Un cazador rescata a un búho real atropellado
«Me di la vuelta en la carretera y acudí a recogerlo para entregarlo a las autoridades. Cuando me acerqué pude comprobar que estaba vivo porque intentaba mover descoordinadamente la cabeza y un ala».
En ocasiones seguro que hemos encontrado algún animal silvestre muerto o herido en la carretera, pero seguramente muchos de nosotros, aún estando muy familiarizados con el campo, no sabemos qué tenemos que hacer ante estas situaciones.
El búho yacía junto a su presa
Federico es gestor de fincas de caza mayor y menor y también es cazador. Ayer miércoles, a primera hora de la mañana circulaba por la N-430 cuando, a la altura del Puerto de los Carneros, dirección Mérida, se encontró una triste imagen. Un búho real que, posiblemente, transportaba un lebrato en sus garras, había sido atropellado durante la noche.
«Me sorprendió la imagen. Me di la vuelta en la carretera, en cuanto pude, y regresé para dar aviso a las autoridades. Al acercarme comprobé que ¡estaba vivo! Movió descoordinadamente la cabeza y un ala así que inmediatamente llamé al SEPRONA», cuenta el gestor en exclusiva para Club de Caza.
Un amigo guardia me orientó sobre cómo proceder
«Un amigo del SEPRONA me dijo que debía llamar al 112 para que me pusieran en contacto con los Agentes Forestales de la zona. Así lo hice. Desde el 112 llamaron a AMUS, pero en ese momento no cogieron el teléfono».
Finalmente el Servicio de Atención de Urgencias consiguió poner a Federico en contacto con una pareja del cuerpo de Agentes Forestales de Extremadura que le dieron las indicaciones adecuadas para actuar.
El ejemplar ha sido trasladado al centro de recuperación ‘Los Hornos’
Los Agentes, que venían de recoger otro búho con un ala rota, se personaron para efectuar la recogida del ejemplar y trasladar a ambos a Los Hornos, el Centro de Recuperación de Fauna de Sierra de Fuentes, Cáceres.
Me he interesado por su estado, sé que se encuentra ingresado en la UCI
«Hoy he llamado para interesarme por el estado de ‘Carneril’» nos cuenta Federico, que lo ha bautizado con ese nombre por el lugar donde lo encontró.
«La veterinaria me ha dicho que está ingresado en la UCI, pero que milagrosamente está vivo, pues entró prácticamente agonizando. Tiene traumatismo craneoencefálico con derrame interno, porque recibió el impacto en la cabeza. Además la gran helada de la noche le bajó la temperatura corporal de 40-41 grados, que sería lo habitual, hasta 36 grados. También me ha dicho que de momento está respondiendo adecuadamente al tratamiento que le han puesto. Ojalá se salve. Si lo hace, me gustaría apadrinarlo».
