Petrer II
Apreciado Ernesto. Tener diferencias, ver y analizar todos los temas desde distintos puntos de vista, creo que es algo que todos los que hemos intervenido en este pequeño debate pensamos que es positivo, pues pueden aportar ideas que nos permitan a todos mejorar y avanzar. Precisamente por eso me gustaría comentar como hubiese actuado yo, en caso de ser responsable de organizar esa montería, de manera que no digan los lectores que siempre opinamos sin aportar nada, y desde la situación que supone la postura fácil de criticar sin aportar. Lo primero que me ha llamado la atención sobre este tema como última novedad, es la noticia que podemos ver en la portada de esta Web aparecida en la edición digital del Información, y en la que el alcalde de Petrer, José Antonio Hidalgo, ha criticado el silencio que ha rodeado a la organización de esta montería, a la vez que manifiesta que el ayuntamiento no fue informado oficialmente. Desconozco si en esa CCAA es obligatoria como en otras esa comunicación, pero lo que si tengo claro es que sí es necesaria y parece que no se realizó. Un monte tiene muchos usos, pues puede existir ganado, buscadores de setas, paseantes, u otros, quedando claro en las noticias que el uso que hacen los excursionistas en Petrer y Novelda cuenta con bastante tradición, por lo que no es que esté de más, sino que pienso es fundamental, mantener informado al ayuntamiento para evitar accidentes o situaciones poco afortunadas entre todos los usuarios del monte, que insisto, no somos solo los cazadores. Por eso, lo primero que como organizador yo recomendaría siempre, es avisar al ayuntamiento donde pienso realizar actividades cinegéticas, siendo desde mi punto de vista esta la forma prudente, educada y responsable de actuar, y no retirándome sin cazar para evitar problemas, como en este debate se ha argumentado. En segundo lugar, si yo como organizador tengo el más mínimo indicio - independientemente de que luego todo pueda quedar en indicio, o que se monte la algarada que se ha montado en este caso -, de que existe intención de sabotear algo que organizo, me cubro las espaldas con mayor esmero del normal. Por ejemplo, al colocar las señalizaciones hubiese llevado un notario que levantase acta de su colocación y ubicación, no fuese que luego desapareciesen, quedándome así con el “culo al aire” al intentar hacer respetar mis derechos. De la misma manera, habría utilizado al notario de guardia, que supongo cualquier letrado conoce que existe en los juzgados, para levantar actas de las irregularidades o situaciones que pensase necesarias de cara a posibles actuaciones legales a plantear en el futuro si surgen problemas. Como organizador yo hubiera tenido claro por los antecedentes, que el día 30 me hubiera sido más útil llevar un notario que el rifle. Con los requisitos legales cumplidos, si acaso el día de la montería me hubiese ocupado de avisar al Seprona, que son desde mi punto de vista las autoridades con competencia en esas circunstancias, y que hubieran sido ellos los que llamasen a la policía nacional, al ejercito, los bomberos o puesto una conferencia a las fuerzas de la ONU si lo hubieran creído oportuno en el desarrollo de SUS responsabilidades, que no son otras que permitir y colaborar en que yo celebre la montería, algo que yo como organizador les hubiese exigido y que pasa por que ellos dentro de SUS responsabilidades, hagan abandonar la mancha a toda persona que no tenga que estar en ella. Llegados a este punto, y de acuerdo con el resto de cazadores si les pareciese oportuno, hubiese montado las armadas, habría soltado los perros, y antes de pegar un solo tiro, organizada, educada y consensuadamente con todos los compañeros, me habría retirado a comer las migas como medida de seguridad adicional, pero única y exclusivamente cuando a nosotros nos diese la gana y por que nos diese la gana, no por que un tamborilero y los cuatro políticos de turno nos lo quieran imponer. Para terminar, hubiera denunciado primero públicamente y después donde haga falta, las circunstancias o personas que actuaron de forma irregular o no ajustada a derecho en las jornadas en cuestión, así como en las fechas anteriores o posteriores. ¿Que esto suceda y se tenga que actuar así es surrealista?, evidentemente, pero lo que no se puede permitir es que el resultado sea el actual y que sirva de ejemplo para determinadas personas en el futuro. El tema es desde mi punto de vista más serio incluso de lo que aquí hemos comentado. Esperando que mi comentario sirva por lo menos para iniciar un debate constructivo y en el que como también se ha pedido, todos aportemos y nos unamos, envío un cordial saludo a todos los que están trabajando para tratar de solucionar esta situación. Rafael Lurueña Delgado.