Respuesta a Petrer II y más...


Tu escrito me parece bien pero es acertar la quiniela el lunes, o “a huevos vistos, macho”. No es necesario tener que notificar al Ayuntamiento, ni tan siquiera al Seprona, la futura realización de una batida/montería. La Consellería, cuando concede un permiso, les remite copias a los organismos competentes así como al responsable de zona de su guardería. Y es así igualmente en los permisos de recechos, en los que se autoriza la colocación de lazos y trampas para capturar zorros, etc. Si tuviésemos que andar arriba y abajo con un Notario a la espalda para dar fe de la colocación de señales, de realizar avisos a los organismos, etc., también habría que llevar uno para realizar el sorteo y otros a cada puesto para que levantasen acta de todo lo que allí suceda, como que hubo seteros o domingueros en la mancha, que las motos del Seprona se pasearon por los puestos pidiendo “los papeles”, que a la “pepa” que se derrumbó delante del puesto no le disparaste sino que venía pinchada y llegó hasta allí, que ni viste ni escuchaste a las rehalas, que con media docena de tiros que se oyeron no se pudieron abatir treinta reses como aseguraba el organizador, que el postor no conocía la mancha y colocó su armada donde le vino en gana, posiblemente en la finca del vecino, y así “ad infinitum”. Además de que no sigo para no dar ideas a los que carecen de ellas y por eso utilizan como propias las de los “ecolojetas”, si les encomendásemos esas tareas a los notarios tendrían que incluir en sus oposiciones unas pruebas físicas más duras que las de ingreso en las Academias Militares. Creo que no es necesaria tanta “mandanga”. Lo que hay que hacer es cumplir con las leyes unos y otros y que, en caso contrario, actúen los que tienen encomendada esa misión y los Tribunales de Justicia si es necesario. Y si la Federación, como orgánica, hizo lo que debía y contaba con el permiso, en vez de pedir lo que no suele dar, que denuncie y demuestre que defiende a la caza y a los cazadores, especialmente a los que confiaron y pagaron por asistir a tan lamentable, condenable y humillante espectáculo. Y que lo haga público, que es otra cosa absolutamente necesaria. Creo que fue Ricardo Medem quien escribió: “Los cazadores somos malos comunicadores” refiriéndose a que no sabemos defendernos ni prestigiar nuestra actividad, y realmente es una de las verdades más grandes que he leído sobre nosotros.
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