Berrea a caballo

No hay mejor manera de pasar un día que disfrutando de tus mayores aficiones, en mi caso, la caza y los caballos.


Uno de los espectáculos más emocionantes que coincide con el final del verano es, sin lugar a dudas, la berrea, y una opción diferente de disfrutarla es hacerlo a caballo.

El sonido atronador de los venados envuelve estos días el campo

A caballo puedo llegar a más sitios, y ver animales se hace más fácil porque se espantan menos que de la sola presencia del hombre.

A lo lejos, la exuberante vegetación de la sierra, con castaños, robles, quejigos, jaras… A sus pies, un mar de copas de encinas y alcornoques que únicamente me deja escuchar, sin ver nada… hasta que consigo llegar a escasos metros de los bramidos.

Subir hasta la sierra, bajar, atravesar las dehesas con la única compañía del sonido de los cascos en la tierra estival, aún dura y seca, es una experiencia que llena el alma.

La naturaleza es maravillosa, los animales son maravillosos

Por aquí el celo les tiene ya tan absorbidos que durante largos segundos omiten por completo mi presencia y la de mi fiel compañero.

Tras amarrar mi caballo en una encina y alejarme en el horizonte lo suficiente para tenerlos a todos controlados, tanto a los venados como a él, ¡no vaya a ser que tenga que volver a casa andando!, comienzo a disfrutar de otra de mis grandes pasiones: la fotografía.

¡Que disfrutéis estos días de este privilegio de la naturaleza!

Comparte este artículo

Publicidad