Perros de caza

Luchan por la vida su perro de caza, que sufre cáncer de huesos: «un día más con él es un regalo»

La historia de amor y fidelidad entre Athos, un precioso setter inglés, y su familia, se ha convertido en un verdadero ejemplo del amor que siente el cazador por sus perros de caza.


 Perro de caza con cáncer de huesos
Perro de caza con cáncer de huesos

Athos llegó a ser parte de la familia de Iván y Ely con cuatro meses. Era hijo de la perra de un compañero de caza de Iván. Desde el primer momento, entre ellos se creó un vínculo especial que los ha convertido en inseparables.

Según comenta Iván, Athos es un perro especial por su nobleza y su carácter. «Solo le falta hablar», dice definiéndole.

 Perro con cáncer
Perro con cáncer

Un perro precoz en la caza

Sus primeros pasos llegaron frente a codornices salvajes. Entonces ya demostró maneras. A la corta edad de un año, Iván le abatió la primera codorniz tras una preciosa muestra. El cazador recuerda con cariño un lance cuando Athos tenía cuatro años y que siempre permanecerá en su memoria.

Athos mostró una becada en un arbusto. Al arrancar en vuelo, no se separó mucho del suelo, voló muy rasa. Un certero disparo del cazador consiguió abatirla, pero ese lance deparaba una sorpresa: Athos cobró la sorda, pero enseguida volvió a adentrarse en la mata y cobró una liebre, dejándola en sus pies. Aquella liebre fue abatida en el mismo disparo y a Iván siempre le quedará la duda de qué pieza mostraba Athos, ¿o mostraba ambas a la vez?

 Perro con cáncer

Los días más amargos de su vida

Athos cuenta ya con 11 años y a finales de esta temporada Iván empezó a observar que cojeaba de una pata. Pensó que era fruto de su edad y decidió jubilarlo para que viviera un merecido retiro en el sofá de casa.

Iván lo llevó a una prestigiosa clínica cercana a su domicilio. Al principio lo infiltraron pensando que era alguna lesión de carácter leve, hasta que en unos estudios posteriores le detectaron un bulto sospechoso que, tras realizar las pruebas pertinentes, fue diagnosticado de cáncer de huesos. Esto cayó como un jarro de agua fría en la familia. Lo están pasando muy mal.

Los especialistas le ofrecieron dos opciones: una era amputar el miembro y comenzar un tratamiento de quimioterapia. Pero solo le daban un año de vida en función de cómo tolerase el tratamiento. Esto fue desechado por Iván y su familia. Athos merece una muerte digna.

La segunda opción era un costoso tratamiento que le ha costado a la familia más de 500 euros, pero con una esperanza de vida de tan solo cuatro meses.

Athos está tolerando muy bien el tratamiento

Cómo dice Iván, «la esperanza es lo último que se pierde y tanto los doctores como nosotros mismos vamos a poner todos los medios y cueste lo que cueste» para intentar que su compañero, su amigo, tenga una vida digna. Lucharán junto a él hasta el último instante.

 Perro con cáncer

Inseparable de la hija desde que nació

Deva, de dos años y medio, tiene a Athos como su inseparable compañero de juegos desde que nació. Es como un hermano para ella. Ya en el vientre de su madre no se separaba de ella. No quieren pensar el vacío que les va a dejar el día que no esté.

 Perro con cáncer

Athos, tatuado en la piel de Iván y Ely

Ambos se tatuaron la imagen de Athos en su cuerpo para tenerlo siempre presente. Hasta este punto llega el amor de esta familia por él. Ivan y su familia son un fiel ejemplo del amor que los cazadores sienten por sus perros, así como un un fiel ejemplo de las campañas que ha realizado este año Club de Caza a lo largo del año:

 

-Con nosotros nacen, con nosotros mueren…perros de caza

 

-Los cazadores amamos a nuestros perros

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