colonias de cría de cigüeñuela común y chorlitejo patinegro (VU). Hay que recordar que gatos y perros son predadores de huevos y pollos, además de los adultos que crían en el suelo. En Canarias hay trabajos que aseguran la predación sobre todas las aves y entre las cinegéticas palomas y perdices. En varios trabajos se ha detectado que el 60% de la biomasa de una población de gatos cimarrones en Canarias, lo constituyen los conejos. Siempre hay que tener en cuenta la interacción,ya que los gatos también comen ratas que son otros predadores muy desagradables y responsables de la predación, entre un 8 y 12% en ensayos con nidos artificiales de perdiz. Todo lo que he escrito aquí sobre predación de aves por gatos esta reflejado también en el Libro Rojo de las Aves de España, 2004, elaborado por la SEO. Yo me pregunto, si conocen lo que ocurre con varias especies en peligro de extinción, ¿cómo no impulsan métodos de control de predadores, ellos que se presentan, y lo son, tan defensores de las aves? ¿Puede más el rechazo al control de predadores que la extinción de la pardela balear que, al ritmo que va, se estima que desaparecerá en unos 40 años? ¿Por qué no hacen un trabajo contundente como el de EE.UU., que referíamos al principio de este escrito? Todo esto llevo varios años preguntándomelo. A algunos no nos ha sorprendido la eficacia de los gatos cazando. Los que hemos hecho tantas jornadas camperas de anillamiento de codorniz por los páramos cerealistas de España, raro ha sido el día que no hayamos visto algún gato doméstico conocido y casero, haciendo de cimarrón, acercándose felinamente al reclamo, y siempre cazando de manera continua a lo largo del camino y a bastantes kilómetros del pueblo. El gato en campo se amaga ante la presencia humana que cree peligrosa con mayor discreción que una liebre y no se levanta aunque pases a medio metro. Se comporta como felino silvestre con conocimientos caseros. Por eso es tan peligroso. Muchas aves y otros animales sucumben a su astucia y silencioso acecho. La mala gestión del control de predadores —considerando muy peligrosos las mascotas liberadas (perros y gatos)—, por culpa de la inoperancia de las consejerías que tienen encomendada la defensa de la naturaleza y las especies, está abocando a la extinción a alguna de ellas. La necesidad de acometerlo es muy evidente.
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