Muchos cormoranes no se han ido y la pesca lo acusa

La freza de la trucha ya ha terminado, si bien es cierto que probablemente en los ríos de alta montaña quede alguna desovando o pendiente de desovar.


Les ruego que se lean este cuadro y no dejen de pinchar los hipervínculos a fin de que vean que la cosa va en serio.

La pesca está desvedada en muchas autonomías, pero por el coronavirus está prohibido pescar y las denuncias no se han hecho esperar.

Todo es posible en el invierno más caluroso del presente siglo y buena parte del anterior. De todas las maneras, si quieren saberlo, basta con que se den un paseo por la Cordillera Cantábrica y donde vean cormoranes, allí hay truchas desovando o sin desovar.

Los cormoranes se están matando en varias comunidades a petición de los pescadores y sólo voy a citar a Asturias, pues si así lo hago, es como consecuencia de que los señores ecologistas lo han denunciado aun cuando la autonomía ha obrado dentro de la legalidad, pues el daño es grave sobre una especie vulnerable que es la trucha y está siendo atacada por otras especies que aumentan desmesuradamente que —entre otros parroquianos— son el cormorán grande y el moñudo. Por estas dos aves ninguna nación de Europa muestra empacho en su nivelación, pero nosotros sí y como les tratamos tan bien, dejan de emigrar y se quedan aquí aun cuando su distribución es Mundial y en ningún lugar se les trata mejor que aquí.

Aún se encuentra belleza en los ríos a pesar de la contaminación y de su pésima gestión.

Por estas fechas la naturaleza nos brinda uno de los espectáculos más bellos que tienen lugar en los remansos de los ríos sin contaminar.

Allá, en los citados lugares e incluso más abajo, existen unos recodos no castigados por las corrientes continuas de agua donde se crían los berros. Berros, que están precisamente por estas fechas en el culmen de su valor gastronómico y belleza vegetal. En Castilla y León está prohibida su cosecha, pero todos cierran los ojos ante la criminal contaminación de toda masa del agua tanto continua como discontinua. ¡¡¡Qué más da!!! En España, Castilla y León no es ninguna excepción, cuando una especie mengua por lo que sea rebajan los cupos y si se excede en población, dejan abierta la desveda todo el año y a otra cosa, que el tema no da guerra salvo cuando se inunda y siempre que ha llovido ha «escampao».

En los alrededores del nacimiento del rio Boedo (Palencia) hay unas preciosas fuentes que manan haciendo gorgoritos y en ellas hay berros para dar y tomar, pero los señores jabalíes están a la que salta y se los zampan con raíces y todo. ¡¡¡Cómo les gustan los berros a los muy sinvergonzones!!! Y como gruñen de placer mientras los comen!!!

Esas aguas corrientes, cristalinas, limpias y frías están flanqueadas por una vegetación donde los berros son una planta más de las muchas que adornan los márgenes de las citadas corrientes de agua cuya belleza es digna de admiración.

Por desgracia, no se respetan las leyes en lo que se refiere a la repoblación de las orillas con plantas autóctonas, restauración del cauce sumergido, limpieza de sedimentos finos, protección contra las inundaciones y un largo etcétera que evidenciaré con imágenes a su debido tiempo.

Al poco de nacer los ríos, si no hay barreras, presas y azudes sin escalas de salmónidos que les corten el paso, nos encontraremos con nidos de trucha o con truchas desovando o con nidos donde ya han desovado unos huevos convertidos ya en frágiles y minúsculos alevines que están entre la gravilla. Pero por desgracia, nuestras probas y competentes autoridades siguen posponiendo la restauración de los ríos, tantas veces requerida y siempre olvidada por la administración como por quienes labran sus tierras sin dejar un centímetro de margen en las orillas. Es precisamente ahí donde frezan las truchas y los salmones, pero a todos ellos les importa tres cojones. No solo la trucha desova en los regatos de alta montaña.

El cormorán

He escrito y hablado en varios medios de que no hay masa de agua continental corriente o estanca en España que pueda mantener un contingente de cormoranes como el que soportamos. Señores de la administración: sepan que cada año hay menos truchas y más cormoranes. Yo, los he visto hasta en EL RETIRO de Madrid.

