Respuesta al Sr. Ferri.
Apreciado Sr. Ferri. En primera instancia reconocer, el error que cometí al escribir que todos los mamíferos en Australia han sido introducidos, pasando a matizarle algunos aspectos con los que contestar a la pregunta que me formula en su texto. La clase de los mamíferos comprende tres subclases con diecinueve órdenes. Las subclases vendrían a ser los Prototerios, Metaterios y por último Euterios. Los Prototerios son mamíferos tan originales que se reproducen por huevos, siendo algunos ejemplos los equidnas o el ornitorrinco. Los Metaterios o Marsupiales tienen la particularidad de mantener una placenta rudimentaria, que obliga a incubar sus crías en una bolsa ventral donde se encuentran las mamas, diferenciándose de los Euterios en este aspecto, pues en estos últimos la placenta asegura el suministro nutritivo entre la madre y el embrión por medio del cordón umbilical. Los Marsupiales, entre los que se encuentran los canguros o koalas y cuya evolución ha sido más lenta que en el caso de los Euterios (donde se encuentran entre otros el orden Primates, Lagomorpha, Artiodactyla o Carnivora, con sus familias Canidae, Suidae, Bovidae, Cervidae, Ursidae, Mustelidae, etc.), son los mamíferos autóctonos de Australia, pero que no corresponden a la subclase de los Euterios, que todos conocemos comúnmente como mamíferos y a los que yo me refería. Por lo que pido disculpas por mi equivocación y rectifico mi argumento matizando que “en Australia, donde ninguno de los mamíferos de la subclase Euterios (esos a los que nos solemos referir al hablar de mamíferos en general) que existen en la actualidad, son autóctonos”. En cuanto a los osos comentarle, que desconozco a que se refiere al hablar de oso pardo europeo, que no recuerdo como género o especie. Dentro de la familia Ursidae y dejando de lado la Tremarctinae y la Ailuropodae, solo me suena el Usus arctos, es decir un único oso pardo, sea grizzli, kodiak, de Kamchatka o de Trentino, siendo yo el que mantiene que los estudios realizados demuestran que genéticamente los de la Península Ibérica son los únicos representantes puros de una de las tres líneas evolutivas del oso pardo en Europa y de las cinco que existen en el mundo, lo que convierte a todo aquel ajeno a las poblaciones de la Cordillera Cantábrica (en sus dos poblaciones) en exótico, y eso independientemente de las definiciones o recomendaciones que en materia de repoblaciones mantiene la UICN, que seguro conoce. Sobre animales y su gestión, así como de osos, podemos debatir todo lo que usted quiera, pues es algo que me ha gustado e incluso apasionado siempre tanto, que hasta se convirtió durante una época de mi vida en mi actividad laboral, hasta tal punto, que curiosamente mi nick en esta Web es Kodiak, el nombre de una especie de oso pardo, aunque pienso que sería mejor sacar esos debates de este lugar, donde pienso no pintan nada. Si cuando me recomienda personarme ante los saboteadores se refiere a que lo haga judicialmente, solo puedo comentarle que eso es posible únicamente en los casos penales. Esa forma de actuar la deben poner en marcha en esta ocasión los implicados, aquellos que tengan algo que demandar, entre los que no me encuentro. Los asistentes podrán reclamar a los organizadores, y estos a su vez a esos saboteadores. Esto con matices también lo podemos debatir, pues casualmente en la actualidad, es algo vinculado a lo que profesionalmente me dedico, aunque en esta ocasión no solo no me apasiona, sino que me aburre. No obstante permítame que le sugiera recomendar al señor Tomás López que se persone contra quien crea oportuno, aunque yo le recomendaría que antes de hacerlo debata con todas las partes implicadas, no le suceda como cuando se ve una película de Steven Spilberg, que lo que se ve (lo que ha visto él en esta ocasión), no tenga nada que ver con la realidad, a la vez que darle la enhorabuena por ese 90% de cazadores que conoce, pues yo debo tener la mala fortuna de tocarme en el reparto un 9 del 10% restante. No quiero terminar sin contestarle, que personalmente creo que se defiende la caza justificando todas las acciones de intolerancia que sean críticas a la chapuza, la irresponsabilidad, o los ataques a la naturaleza, el medio ambiente y sus especies de fauna y flora, las realicen quienes las realicen, lamentando que no sean precisamente ese alto porcentaje de sus cazadores, precisamente los abanderados de estas acciones. Un cordial saludo. Rafael Lurueña Delgado.