Galgos y liebres a lomos de Ilusionada

Cazar entre amigos es de las cosas que más me gustan en esta vida. Y llegada esta época, disfruto mucho con los míos de los días de caza con galgo.


A lomos de Ilusionada la carrera se ve diferente. Se vive diferente. Adoro ver ese duelo de velocidad entre la rabona y la collera de canes y el galope corto que me brinda por el corredero para ver si la dan alcance o todo acaba en el perdedero.

Galopando por los sueños

Ya, la noche antes, me cuesta pegar ojo con la emoción y el miedo a que no suene el despertador.

Las mañanas de cacería se convierten en un ritual. Desayunamos juntos, Julio siempre con todo dispuesto, cargamos el van, llegamos al corredero, ensillamos, encendemos una fogata que nos caliente mientras esperamos a que amanezca y levante la tan habitual niebla del coto, llegan los coches con los perros, se preparan las colleras y, juntos, vamos batiendo el terreno.

Una modalidad espectacular

Me gusta esta modalidad por la tradición que representa, pero también porque es un tipo de caza muy natural y selectiva. En este caso, como cazadora, me limito a ser una mera observadora de la energía, la astucia y la belleza de dos de los animales más rápidos de nuestro territorio.

Al compás de Julio, que va a lomos de Yerbana, no pierdo detalle del comportamiento de los perros. Tampoco de los galgueros. El Polo más que una vista extraordinaria, tiene un don para ver a la liebre en la cama. El paso de Ilusionada, me relaja y me trae muy buenos recuerdos de cuando corríamos en Sanlúcar de Barrameda, aunque este coto extremeño no se parece en nada al de La Alijá, sí me evoca grandes momentos vividos de cacería entre amigos.

Tras topar con la primera liebre y darle la ventaja correspondiente, Marcial suelta los galgos. Carreras y recortes hacen las delicias de quienes, afortunados, podemos contemplar la carrera completa tras ellos. Hoy, la única que hemos levantado se marchó por el perdedero… Ilusionada mira, vela las orejas y escarba porque no está convencida… ¡Otra vez será, amiga!

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