Motivos por los que desciende la codorniz en España

En el sur dicen que se ha visto alguna codorniz, pocas, a decir verdad, pero en el norte sólo hay alguna de manera meramente testimonial. No obstante se sigue esperando un milagro… que al igual que el año pasado y el anterior, no llegará o llegará tarde y mal, pues estamos a menos de mes y medio de la desveda y ningún ente físico o jurídico dice esta boca es mía.


Luego, nos reprenderán por no haber hecho lo que nosotros ni ellos podemos y además, no está en nuestras manos. Los mandamases institucionales de la caza con tal de que les reciban en el Ministerio, ya lo tienen todo arreglado, pues aprovecharán la ocasión para los intereses de las grandes fincas dedicadas a la caza con aeropuerto privado y todo. Ahora bien, al cazador de a pie, qué le den. ¿Oh no? Luego están los mequetrefes de la «caza sostenible» piando para que les inviten gratis en forma de limosna en los cotos de postín para inmortalizar el momento en algún panfleto que les permita seguir viviendo del cuento aun cuando tengan que arrastrarse haciendo cabriolas para hacer gracia al señorito.

Les ruego encarecidamente que entren en los hipervínculos de este apartado para que dejen de asombrarse cuando se lo cuenten. Pues la realidad supera a la ficción. No me quiero meter con el rey emérito, no, pero como me vuelvan a cortar el paso en la finca de La Encomienda de Mudela cuando vaya a hacer fotografías, les escribiré la historia de la citada finca y sus ilustres cazadores. Un detalle: Medio Ambiente gastó un millón en 2012 en comprar perdices en una finca a la que el Rey ya no va a cazar… ¿Quién las vendería?… ¿Por qué nadie se queja de los Parques Nacionales? ¿Parques Nacionales o Cotos Señoriales? Ya escribiré… Me desvío y me cabreo, vamos con la codorniz.

Según publica ECOTICIAS de fecha 23-04-13 haciéndose eco de los trabajos que lleva a cabo la Seo/BirdLife (en esta ocasión como en otras muchas), dice lo siguiente: La codorniz común (Coturnix coturnix) baja un 53%. Y está presente en todas las regiones en el medio agrario. Su descenso se debe a los cambios en estos medios, las actividades agrícolas modernas y el uso de productos químicos, sumado a actividades cinegéticas.

Uno vuelve la vista atrás y ve que la codorniz va en caída libre con unos dientes de sierra ante los cuales algunos alzan la voz para hablar de recuperación y al año siguiente tienen que buscar un culpable para poder seguir aseverando que la bajada es circunstancial.

El 40% de las especies de aves pierden población. Una de cada ocho especies está en riesgo de extinción, según la SEO/Birdlife, dice el País de fecha 24-03-18.

Las aves ligadas a la agricultura son las que más población pierden mientras las ligadas a los montes aumentan o se estabilizan. Es una frase acuñada por terceros, que no por mí. ¡¡Y me imagino que no se referirán al urogallo!!

Los motivos que arguyen son los siguientes: Laboreo agrícola, química agraria y –cómo no- práctica cinegética. Estas organizaciones vinculadas económicamente al Estado, contemporizan un desastre mayúsculo volcando en la caza todos los males habidos y por haber, pero no tocan a la agricultura por haberla llevado a la pobreza, al robo y a la despoblación, además, vale mucho el voto rural. Esperemos que más antes que después, se lleve a cabo una auditoria económica y otra técnica a entes de esta naturaleza. Sin olvidarnos, claro está, de los felones que se encargan por designación directa o indirecta de la caza donde han triunfado con la misma nota que con la agricultura, ganadería y montes.

Cambio climático

El planeta Tierra está en constante cambio y aun cuando parte del ahora geoide esté sin explorar, unas especies desaparecen y otras nacerán como consecuencia de ese cambio que termino de enunciar, pero todas van sufriendo modificaciones anatómicas, incluso el hombre, como consecuencia de un conjunto de cambios apariciones y desapariciones que van más lejos del Calentamiento Global, calentamiento que ya existía antes de que el hombre pisara el acelerador de un sistema que se puede aminorar, pero no parar. Fundación Alternativas, indica que los procesos humanos migratorios vinculados al clima ya acontecen tanto en países desarrollados como en desarrollo y que, por lo tanto,«no debe ser una imprudencia plantear la posibilidad de estos desplazamientos para diversas zonas de España». O sea, que si afecta a los humanos, ya me contarán como afecta a las aves.

