El lobo mata once ovejas, cuatro a punto de parir, y dos corderos en Zamora
Un agente medioambiental ha confirmado que fue el lobo la especie que acabó con la vida de varios animales la semana pasada; cuatro de ellos estaban a punto de parir. Hemos hablado con este agente, que nos cuenta la realidad del ganadero en Zamora ante este problema.




En Molacillos (Zamora) el lobo propició un nuevo ataque que acabó con la vida de once ovejas –cuatro a punto de parir– y dos corderos la semana pasada. El agente medioambiental encargado de levantar el acta confirmó la irrupción de este cánido en una finca cercada.
«Había pelos de lobo en el alambre que cierra el terreno y las huellas eran, sin lugar a duda, de un lobo», explicó este profesional. Los animales tenían heridas en el cuello, «síntoma inequívoco de que fue un lobo», confirmó este hombre.
Un problema que necesita una solución urgente
«La solución es controlar la población de lobos y que se den más permisos para cazarlos. La realidad es que se matan pocos lobos. En Castilla y León nunca se cumple el cupo de los que hay que cazar, y la cifra se queda en una tercera parte», explica este agente medioambiental, que también conoce de primera mano el miedo con el que viven las personas que conviven a diario con el cánido.
Una ternera a la semana
«Hay fincas en las que es raro que el lobo no mate a un ternero a la semana», cuenta este hombre, que conoce ampliamente la realidad a la que se enfrentan ganaderos y agricultores que sufren a diario pérdidas muy valiosas como consecuencia de los ataques de este animal.
Algunos, explica, optan por pagar seguros privados que pueden alcanzar los 28.000 euros, para así poder conseguir alguna indemnización de la Junta de Castilla y León que ayude a paliar los daños. «Sin seguro, no cobras nada», añade el agente.
«Ves espectáculos dantescos con más de veinte o treinta ovejas muertas, con heridas. Si no lo están, sabes que se van a morir y la pena que te da es brutal. A los animales, además de la pérdida económica, les tienes afecto y es un doble dolor, la pérdida económica y la sentimental», narra este agente medioambiental, conocedor de la situación en el rural.
Animales muertos… y heridos que terminan muriendo
«Si hay un ataque y vamos a certificarlo, sabemos que tenemos que volver días después para levantar el acta de los animales que han muerto por las heridas que sufrieron en el ataque», añade.
Este hombre también alerta de la situación límite por la mala gestión del lobo en la comunidad, «muchos incendios se provocan por el daño que causa este cánido a la ganadería. Hay alguien que se cansa porque ya no puede más, cuando tiras tanto de la cuerda, se acaba rompiendo», explica.