Sobre la anunciada manifestación
Observo que se está generando bastante polémica sobre la anunciada manifestación en Madrid y me atrevo a opinar sobre el conjunto de lo que he leído en los foros aunque sin personalizar ni generalizar.
La caza y los cazadores venimos sufriendo importantes limitaciones, prohibiciones y pérdida de imagen desde hace bastantes años sin unirnos para realizar una campaña defensiva conjunta. En problema no viene solo desde el actual Gobierno, sino desde bastante antes. Por lo tanto entender que la manifestación es CONTRA este Gobierno es tener una visión bastante miope y poca memoria. Que la fecha anunciada esté muy próxima a las elecciones generales, tampoco es nada extraño. En ese fin de semana, coincidente con una Feria de Caza en Madrid, habrá cazadores, orgánicos, fabricantes de armas, distribuidores, etc. de toda España, y a ellos también les afecta el mismo problema que al resto, por lo que ya hay bastantes personas que no tendrán que viajar a Madrid solo atendiendo a la convocatoria, y otras que pueden aprovecharla para visitar FICAAR. Es curioso que pocos hayan reparado en ello al escribir en los foros. Por otra parte, esa manifestación tiene unos objetivos muy claros en lo que respecta a que todos los políticos, de cualquier signo, comprueben que es posible nuestra unión mayoritaria y que eso sirva de aviso a navegantes para el Gobierno que salga de las urnas y para los sucesivos, y para que los cazadores de cualquier lugar de nuestra geografía y practicantes de cualquiera de las modalidades de caza que nos enriquecen culturalmente, nos unamos para defender LA CAZA, no la menor, ni la mayor, ni la batida o la montería, ni el parany o la caza de la perdiz con reclamo, ni la berrea o la contrapasa. Cada uno debe acudir para defender LA CAZA, SU CAZA, que corre el mismo peligro que cualquier otra modalidad porque los ataques se producen por todos los frentes y algún día le tocará al preferido por cada uno de nosotros. Igualmente, los que me conocéis aunque tan solo sea por las intervenciones en los foros, sabéis que soy crítico con la RFEC y con las Delegaciones y contrario a los concursos de caza porque entiendo que estas instituciones pueden y deben hacer por la caza mucho más de lo que hacen. Pero ello no impide que me importe un pito que sea la RFEC una de las convocantes de la manifestación. Me daría lo mismo que la convocase incluso el mismísimo diablo. Pero seamos lógicos. ¿Quién tiene poder de convocatoria para un colectivo tan disperso y tan heterogéneo? Si apareciese por ahí un Juan Español convocando a más de un millón y medio de personas, ¿quién le seguiría? Lo que es indudable es que la RFEC tiene, salvo error, sobre 450.000 cazadores y tiradores federados y un importantísimo número de Sociedades de Cazadores y Delegaciones en todo el territorio que pueden ser movilizados para hacer acto de presencia, por lo que, nos pongamos como nos pongamos, nos guste o no, es quien más cazadores puede reunir y quien puede hacer que la convocatoria sea conocida en cualquier rincón de España. ¿Que puede que alguna persona o colectivo quiera obtener algún otro provecho? Eso pasa siempre. En cualquier manifestación del tipo que sea aparecen banderas y pancartas que poco o nada tienen que ver con ella, pero que saben que es un modo sencillo para salir en TV y en las noticias. ¿O alguien piensa que, además de los que siempre aparecen, los ecolos y los anti no van a intentar salir en las fotografías si es que no se asustan de una manifestación tan multitudinaria? Creo que debiéramos ser egoístas y acudir a defender nuestra caza, sin importarnos los politiqueos ni los nombres de los que vayan en primera fila. El número de participantes y la actitud respetuosa es lo que de verdad tiene importancia y lo que puede hacer que nuestras cosas mejoren. No se trata de dar gritos ni de montar una algarada, sino de estar allí y, aunque sea por una vez desde hace muchos años, sentir el orgullo de ser cazador. Y también, pobre soñador, creo que del éxito numérico de ese evento puede depender que, además de los políticos, los dirigentes federativos se den cuenta de que hay muchas cosas que cambiar en sus estructuras para que los cazadores nos podamos considerar representados por ellos, y no es muy fácil que se les presente mejor oportunidad para hacerlo.