Requisitos para una recolección compatible con la conservación de la avifauna
La Asociación de Cazadores Navarros, ADECANA, ha presentado esta semana al Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra una petición de buenas prácticas de la recogida de paja y cereal que se destina a la central de biomasa que ACCIONA tiene en Sangüesa, y propone que se haga mediante una declaración responsable.
Uno de los principales problemas que afecta al conservacionismo y que preocupa al colectivo de cazadores es el modo de llevar a cabo la recolección del cereal y la inmediata recogida de la paja. La agricultura moderna afecta a gran parte de la fauna, tanto cinegética como protegida, que habita en la estepa cerealista, en especial a aves y pequeños mamíferos y sus proles que habitan y crían en los campos de cereal. Por lo que los cazadores navarros han pedido que se establezca un sistema que realmente garantice que la agricultura se lleve a cabo de manera correcta de acuerdo con lo regulado en la normativa, con unos controles de trazabilidad a lo largo del proceso con el fin de que puedan ser auditados por la Administración para controlar su efectivo cumplimiento.
Muchos animales son succionados cada año en la época de recolección
Tras el paso de cosechadoras, trilladoras y empacadoras quedan afectados numerosas aves y mamíferos que son succionados por el implacable paso de la maquinaria agrícola, como codornices, perdices, rapaces como el aguilucho cenizo, liebres o crías de corzo, por citar algunos ejemplos.
Buenas prácticas que no se están llevando a cabo
ADECANA declara que cuando se proyectó esta planta de biomasa, que cubre un 5% de la demanda eléctrica de Navarra, en el año 2000, con el fin de garantizar que la recogida de la paja que usará como combustible la planta no tuviera un impacto significativo sobre la fauna, en la Declaración de Impacto Ambiental de su proyecto se hizo constar que la paja que se lleve a allí, el promotor, debe garantizar que la recogida de la misma se efectúe garantizando tener el mínimo impacto sobre la fauna, respetando un período no inferior a 10 días entre la cosecha y la recogida de la paja, instalando en las cosechadoras dispositivos «espanta fauna», recogiendo la paja del centro al exterior de la parcela y no recogiendo la paja durante la noche.
Requisitos que no se están llevando a cabo
ADECANA ha declarado en su escrito que no tiene constancia de que ninguna de esas prácticas se está llevando a efecto. «No hay más que ir al campo en la época de la recolección para comprobar que la recogida de la paja se suele llevar a efecto inmediatamente detrás de la recogida de las cosechas por las cosechadoras, argumentando los agricultores y profesionales que se encargar de comerciar la misma, que si se dejan los preceptivos 10 días que obliga la normativa se humedece y se aplasta la paja y pierde gran parte de su valor y resulta más dificultoso recogerla», ha señalado en el mismo, añadiendo que no tiene constancia, tampoco, de que se hayan instalado en las maquinarias que operan en Navarra dispositivos espanta fauna.
Un método de control más eficiente que un informe de parte
ADECANA ha solicitado a la Sección de Impacto Ambiental y del Paisaje del Gobierno de Navarra el informe de varios años a fin de comprobar que la recogida del cereal y la paja se atienen a las prescripciones de la normativa. La respuesta ha sido que para su control únicamente exigen a la empresa unos informes de parte con periodicidad anual en la que se incluyen unas conclusiones evaluando su cumplimiento, por lo que la Asociación de Cazadores Navarros, en vistas «de lo poco que sirve que únicamente se exija la emisión de este informe anual» solicita otro método de control que sea más eficiente que un mero parte.
Su propuesta de se basa en que cada productor o empresa agrícola que lleve su paja a la planta de biomasa de Sangüesa rellenen una declaración responsable que certifique el cumplimiento de los requisitos que por normativa se exigen —propiedad referencia catastral, datos de la parcela, polígono y término, tipo de cosecha, fecha de comienzo y finalización, horarios de recolección y recogida de la paja, forma de llevarlo a cabo, datos de la maquinaria, y si lleva instalado el elemento espanta fauna—, así como toda otra información que sea de interés para el efectivo control de que se cumplen las condiciones que requiere la nombrada Declaración de Impacto Ambiental.