Diferencias entre la pesca de la lubina de verano y de invierno

La actividad de la lubina, al igual que en la del resto de peces, va en función del clima, las mareas, las estaciones del año, el perfil litoral, la presión atmosférica, la temperatura, la posición del sol, la luna o las corrientes marinas.


En verano, mi experiencia me dice que cuando se eleva la temperatura del mar las lubinas se muestran mucho más activas, son más rápidas, corren más, son más nerviosas.

En invierno, en cambio, con la bajada de las temperaturas disminuyen su actividad, son más lentas, cambiando su manera de cazar, ya que la lubina es una depredadora normalmente de emboscada, que le gusta cazar a la espera, entre grietas, a contracorriente para cuando aparezca una presa aprovechar la oportunidad. Comportamiento que se acentúa en invierno, debido a que han ralentizado su actividad y su energía debido a la escasez de pez pasto.

La pesca de la lubina en verano

En verano, utilizo dos técnicas como son el darting y el jigging, más concretamente el slow jigging.

Con el jigging no he logrado aún realizar grandes capturas en lo que a lubinas se refiere, ya que es una técnica más efectiva a mayor profundidad y yo solo pesco desde tierra, pero he cogido otro tipo de pescados como son los dentones, durdos, pintos y maragotas, y peces aguja.

En cambio, con el darting sí he logrado capturar grandes ejemplares.

En esta estación, utilizando ambas técnicas, se puede conseguir un gran número de capturas, pero de pequeño porte, ya que abunda el pez pasto y se acercan a las orillas para capturarlos.


A la izquierda, señuelos paseantes hundidos. A la derecha, paseantes flotantes.

Lubinas más grandes en invierno

En cambio, en invierno, cuando las temperaturas bajan de los 17 grados, estas no son tan abundantes dando pasos a peces de mayor porte.

La ausencia de alimentación natural ante la escasez de presas favorece la pesca de grandes lubinas en invierno ya que entran con mayor facilidad a los señuelos.

Señuelos para verano

En verano, ante la gran cantidad de lubinetas y la tranquilidad en la que se encuentran las aguas, me gusta utilizar señuelos de menor tamaño, de entre 90 y 110 mm, y con mayor efecto rolling, movimiento más destelleante, frente a otro tipo de engaños con un movimiento similar a un coleteo, wobbling, más adecuados para aguas más turbias.

Básicamente, en verano uso señuelos más pequeños con elementos más erráticos.


A la izquierda, señuelos de darting. A la derecha señuelos de slow jigging.

Y en invierno

En invierno utilizo ese tipo de señuelos mucho más efectivos en aguas turbias y días de menor luz con un mayor movimiento, tipo weebly. Son necesarios señuelos de mayor tamaño con movimiento más vertical, más coleteo, capaces de agarrar más agua.

Equipo para invierno o verano

Respecto al equipo a utilizar, el de invierno es mucho más pesado, con cañas más blandas y de mayor tamaño, con una longitud de dos metros y carretes de entre 4.000-5.000.

Pero en verano, acudo a cañas más cortas, más duras, de menor acción, ya que los señuelos usados son más pequeños.

Las cañas más cortas y más duras para realizar los jerks, que son los golpes de muñeca a la caña a la hora de la recogida, permiten ejecutar movimientos más rápidos que con una más larga y blanda, pero que permiten en invierno utilizar señuelos más pesados y guardar unas mayores medidas de seguridad al disminuir la exposición al oleaje, ya que con las cañas cortas tienes que acercarte más a la orilla.

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