El Taco
Propongo a los académicos de la lengua cinegética un cambio en el diccionario venatorio. Una actualización a los tiempos que corren. Pido que se modifique la que, hasta ahora y con razón, ha sido la primera acepción de «taco» en la jerga cazadora, referida al trago de vino y a las vituallas de la media jornada. El taco ya no es eso principalmente. El taco —dícese también de «la leña»— es el dinero que mueve la caza. Y, entre otros, la Junta de Andalucía está en el taco.
Sólo por tasas de licencias de caza, la Junta de Andalucía recauda cada año más de cuatro millones de euros. En los cinco últimos ejercicios, la Consejería de Medio Ambiente ha recaudado la friolera de más de 21 millones de euros por estas tasas. Uno pone el ejemplo de Andalucía porque es el que conoce y éstos son los datos de que dispone. Pero no hay que ser Caracortada para suponer que en otros pagos —las dos Castillas, Aragón, Asturias, el País Vasco…— las administraciones deben de andar igualmente entacadas gracias a esta afición. Y tengan ustedes en cuenta que la licencia de caza es de lo más asequible. Sumen nada más que el precio del seguro y la cuota de la Federación Española de Caza, en la inmensa mayoría de los casos. Mucho dinero, ¿verdad? Quien dijo que en España la caza mueve 18 millones de euros al año se quedó corto.