Concentración parcelaria

En España empezó a decaer toda especie silvestre esteparia a raíz de la concentración parcelaria. Y, como esto tuvo y tiene unos tintes políticos en los que no quiero entrar, por todo ello les voy a dirigir mediante el hipervínculo de arriba a Wikipedia, pero haciéndoles previamente un resumen en este post. Es más, voy a proceder a utilizar Wikipedia siempre que pueda y lo voy a hacer por ser más aséptica. Que estos no se llevan nada por el camino.

En cuanto al coste medioambiental, la desaparición de márgenes, ribazos y espacios «perdidos» va en contra de la flora y fauna que en ellos habita. En segundo lugar, el mayor rendimiento que se obtiene una vez se finaliza el proceso con frecuencia se debe a un mayor uso de productos químicos. Este es el motivo por el que la concentración parcelaria entra dentro de los anexos de la ley de evaluación de impacto ambiental, en particular consta en el anexo II de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental. Para el paisaje tradicional de boscaje, los efectos son de gran alcance. El resultado de una concentración poco sensible es un desmonte general de las lindes, una parcelación diseñada con criterios análogos a los de un polígono industrial, y la generalización de las alambradas como procedimiento universal de cierre. Y… ya se está trabajando en la segunda concentración. Fotos tengo.

Una vez que la concentración se ha completado, se producen actuaciones en cascada tendentes a mejorar los drenajes de las tierras, eliminar obstáculos que dificulten la mecanización y el cultivo de las parcelas y allanar los accesos a las fincas. Paralelamente, los niveles freáticos descienden de forma global, por la proliferación de extracciones apenas controladas para el regadío. A resultas de ello, la red de prados y humedales se altera por desecación, lo que allana el camino para la conversión de todo el territorio en zona cultivada. Los arroyos se rectifican, empotrándolos entre cultivos. Las charcas son cegadas, o se excavan a medida usando represas de tierra. Paralelamente, la producción forrajera es racionalizada, y los pequeños prados concejiles pierden su valor económico al generalizarse la estabulación y la producción intensiva de forraje mediante regadío y ensilado. El pastoreo comunal se extingue al mismo tiempo que las eras pierden su función. Otro efecto sobre el paisaje es la inmediata accesibilidad a terrenos cuya integridad se ha mantenido gracias a su lejanía o al estado de los caminos. Las pistas potencian (y ello es un propósito consciente de la concentración) la inversión agraria en todo el territorio municipal. La concentración se produce ya de una forma natural en muchos pueblos españoles donde apenas quedan 2 o 3 agricultores, que se encargan de cultivar todo, de modo que quitan los ribazos y hacen con las tierras lo que quieren, independientemente de su situación jurídica. Por supuesto, las fuentes y manantiales o son drenadas o desaparecen al bajar la capa freática. Como debe de ser. ¿¡Pero los señores de la Seo/Bird/Life callan cuan putas en cuaresma. ¡Hay que ver lo que une el parné!

Modernización agraria nediante una tardía concienciación parcelaria

España fue emigrando a las ciudades y el campo mecanizándose. Como consecuencia de la citada emigración forzada más que anhelada para quienes estaban viviendo con privaciones en el mundo rural, pero la ciudad los recibió de forma precaria y despectiva como consecuencia de una acción propagandista imbuida por las autoridades del «Régimen» que nunca dejo de envidiar el progreso industrial de las naciones vecinas. Naciones que siempre nos fustigaron y ahora nos hemos unido a ellas pero … no para bien. ¡En qué se ha notado!

Todo el laboreo del campo se ha comenzado a llevar a cabo mediante outsourcing de maquinaria pesada cerealista. Ahora se les facilita las coordenadas a los cosechadores y trabajan noche y día a una velocidad y con unos lúmenes que ya ha dejado de ser noticia como engullen jabalíes o avutardas. Empresas que cosechan, enfardan y llevan la paja y el grano allá donde se les ordena para que el propietario pueda pasar la grada lo antes posible en aras de facilitar la arada previa a la sementera. Es entonces cuando el campo queda desolado y aún no se ha desvedado, por lo que además de la biodiversidad que engullen las máquinas de recolección tenemos toda una suerte de depredadores que pasan mucho hambre a pesar de llevarse todo por delante incluso mientras se está laborando como es el caso de las cigüeñas, garcillas, águilas, milanos, cernícalos, etc. etc.

