Peligro: cazadores, la polémica señalización que encontramos en los montes gallegos
Los montes gallegos han vuelto a instalar señalización controvertida en la que se utiliza la imagen de un cazador apuntando un arma en el interior del triángulo rojo, que indica advertencia de peligro según el código de circulación. ¿Es el cazador peligroso? ¿Por qué se acude a esta imagen si en otras autonomías no se hace?
Estas señales las instalan las Comunidades de Montes Vecinales. Gran parte del territorio gallego se rige por un régimen de propiedad vecinal. Existen cerca de 3.000 Comunidades de Montes Vecinales que representan 700.000 hectáreas de monte gallego. En ellas participan los que tienen residencia en el lugar o parroquia del monte.
Se organizan en asambleas y cuentan con unas normas a la hora de gestionar estos espacios. De ahí salen estas polémicas señales que advierten de la celebración de cacerías con la imagen de un cazador apuntando su arma dentro de un triángulo rojo, propio de las señales de advertencia de peligro del código de la circulación vial.
Una cuestión de imagen
Hemos hablado con el responsable de la Mesa Galega Pola Caza, que considera que la imagen de un cazador en el contexto de una señal de tráfico que indica peligro es otra manera de presentar a la caza como algo peligroso ante una sociedad cada vez más reaccionaria contra un sector que aporta tantos beneficios a la regulación de poblaciones de animales silvestres, a la reducción de accidentes de tráfico causados por especies cinegéticas o a la disminución de daños a los cultivos, por citar solo tres vías en las que la caza se hace indispensable.
Los cazadores no somos un peligro
«Nos parece incomprensible esta señalización. Los cazadores en ningún momento somos un peligro en el monte. En lugar de dar a entender esto, se podría advertir e informar del periodo de caza para que todos los usuarios del monte gallego podamos extremar las precauciones».
Manuel Martínez se refiere a la señalización que se coloca en muchos otros puntos de nuestra geografía, y que en ninguno de ellos se ha acudido a dar a entender ese falso peligro que puede encarnar el cazador. Adjuntamos un buen número de estas señales para que se pueda comparar entre unas y otras.