Dicen que el cormorán no es de ayer, ni mucho menos. Dicen que el cormorán grande es un prodigio de la evolución y yo les doy la razón. Dicen que está en la Tierra en sus diversas formas (grande, moñudo, etc.) desde hace millones de años y yo lo creo a pies juntillas. No puede ser de ayer un ave que con la ayuda de sus patas y de sus alas es capaz de zambullirse en el agua más de 10 metros cogiendo peso en las alas a través del agua para llegar a semejante profundidad. Luego, seca todo su plumaje abriendo las alas como si de un «cuervo de cementerio» se tratara. Y no se lo pierdan, puede estar más de un minuto dentro de una masa de agua y salir como si nada para zambullirse otra vez a los pocos segundos y comenzar la cuenta de nuevo. Sus alas tienen 1,60 metros de envergadura y todo lo feo que parece fuera del líquido elemento, se convierte en un ave preciosa cuando sumergida nada a ras de agua. Su pico es un arpón, une los dedos de sus fuertes patas con unas membranas poderosas que son capaces de adherirse a cualquier cosa o de pescar lo que no se imaginan ustedes si no lo han visto con sus ojos. Tiene el pico lleno de dientes y como enganche un pez por donde sea, no lo suelta bajo ningún concepto.

Yo los contemplo en mi puesto palomero cuando en octubre y noviembre tenemos la desgracia de verlos venir en forma de uve a una velocidad endiablada. Pero verlos pescar en grupos de docenas en forma de uve en los pantanos, es increíble que con el número de ellos que nos visitan dejen algo para el resto de las aves e incluso para ellos. Son pescadores. Yo les he visto en mitad del campo y me he acercado a ellos y con admiración he contemplado que se estaban zampando cangrejos autóctonos.

Con la somera descripción de su anatomía ustedes comprenderán que un servidor de ustedes se quede absorto cuando los ve zamparse con destreza los huevos de las truchas y hasta a los padres a esas luctuosas aves que pesan entre 3 y 6Kg. No es de extrañar que la caza selectiva esté autorizada en media Europa donde dan muerte a más de 5.000 cada año. ¿Pero aquí?: aquí quieren propaganda gratis los señores ecologistas aun cuando se carguen a las especies en peligro de extinción. Sepan, señores míos, que acciones como ésta dan carta de naturaleza a los furtivos que en vez de sancionados son aplaudidos. Ya, ¿les hacen propaganda gratis? ¿No? ¡¡¡Campeones!!! Acabáramos.

Sepan que cada vez se quedan más cormoranes a criar en España tanto moñudos como grandes. Y para más saber, sepan que en todo España hay visones americanos. ¿Quién los soltarían? Y encima les damos como aperitivo o postre, no lo sé, cangrejos señales y rojos, ambos alóctonos importados de América como la trucha arco iris. Ya hablaremos hasta cómo y por qué están desapareciendo las ranas. Y si es el caso, puedo entrevistar a varios acuicultores para que les digan lo que les hacen.

Los cormoranes se están matando en menor cantidad de la que nos indica la biodiversidad de los ecosistemas

En España carecemos de censos y hasta de estimas debidamente actualizadas y consensuados entre las partes implicadas, pero según se desprenden de diferentes lecturas, habrá más de 3.000 predominando la bandada del noreste de España.

En Asturias se matan 340 cormoranes grandes y la SeoBirdlife (los señores ecologistas, con perdón) y otras organizaciones similares sumamente atomizadas (pero bien subvencionadas) encima van y nos denuncian.

No. No escribo más que lo escrito por otros aun cuando soy muy viejo para que me sorprendan con pecados nuevos. Por eso no quiero citar los lugares donde no se andan con «chanfainas» y proceden en consecuencia de acuerdo con la directiva Aves. Sííííí.

Santo silencio profeso:
No quiero, amigos, hablar;
Pues vemos que por callar,
A nadie se hizo proceso.

(Don Francisco de Quevedo y Villegas)

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