AÑOTRACTORESCOSECHADORAS
195012.798
195527.671200
196056.8452.000
1965147.88411.500
1970259.81926.000
1975379.07030.000
1980523.90742.900
1985633.210
1990740.83049.000
1995805.593
2000889.70048.000

FUENTES: Cosechadoras de cereal: historia, elementos y funcionamiento
Agricultura y Desarrollo Económico en España. 1870 – 2000.
Barciela y Ortiz (2005)
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Para entender la evolución de la agricultura española y sus posibilidades de contribuir al crecimiento económico es importante tener en cuenta la excepcionalidad ecológica de España en Europa (Garrabou, 1994; Tortella, 1994). Dos rasgos son de primordial importancia: el predominio de un clima de carácter mediterráneo y el abrupto relieve existente, debido a la presencia de sistemas montañosos en gran parte del territorio. Ello determina que España tenga un potencial agrícola muy bajo, siendo en la clasificación de Colin Clark (1957) el país europeo con un peor resultado de superficie agrícola aprovechable sobre superficie total del país, habitualmente superiores al 90% en los países de Europa Occidental (Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca…..), contrastan con el escaso 53,3% en España, valor al que en todo el continente sólo se aproxima a Suiza.

La aridez, media o extrema, es el rasgo climático que más condiciona las posibilidades agrícolas españolas (González de Molina, 2001; Garrabou y Naredo,1999)4. El clima mediterráneo predominante supone, por un lado, bajos e irregulares rendimientos en secano y, por otro, una elevada productividad en el regadío al combinarse agua suficiente con una elevada insolación y temperaturas suaves. Lógicamente, este diferencial de productividad ha implicado un esfuerzo permanente para tratar de convertir secanos en regadío a través de costosas obras de infraestructura. Además, la elevada altitud del territorio español y sus fuertes pendientes hacen que buena parte de sus tierras tenga nulas o muy escasas posibilidades agrícolas y sólo limitadas posibilidades ganaderas en comparación con otros países europeos. Esto se debe a que buena parte de la montaña española se sitúa también en el territorio árido o semiárido peninsular (Collantes, 2003). Esta accidentada orografía ha supuesto históricamente elevados costes de transporte y comunicaciones lentas o difíciles entre muchas zonas, así como una tendencia a la localización de la población en el litoral y las zonas llanas y con menores pendientes (Ayuda et al., 2010a y 2010b). La gran extensión del territorio español, así como su baja densidad de población, supusieron serias trabas para el desarrollo de una agricultura comercializada y una elevación de los costes de producción (Carmona y Simpson, 2003; Palafox, 2002).

Como consecuencia, la segmentación de los mercados de crédito, la usura (Sabio, 1996) las dificultades y el alto coste de acceso al crédito, plantearon problemas significativos para la financiación de determinadas transformaciones agrarias. El alto coste del capital iba a ser un problema relevante para la agricultura española (Pinilla y Ayuda, 2009). La ausencia de una buena financiación a la agricultura no se debió en exclusiva a esa distribución desigual de la propiedad, sino también al propio atraso económico español.

El éxodo rural incrementó los salarios agrarios, incentivando todavía más la sustitución de trabajo por maquinaria en explotaciones de cierto tamaño. Pese al estricto marco regulatorio impuesto por el régimen para acceder a un tractor, miles de agricultores apostaron por la mecanización de las explotaciones (Clar, 2010). A la altura de la segunda mitad de los años 50, se hacía cada vez más evidente que la agricultura sólo podía seguir siendo un medio de vida digno a través de una capitalización relevante. Por ello, también en muchas explotaciones de carácter familiar, el endeudamiento necesario para afrontar los crecientes gastos, frente a los salarios y oportunidades crecientes de los sectores industrial y de servicios, se tradujo finalmente en la salida de los miembros más jóvenes (García, 1957; Pan-Montojo, 2001).

Un éxodo que continua al 24-01-18. Un éxodo del que ningún gobierno se ha preocupado. España suma ya 1.319 pueblos moribundos. Son 33 municipios más de los que estaban en esta situación en 2016, 81 más que en 2015, casi 400 más que en el año 2000. Agonizan con menos de 100 empadronados, y eso que en la lista no entran las entidades locales menores, núcleos de población adscritos a términos municipales. Si se cuentan esas entidades menores, el mapa del desierto demográfico ofrece un panorama más crudo aún.

Tenemos 14 provincias cuya ruralidad está en riesgo de desaparición y son las siguientes: Teruel, Soria, Ávila, Huesca, Guadalajara, Cuenca, Zamora, Burgos y León, Salamanca, Palencia, Segovia, Lugo y Ourense. (Página 63 del libro LA ESPAÑA VACÍA).

