Aclaraciones y advertencia.


Ante la falta de aclaraciones por parte de la Federación Alicantina de Caza como organizadora y de la Consellería por autorizar la batida, con intención de que se conozcan las causas de los lamentables incidentes habidos y de que no se especule con rumores, desinformaciones y verdades a medias, voy a tratar de dar una explicación que he querido reservar esperando a que, posiblemente de modo menos duro, la diesen los afectados. Es muy lamentable que estas entidades guarden silencio y que se amparen en la legalidad que otorga el permiso para la batida, pues la especulación y desinformación que se ha generado, así como el temor a que hechos similares se puedan producir en otros lugares, está causando alarma totalmente innecesaria y, posiblemente, animando a algunos grupos de desaprensivos a emular acciones similares en otros lugares. La batida anunciada para el día 30 de Diciembre, venía precedida de otras dos en temporadas anteriores y también organizadas por la Federación de Caza de Alicante. La primera fue un desastre como quedó patente a través de las informaciones y de los comentarios en los foros. En la segunda se cobraron treinta y algún ejemplar de arruí, de los que más de veinte eran hembras y crías, y aproximadamente otros tantos más que aparecieron muertos en los días posteriores y que, en su mayoría, fueron encontrados por los miembros de los Centros Excursionistas que insisto en que son personas amantes de la naturaleza, ecologistas y respetuosos con la caza y con los cazadores, y no “ecolojetas alborotadores” como se les está haciendo aparecer ante la opinión pública tanto por acción como por omisión. Ante la monstruosidad de lo sucedido en esa batida, y con el ánimo de evitar hechos similares y que deben avergonzar a quien se sienta cazador, trataron de evitar que se llevase a cabo la del pasado día 30 de Diciembre sin conseguirlo a través de los cauces normales, lo que les llevó, posiblemente desinformados o mal aconsejados, a organizar la desgraciada “movida” del día de la batida en la que estuvieron acompañados por políticos en vísperas de elecciones. Si se coló algún “ecolojeta” se desconoce, pero no serían más de media docena. Que la legalidad está de lado del organizador de la batida es indudable, y que la Consellería tiene las facultades para otorgar el permiso también está claro. Pero no es lógico ni ético que se organice ese tipo de batidas a animales de esa especie, y menos todavía que, intuyendo desde la batida anterior lo que podía suceder en esta, se permitiese llegar al extremo al que se llegó. Que los cazadores hicieron bien al retirarse no es discutible, y que las actuaciones de los manifestantes fueron legalmente punibles tampoco. Pero aunque existan argumentos jurídicos para ir contra los manifestantes y quienes les dieron cobertura, creo que falta la fuerza moral. El letrado Cazorla pide la unidad de acción de los cazadores ante los hechos ocurridos, pero la pide mal y como miembro de la entidad organizadora de la batida, que no se caracteriza por apoyar a los cazadores pero a la que ahora le gustaría sentirse arropada por ellos. Para mí es un gravísimo error. La unión de los cazadores nos hizo falta para tratar de impedir que se concediese el permiso, puesto que resulta muy difícil admitir que se puedan cometan barbaridades como las de la batida de la temporada anterior sin sentir vergüenza ajena. Por lo tanto, y como aviso a navegantes, que los “ecolojetas alborotadores” no crean que van a poder suspender batidas/monterías impunemente, porque lo lamentablemente sucedido en los Montes del Cid nada tiene que ver con movimientos anti-caza, ni con subvenciones, ni con los intereses que mueven a estos personajes.
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