El lince hallado en Doñana falleció a causa de rotura del bazo

El lince macho de dos años de edad que técnicos de la Consejería de Medio Ambiente hallaron muerto en la Reserva Biológica de Doñana falleció a consecuencia de la rotura del bazo. Así lo han determinado las diferentes pruebas con las que se ha completado la necropsia oficial del animal, que ha revelado que el animal murió la noche del 31 de marzo, menos de cuarenta y ocho horas antes de que fuera hallado por los técnicos encargados del seguimiento de linces en el Espacio Natural de Doñana.


Los resultados de los últimos análisis realizados en el Clinical Laboratory de Zürich (Suiza) han revelado que fue positivo en sangre a Parvovirus felino (FPV)
La mayoría de las pruebas de la necropsia se realizaron en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre (CAD) de la Consejería de Medio Ambiente inmediatamente después de localizar al felino. Para completar la investigación y determinar con certeza las causas de la muerte, la Junta de Andalucía ha contado con la colaboración del Clinical Laboratory de Zürich y el Laboratorio de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. Este lince presentaba delgadez extrema en el momento de ser encontrado (el pasado día 2 de abril de 2008) gracias al collar de radioseguimiento que portaba. Apareció muerto en su territorio de campeo, concretamente en el interior de un cercado de ocho hectáreas construido para el reforzamiento genético de las poblaciones de Doñana a finales de 2007. La necropsia muestra un animal «con catálisis avanzada de los músculos que llega al estado de caquexia severa», lo que se genera como fruto de una malnutrición prolongada provocada por la merma en sus facultades físicas como consecuencia de la acción mantenida de algún agente patógeno. En ausencia de otros síntomas, la necropsia oficial y los análisis posteriores han confirmado que la rotura del bazo debió producirse por un traumatismo severo y localizado. A pesar de no ser la causa última de la muerte, la desnutrición que sufrió el animal fue un factor que redujo considerablemente las posibilidades de supervivencia del lince, pues una «caquexia tan avanzada como la que mostraba es fruto de un proceso de un mínimo de tres semanas». Según los datos del radioseguimiento rutinario existe la certeza de que el macho se encontraba fuera del cercado hasta el día 24 de marzo. Teniendo en cuenta que la muerte se produjo no antes de 48 horas desde su localización y aunque ese día hubiese entrado y no hubiese salido en el transcurso de una semana, ni de ser capaz de cazar —en una zona de ocho hectáreas que presenta densidades de conejos adecuadas— la extrema delgadez que se recoge en la necropsia sólo es compatible con un proceso de larga duración, la muerte en el interior del cercado no ha sido la causa última de su muerte, si no una mera circunstancia. La causa más probable que explica el grado de desnutrición es un proceso infeccioso de tipo subagudo o crónico. En la necropsia, este lince ha dado positivo en sangre a Parvovirus felino (FPV). La acción patógena del virus produce una merma de la condición física causando delgadez general (pues sobre todo cursa con síntomas digestivos, provocando inapetencia y anorexia) e inmunosupresión. Esta inmunosupresión fue probablemente la causa de la proliferación de patógenos oportunistas, lo que explica la elevada carga parasitaria observada en el animal en el momento de la muerte. La acción de los parásitos contribuiría a empeorar aún más la condición física del animal, provocando una desnutrición de carácter crónico que terminó por producir un estado de caquexia. Las pruebas realizadas descartaron la acción de otros patógenos como el virus de la leucemia felina o la tuberculosis, que podrían haber supuesto una situación de alarma sanitaria por el riesgo para la población de linces. El hecho de que el animal presentara casi todo el tracto digestivo sin contenido es compatible con la acción patógena del virus y de los agentes oportunistas, aunque el dolor causado por la rotura del bazo tuvo que agravar la inapetencia en las últimas 48 horas. En su territorio, Clavo sólo contactaba con otro ejemplar de lince ibérico: la hembra Bonares, si bien zorros, meloncillos y otros carnívoros silvestres son abundantes en la zona. En esta misma área, murió la hembra Lucía en el año 2005 a causa de una afección por el virus del moquillo canino.

Historial de los cachorros

Los cuatro cachorros de la camada de Coto del Rey fueron chequeados el 31/03/08 por un equipo de la Estación Biológica, Espacio Natural de Doñana y Proyecto LIFE. En el chequeo se comprobó que la condición física de los animales era normal. Aunque la extracción de algún cachorro fue valorada finalmente se decidió no intervenir debido al gran valor que una camada genéticamente mixta tiene en la población de Doñana. Los resultados de los cultivos microbiológicos realizados a partir de hisopos rectal, conjuntival y oral no mostraron crecimiento de ningún microorganismo potencialmente patógeno. Desde ese día, en el marco de un proyecto de investigación el seguimiento de la camada depende de un equipo de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Gracias al seguimiento el día 7 de abril son hallados muertos dentro de la trueca tres de los cuatro cachorros. El destino del cuarto se desconoce actualmente. La necropsia dató la muerte de los tres cachorros entre los días 3 y 4 del mismo mes. El avanzado estado de descomposición no permitió realizar una valoración adecuada de los órganos para determinar la causa de la muerte, si bien los resultados de la necropsia descartan la implicación de las principales enfermedades infecciosas.
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