Un agarre inolvidable ante un jabalí que dio bronce

Esto ocurrió en la finca de unos amigos, que está ubicada en plena Sierra de San Pedro. Ese día íbamos con los perros solo mi marido y yo, pero llevábamos una buena artillería.

Los perros levantan el macareno

Cazábamos a una mano y, a la vuelta, los perros dieron con un guarro. Pudimos asistir al momento en el que lo levantaron. Fue excepcional, porque el jabalí era enorme, pero los perros lo persiguieron, desde el primer momento, muy pegados a él.

Se dirigían hacia una zona limpia que había entre tanto monte. Mi marido me instó a correr, asegurando que lo iban a parar antes de salir del monte. Y así fue. El guarro, justo al borde del monte, se detuvo y se encaró a los perros.

‘Volamos’ hacia el agarre

Nosotros, desde el momento que sabíamos que el cochino se iba a parar, corrimos hacia él. Bueno, no corríamos, volábamos, puesto que habíamos visto los colmillos de aquel animal.

Cuando llegamos a aquella inolvidable escena, vimos que el cazador del puesto más cercano al agarre no se atrevía a entrar al remate. Los perros ya mordían y luchaban por reducir al macareno. Mi marido, Juan, se encaramó encima de él, como siempre hace, y lo remató de manera rápida y eficaz.

Los perros no fueron heridos de importancia

Cuando todo hubo acabado, llamamos a los perros fuera del monte para revisar posibles heridas, y comprobamos que, a pesar de la tremenda lucha que habían librado contra el jabalí, solamente tenían algún puntazo sin importancia, con lo cual la alegría por el lance se multiplicó. Esto fue posible gracias a los collares anchos de cuero, que pudimos comprobar después que tenían múltiples puñaladas, y es lo que permitió que los perros se libraran de sufrir peores heridas.

Un gran día de caza y un jabalí medalla de bronce

Los puestos más próximos pudieron disfrutar del agarre en primera fila, algo que agradecieron. Como estábamos ya cerca de la suelta, recogimos sin problema y dimos por finalizado un gran día de caza. El jabalí, tras la homologación, dio bronce.

Esto fue en 2009, pero quiero que sirva como homenaje y recordatorio de aquellos magníficos perros que ya no están junto a nosotros.