Al abandono del campo contribuyó además el incremento del cultivo directo de la tierra, consecuencia tanto de la dinámica de los mercados como de la propia política del régimen (Pan-Montojo, 2000). Dado que, en la lógica franquista, la reforma agraria no implicaba reparto de la tierra, sino consolidación y modernización de la propiedad, se legisló desfavorablemente para arrendatarios y aparceros, desahuciándolos o incrementando mucho sus rentas a pagar (García, 1957). Dicha lógica centró asimismo en la extensión del regadío el aumento de la producción necesaria para el autoabastecimiento; ampliación del riego que, aunque incluía también el asentamiento de colonos, no produjo muchos nuevos propietarios, ni siquiera durante los años cincuenta, cuando la finalización de obras hidráulicas de preguerra incrementó la superficie regada en más de un millón de hectáreas. Fueron así los antiguos propietarios que transformaron sus secanos en regadío los principales beneficiarios, incentivando aún más el cultivo directo de la tierra (Barciela, y López, 2003).

Miren ustedes, este año –después de la sequía- ha llovido a raudales ¿no? Pues bien. Ahora los pantanos a 27-06-18 están al 71,9%. Y al 04-07-18 al 70,6%.

En los años sesenta, se desataba la emigración rural, alcanzando su techo histórico con dos millones de personas desplazadas entre 1960 y 1970, siendo la inmensa mayoría de ellas ocupadas en el sector agrario. Esta tendencia de reducción de la población activa se mantuvo hasta los primeros años del siglo XXI, pasando de casi 5 millones de agricultores en 1960 a poco más de un millón en 2008 . A la gran fuerza de atracción ejercida por los sectores industrial y de servicios se sumó el continuo descenso relativo de las rentas agrarias, que llevó a los propietarios peor situados a la dedicación parcial en la agricultura mientras obtenían sus ingresos de otras fuentes (comercio, industria) y, finalmente, al abandono de la actividad agraria (Naredo, 1971).

La emigración de miles de pequeños propietarios redujo notablemente el número de explotaciones, mientras aumentaba el tamaño medio de las mismas. El mercado de tierras y determinadas políticas agrarias emprendidas consolidaron durante los años sesenta el gran predominio del cultivo en régimen de propiedad iniciado en 1940. Una de las políticas que más incidió en la formación de propiedades viables fue la de concentración parcelaria, iniciada ya en los años 50.

Resumen

En el sur predominaban los grandes latifundios y en el norte muchos minifundios que nunca dieron lo suficiente para que sus propietarios vivieran dignamente. Tras la Guerra Civil, a diferencia de lo que ocurrió en la mayor parte de los países occidentales, el apoyo recibido por los agricultores por parte de las políticas públicas fue escaso e incluso negativo desde comienzos de los años setenta (Anderson y Valenzuela, 2008; Fernández García, 2008). Tenemos una España plural muy accidentada y con agua gracias a las retenciones (pantanos) y con diversos ecosistemas. Después de la guerra civil se precipitó una concentración parcelaria que se llevó por delante espacios vecinales donde pastaban los animales. Me refiero a prados comunales, lugares de pastoreo en las riberas de los montes e incluso montes. Toda finca arable se los llevó por delante el arado y muchos fueron a parar a manos privadas de forma ilegal o alegal.

Con esta manera de proceder se dejó el campo y los montes sin lugares apropiados donde pastaban. Pero como esto es largo de explicar les voy a resumir como la Concentración Parcelaria se llevó por delante los caminos y cordeles de la mesta. Lo malo es cuando llegan los ignorantes de las tomas de decisión y siguen diciendo que para todos café y todavía no he visto ningún resultado de la Red Natura 2000 y de la ecocondicionalidad de la Pac, ni nada que no sea más de lo mismo, por lo cual vaticino un mal futuro para Europa cuando ponen toda la carne en el asador para salvar lo que más asusta al ganadero y no duelen prendas cuando se lavan los depósitos de los aparatos de sulfatar en los ríos, arroyos y humedales. O se restituyen los sistemas robados y se tiene en cuenta la biodiversidad o desparecerán hasta los escarabajos.

Fuentes

Para escribir este post no me hacen falta fuentes de ningún tipo por ser un periplo que he vivido en primera persona, pero no quiero desviarme de una oficialidad manipulada, no es el momento (pero lo haré a su debido tiempo) pues apenas se ha escrito sobre el tema y lo poco que se ha hecho, es parcial y sesgado. El tema es muy largo y no sé si he sabido resumir bien o he abordado con más intensidad lo que he vivido, no bastante voy a vincularles a unos trabajos ajenos que guardo como oro en paño. No obstante, ni me he circunscrito a lo que yo he visto por ser un tamaño de muestra pequeño y mucho menos a lo que se escribe en las referencias, pero se las adjunto hipervinculadas por ser unos textos muy trabajados y honestos con los que me identifico.

Hay muchos hipervínculos importantes a los que remito, pero no los detallo aquí por razones de espacio.

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