Dónde cazarán las niñas

Así a bote pronto puede resultar extraño el título con el que encabezo esta nueva entrada en el blog, pero verán ustedes, este que suscribe empezó como muchos desde muy temprana edad a bregar con jaras y breñales. Por aquellos tiempos conocí a una chica, de familia humilde, que con gran afición comenzaba en este nuestro arte, la caza.


Su padre, albañil de profesión, dotó a su hija de todo lo necesario para la caza, pero no se podía permitir pagarle la sociedad local, por lo que el sistema lo tenían montado de la siguiente manera. El sábado, cazaban los dos en los muchos terrenos libres que por entonces existían en nuestra Extremadura, los domingos le tocaba tirar al padre en los terrenos de la sociedad, no sin alguna que otra vez que descuidado cogía la pieza con la escopeta en manos de la niña. Por aquellos entonces el afán de ese padre era que su hija de catorce años estudiase para construirse un futuro mejor que el suyo, por lo que al no aportar sueldo alguno a la casa, ella tampoco se podía pagar las tasas de la sociedad. Hoy es veterinaria y cazadora de las buenas. Pero claro, hoy ha cambiado muy mucho el asunto, este modo de comenzar ya no es posible, dado que la desaparición de los terrenos libres, lejos de encontrar el fin monetario que se persigue, está produciendo el efecto contrario. Me explico. Antiguamente el niño comenzaba de esta manera, se iba adaptando a las posibilidades y comprendía que tenía que respetar unas normas, que el terreno libre era el libro abierto de posibilidades a su alcance y lo cuidaba y respetaba. Hoy, ese niño es cliente de muchas de las organizaciones de caza de este país. Hoy por el contrario, esa familia, y debido a esta crisis que nos aprieta, ya no es únicamente el niño el que no se puede pagar un acotado por estar estudiando, es que posiblemente su padre, con el incremento de precios de los mismos, con el incremento de la tasa de paro, o simplemente por la situación que atravesamos, tampoco puede hacerlo, y como esta nuestra afición es así de esa manera, estas dos personas no cesarán de practicar la caza, probablemente en estos terrenos donde lo han hecho de toda la vida, pero de una manera totalmente ilegal. Ese niño ya no aprenderá con los valores debidos, ya no respetará las normas, porque entenderá que está infringiendo la mas básica de ellas, cazar en un lugar permitido, con lo cual su educación irá truncada ya desde sus comienzos, y surtirá el efecto contrario al que se pretendía. En vez de crear futuros clientes, creamos futuros furtivos. Esta es la cruda realidad de la prohibición de los terrenos libres, es lo que se está comenzando a ver. Pero la cosa no queda ahí, ahora atacamos también con la oferta pública de caza en Extremadura, se ha aplazado porque se está deliberando la posibilidad de cambiar el método de sorteo, y me lo veo venir, no creo que vuelvan a conceder cuatro permisos por acertante como antaño se hacía con las monterías, por poner un ejemplo, no lo veo lógico tampoco, pero lo que sí me empieza a oler es que se va a emular a la vecina Andalucía, perseguidos por el trasfondo de la moneda oscura, las adjudicaciones por subasta y otros métodos similares. Otro azote a los de abajo que verán como sus posibilidades de disfrutar de una oferta Pública se esfuma. Luego vendrán los paquetes de subastas desiertos y sin adjudicatario que serán a la postre cedidos a dedo, lo veo venir y por ello pongo el parche antes de que salga el grano. Porque pasará si nada lo remedia, como con los terrenos libres, estaremos creando justo el efecto contrario al que algunos nos empeñamos en enseñar y defender, la caza ética y de conservación, el respeto por la naturaleza y sus habitantes y la transmisión de los valores reales de la caza, todo ello echado a perder como el título de la película, Por un puñado de dólares.
Comparte este artículo

Publicidad