Caza y política

---

Posiblemente la democracia de hoy en día esté hipotecada por la cruel dictadura de los mercados y el margen de maniobra de los políticos disminuya hasta límites insospechados. Pero de momento, los políticos pintan algo. Así lo creo a juzgar por el número de imputados que están en los juzgados. Pues bien. Ahora estamos en plena campaña electoral donde los partidos prometen por doquier. Tanto es así, que hasta prometen hacer puentes por donde no pasan los ríos. Es más, yo tengo un amigo ciego, al que estos días le vuelven loco, pues todos los políticos quieren ayudarle a cambiarse de acera para hacerse la foto con mi amigo de la ONCE. Menos mal que pone a buen recaudo su cartera. ¿Por qué no nos mientan a los cazadores en sus programas de legislatura? NO PASA NADA. TRANQUILOS. Pues están a tiempo todavía. No tienen más que dirigirse a nosotros en sus mítines o incluirnos dentro de los programas en una fe de erratas, en este caso: ¿fe de olvidos? Pero debiera de ser de obligado cumplimiento que se dirigieran a nosotros con soluciones planteadas previamente por nuestras organizaciones venatorias. NO VALE CON PUBLICAR UN PANFLETO CON LOS CONSABIDOS DECÁLOGOS. Y si no las han preparado. A tiempo están de hacerlo los unos, y de comprometerse los otros. Pero por escrito. Todavía estamos a tiempo de desenmascarar y de echar de nuestras filas a ciertos sujetos que hacen de muñidores políticos. Es más, en la prensa especializada no se debiera de publicar ningún artículo con tufillo político. ¿Que su vuecencia es cazador? ¿Y qué? Pasa lo mismo con los artistas, deportistas y demás gente del papel couché. ¿Que son cazadores? ¿Y qué? El párroco de mi pueblo también lo fue. Es muy poco edificante que ahora copen nuestros medios los políticos y luego manden al último de la fila para salir en la fotografía y hasta para recibir algún premio por decirnos que nos quiere y que no se avergüenza de nosotros. Y lo peor de todo, es que no nos dan nada y encima consideramos un triunfo absoluto el sólo hecho de que nos reciba el último mono del ministerio de turno.