Perdices de montaña

Óscar Gras se ha criado entre muflones, gamos, ciervos, monteses y, cómo no, perdices, las perdices más bravas de nuestras sierras valencianas: Las perdices de La Muela con perro de muestra.


Buenas noches, Paco, voy a darte mi opinión acerca de las perdices que tenemos el la RV Muela. Después de vivir dos grandes incendios que fueron devastadores, llegando a arrasar casi el 80% de la masa forestal… he podido observar cómo, al tercer año de esta catástrofe, los bandos de perdices han llegado a triplicarse, alcanzando una densidad fuera de los común. Los bandos de perdices suelen ser históricos donde los había, los sigue habiendo, solo que, al quemarse la masa forestal, donde antes habían dos bandos de repente hay cuatro. Normalmente los bandos se encuentran en bancales donde antiguamente se cosechaba o había corrales de ganado… o en las antiguas lagunas que crían el famoso verdín.


Esta es la perdiz analizada que fue abatida en la emblemática zona levantina.

Esta perdiz de montaña del interior de la Comunidad Valenciana es más dura de lo que parece, es capaz de soportar temperaturas que van desde los 45 a -8 grados, e incluso soportar nevadas de 50 centímetros. La base alimenticia de esta brava ave es muy variada, desde una multitud de insectos hasta pequeñas caracolas, verdín, lentisquina o incluso bellotas… todo va en función de la época.

Ahora el peor enemigo de la perdiz de montaña es el abandono del monte y la crecida descontrolada, este es el peor enemigo que tiene la perdiz de montaña. Si no se vuelve a hacer un buen uso del monte (silvicultura preventiva, la vuelta, pastoreo, etc.) la perdiz tiende a desaparecer por culpa del abandono del monte.


Óscar y Paco al acabar la cacería; Los perros son Smart y Lincon. A la derecha, Tragacete, Jesús Nadal y Paco Ribes.

Paco: El ilustre catedrático Jesús Nadal, investigador sobre la conservación y mejora del hábitat de la perdiz roja y de la gestión sostenible de la caza menor, dice:

Informe perdiz abatida el 8 de noviembre de 2020

El macizo de La Muela está cubierto por un monte mediterráneo denso, por lo que resulta un hábitat idóneo para la caza mayor. Sin embargo, en este paraje también viven algunas perdices de montaña mediterránea. Estas perdices rara vez se enfrentan a los cazadores por la dificultad de encontrarlas y la dureza del terreno para su caza. Todo esto explica la existencia de un ecotipo de perdiz de montaña mediterránea distinto de las perdices de los agrosistemas. El ejemplar examinado es un macho viejo de 6,5 años de edad. Su peso es pequeño porque en estas sierras las perdices se alimentan exclusivamente de plantas silvestres, sin embargo su talla es grande, 36 centímetros de longitud. Esto con un ala grande le confiere una capacidad de vuelo bastante más grande que a los ecotipos de las perdices de las zonas cultivadas.

Estas perdices se caracterizan por su potencia de vuelo para cruzar barrancos, descolgarse por las sierras y desaparecer. Potencia que necesitan para esquivar los halcones, azores y águilas perdiceras. Representan la vertiente más brava de las perdices rojas, las perdices de montaña, de las que disponemos de un elevado número de ecotipos en toda la península de los que somos responsables de conservar, junto a sus predadores.

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