Borrachos, puteros y… asesinos

No ha mucho que un ínclito ciudadano ejemplar, presidente de una conocidísima —en su casa a la hora de comer— asociación naturalista, asturiana para más señas, se destapaba de esta guisa, entre otras muchas más lindezas, en el periódico La nueva España: «…pues macarradas varias en el ambiente cinegético son habituales bajo los efectos del alcohol (y a veces sin él)». Este tonto del haba —así lo califiqué, y lo mantengo, en mi último artículo de la revista de caza y pesca asturiana Orbayu y Naturaleza— llamado Cesar Alonso, reclamaba el más duro y exhaustivo de los controles de alcoholemia para los cazadores por «…el cerril empecinamiento de algunos de querer caldearse en las armadas con agua de fuego».


Además del epíteto anterior, también lo adjetivé con un nombre propio, el del mismísimo doctor Paul Joseph Goebbels —el que fuera ministro de Propaganda de la Alemania Nazi— por el miedo que me dan los iluminados de cierta estirpe, capaces de achicharrar en la hoguera a cualquiera que no siga sus proselitistas postulados. Pero el tío, con dos… melones, nos puso a todos, aunque fuera en el Principado, de borrachos para arriba, y se quedó tan campante; es más, se fue de rositas como si cualquier cosa. Y no me jode en sí que cualquier mindundi de éstos pueda decir cuatro sandeces. Me jode el efecto que causa en el resto del personal, que ya de por sí nos mira mal, y añade una tara más a las muchas que nos adjudican. Créanlo, hacen mucho más daño de lo que parece. Me he quedado pasmao, con la boca abierta de par en par, cuando hace apenas unas horas, leía en esta misma página —y veía el video, éste que ustedes tienen justo debajo de este escrito— la indignación de Juan de Dios García, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, ante el reportaje titulado A la caza de sexo, emitido en el Telediario 2 de TVE1, y en el que la directora del Instituto de la Mujer en Castilla-La Mancha, Gracia Sánchez, nos acusa, sí, a nosotros, a los cazadores, de forma indirecta, poco menos que de explotadores sexuales de menores. La primera pregunta que se me ha venido a la ‘bola’ ha sido ¿qué va a pensar mi hija cuando algunos sábados o domingos llego un poco más tarde de la cuenta porque se prolonga la partida de mus? ¿Se va a creer la verdad —después de ver semejante hijoputada, y escuchar a la citada ‘señora’—, cuando le cuento que he perdido por echar un órdago a pares con dos ‘pitos’? La segunda imagen que se me ha cruzado es la de muchos de los compañeros de la sociedad de mi pueblo —castigado hasta lo increíble por las consecuencias de la puta crisis— entrando a los lupanares cuando apenas si les llega el paro a mitad de mes para dar de comer a su prole. Lo de TVE no tiene nombre (salvo eso que está escrito un poco más arriba). Recuerdo que hace poco más de un año, un querido colega, compañero y amigo, y éste que suscribe, publicamos un reportaje en la revista en la que ambos trabajábamos sobre la tremenda mortandad de animales, sobre todo cinegéticos, corzos, en los canales para producción electrica que Iberdrola tiene en el río Carrión, en Palencia. Por pura casualidad, dicho reportaje llegó a manos de un famosísimo presentador del antes citado Telediario, ‘muy comprometido’ él, con la naturaleza. De inmediato me dijo que eso había que denunciarlo en su programa, en prime time u hora de máxima audiencia. Tras tenerme varios días proporcinándole todo tipo de información, a la hora de la verdad su respuesta fue: «Es que el Telediario 2 lo paga Iberdrola…». Está claro, quien paga manda. ¿Habrán pagado a TVE los propietarios de los burdeles de La Manchuela por aparecer en primer plano en el Telediario? ¡Claro que, como pueden ver en el video, siempre hay algún gilipollas que por cinco segundos de ‘gloria’ es capaz de poner en solfa hasta a su señora madre! En cuanto a la otra, esa ‘señora’ que en su ‘investigación’ se dedica a contar en la puerta de los burdeles a los libertinos que, tras asesinar a las pobres perdices, nos solazamos y refocilamos con las pobres esclavas llegadas allende nuestras fronteras, más le valiera hacer algo realmente positivo por ellas en lugar de dedicarse a estos menesteres. Y que tenga cuidado no vaya a ser que cuando esté en la puerta de los puticlubs contando cazadores —porque seguro que los cuenta ella, ¿no creen?— se encuentre con alguien más conocido de lo que quisiera. Y pensar que estas ‘investigaciones’ se pagan con mis, nuestros, impuestos… ¡Ah! Y lo siento por los de los ‘brotes verdes’ porque cuando, allá por marzo, se acabe la temporada, los ‘pobrecitos’’ dueños de los antros y sus ‘currantes’ tendrán que apuntarse al paro y le van a destrozar las estadísticas a Corbacho y compañía… De las tres patas pa un banco con las que titulaba esta elucubración, de la tercera, asesinos, no tengo nada que decirles… Estamos tan acostumbrados a que nos lo llamen que ya nos quedamos igual. Esta es la imagen que perciben de nosotros el resto de los mortales. Y nosotros… dedicándonos a hacer asociaciones de asociados a los asosociados de las asociaciones. Y ellos… se van, siempre, de rositas. PS1: Ante las últimas informaciones oficiales aparecidas, que desligan a la tal Gracia Sánchez, del Instituto de la Mujer en Castilla-La Mancha, ruego mis más humildes disculpas a la citada institución manchega e insto, a no se sabe quién, a denunciar a tal energúmena –al igual que ya se debería haber hecho con TVE y con el "audaz" reportero, Xaquín López– en el juzgado de guardia más cercano. PS2: Todos los epítetos de este escrito están reconocidos por el diccionario de la RAE, aunque alguno lo haya escrito a mi manera.

A la caza de sexo


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