Basta ya, que hasta aquí hemos llegado

Si bien no salía uno de su asombro en estos últimos años al poder comprobar, mes tras mes, que con su forma de actuar una entidad destinada a ser respetada por la sociedad y los cazadores, conocida y reconocida por los propios responsables políticos desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente al que tan vinculado se encuentra, lo era más por el Ministerio de Justicia…


Si bien uno se veía molesto al ver que esta entidad en lugar de ocuparse y beneficiar a los cazadores y la caza, se empeñada en dar trabajo al sector jurídico y beneficiar a los abogados, dándose a conocer y paseando por todos los juzgados de nuestra geografía en un fraternal enfrentamiento, si bien uno no entendía cómo unos indigentes mentales se empeñaban en transmitir una patética e irreal imagen de la caza a la sociedad, en un espectáculo grotesco que tanto daño ha causado, lo que sinceramente por lo menos uno no se esperaba es el dantesco punto y final con el que esta entidad pretende terminar un convulso mandato de cuatro años.
Y es que, señores, la última fatochada de estos expertos en sandeces parece que la van a protagonizar con el nombramiento del candidato que van a proponen para las próximas elecciones a la Real Federacion Española de Caza, si es que es cierto el rumor cada vez más extendido entre los miembros de nuestro querido, aunque cada día más devaluado, sector cinegético. Un insulto a los cazadores, a la caza y a gran escala al sufrido federado, es esta obscenidad de raíz totalitaria planteada por unos irresponsables amarrados a unos puestos, que pretende presentar como candidato a presidente, al parecer, al responsable de comunicación de la entidad en los últimos años. Y no es que este joven empleado pueda parecer poco apropiado por su carácter, entusiasmo, o forma de ser como persona, aspectos que nadie entra a valorar, faltaría más, pero lo que no es de recibo es presentar un candidato que a la vista de cualquiera recordará esas parodias o paranoias de portada de telediario en las que informan que una extravagante millonaria nombra heredero a su perro, una feria de arte muestra como su principal obra una lata vacía de Coca Cola, o jocosamente una asociación nombra presidente de su entidad a una fotografía dedicada de Cristiano Ronaldo. Una situación y una propuesta que debería llevar, solo por plantearla, a todos los cazadores federados serios, ya cansados de tanto cachondeo, a Francos Rodríguez y a 17 calles más, a vaciar por la fuerza de impenitentes e incompetentes intelectuales, unas oficinas desde las que no se hace otra cosa que tirar por el suelo y pisotear la imagen de la caza y la labor de muchos años de unas instituciones históricas cargadas de trabajo, lucha, esfuerzo, sudor y sangre de todos los cazadores y de quienes fueron antecesores en sus puestos. Y encima pretenderán vender la situación como buscar «savia nueva, debate, gente joven con ilusión y ganas de luchar por la caza». Señores, que están hablando de la presidencia de la Real Federacion Española de Caza, no del responsable de organizar unas migas en una entretenida jornada de perdices. ¿Qué imagen va a dar la caza cuando se presente ante la sociedad un niño que la mayoría pensará que debería estar viendo Pocoyó? ¿Qué capacidad va a mostrar un veinteañero para representar a nuestro colectivo ante un ministro? A ver si le va a pedir un autógrafo y un selfie en lugar de negociar. ¿Qué pensará cualquier político cuando le diga su secretario que tiene que reunirse con el representante de un colectivo de cientos de miles de personas y, posteriormente, vea que es un chaval? ¿Se tomará en serio la caza y al colectivo? ¿Se tomará alguien en serio a un colectivo con dicho representante? ¿Va a tratar alguien de convencernos de que un joven tiene capacidad y carácter para dominar a presidentes que llevan años enfrentándose, acostumbrados a no hacer caso a nadie y hacer lo que les viene en gana, a los que otros dirigentes con lustros de experiencia no han sabido convencer? ¿Van a tratar de convencernos quienes presenten a un candidato como este, independientemente de su nombre, que tiene capacidad para solucionar los problemas económicos que tiene la entidad, para solucionar los aspectos laborales, los enfrentamientos internos, e incluso los aspectos deportivos? ¿Qué experiencia puede tener un joven candidato como este en temas jurídicos, en sociedades de caza, en temas fiscales, en temas internacionales, en temas deportivos, en los problemas que tiene la caza y el sector en cada provincia o comunidad? ¿Qué experiencia puede tener en cualquier tema de gestión? ¿Qué currículum puede ampararle y qué ha hecho o demostrado hacer por la caza para convencer a alguien que es la candidatura ideal para el puesto de la responsabilidad que nos ocupa?
Solo el plantear tamaño desatino debería obligar al Consejo Superior de Deportes a pedir la dimisión de todo el que asista a una asamblea y vote a favor de una propuesta de estas características, por la falta de respeto que tal planteamiento supone a un sector, a una institución que deben amparar, e incluso a ellos mismos. Asambleístas, una troupe que muchos pensarán merecerían que los cazadores se animasen y, pasando por allí, entrasen para sacarlos a hombros y luego tirarlos al Manzanares, aunque ello les suponga una multa por tirar residuos sólidos al río, en una revolución cinegética necesaria, imprescindible, dentro del sector y de sus responsables. Lo realmente triste es ver cómo otros miran y permanecen callados, incapaces —como han demostrado— de tomar cualquier decisión acertada y que, acostumbrados muchos a la genuflexión, no terminan de entender que cuando el Titanic se hundió, con él se hundieron todos. Las empresas, otras instituciones, los cazadores, e incluso esas personas que sí son honestas, o los trabajadores que perdieron sus puestos de trabajo, se han visto o se van a ver arrastrados por tal cúmulo de despropósitos, viéndose obligados al final a dar un golpe en la mesa y entender que el verdadero peligro para su afición y su futuro, para la caza, está en muchos de sus responsables, planteándose recoger firmas para que toda persona e institución que les perjudique —y las federaciones pueden estar entre ellas— desaparezcan, algo que algunos están deseando poner en marcha y son ya muchos los que lo apoyarían y están esperando. Señores responsables, presuntos responsables, nuestros apreciados mesías oportunistas, si ustedes quieren hacer algo de verdad por los cazadores federados, que por el resto nunca han hecho nada, salvo perjudicar su imagen desde la endogamia de su aparato, márchense, sencillamente, márchense.
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