Caza un enorme jabalí evitando un terrible ataque

La batida se celebró en Vistabella, en Zaragoza. La sociedad de cazadores local y los amigos y compañeros de Paniza, un pueblo vecino, organizaron esta batida, en la que participaron 25 puestos.

En la zona predomina una zona es vegetación muy espera, con carrasca y barrancos de espino. Cazar esa zona tiene mucho mérito, y Sergio Morlas y su compañero realmente lo tienen. Son los encargados de batir el monte junto a sus perros para que las posturas que cierran la mancha puedan disparar a los jabalíes que ellos y sus perros desalojan de este monte tan cerrado.

Cada uno, con seis podencos

Cada uno lleva su grupo de perros, seis podencos del terreno, que han criado desde siempre, con los que baten el terreno desalojando a los jabalíes para intentar echarlos a los puestos, pero en esta ocasión esto no sucedió de la manera esperada.

Francisco Oliván es un joven cazador que, junto a sus perros, ha acompañado a Sergio en muchas aventuras cinegéticas, pero este ha sido el primer jabalí que abate desde que es cazador, hace muy poco tiempo, tan solo seis años.

Así nos lo cuenta Sergio: «Francisco llevaba sus perros por una zona muy complicada de barrancos. De allí desencamó un buen grupo de jabalíes, y los perros fueron tras ellos, pero una cachorra de algo menos de un año que está iniciando fue la que localizó a este gran jabalí.

El gran jabalí carga

»El cochino, al verse descubierto, se lanzó contra la perra. Una perra joven que buscó refugio en su propietario. El macareno la persiguió hasta llegar frente a Fran, que con una sangre fría digna de elogiar esperó al momento justo para disparar contra la mole que se le venía encima.

»Le disparó a cuatro o cinco metros de distancia y con el jabalí cargando. Hay que destacar que es el primer jabalí que abate Fran, lo que tiene más mérito aún.

»Sergio entró al remate en una situación muy comprometida. Su compañero le avisó, y apenas podía entender lo que le decía. ‘Bajaaaa’, escuchaba por la emisora. Yo estaba a un kilómetro de donde se produjo el lance. Solemos cazar juntos, pero los perros de cada uno baten el monte por separado.

»Cuando llegué, los podencos estaban haciendo lo que buenamente podían, pero el tamaño del jabalí, en comparación con el de los perros era descomunal. Con el jabalí herido y perros que no son de agarre, la situación era complicada. Afortunadamente llegó el mastín de otro cazador compañero nuestro. En el vídeo, que grabó Fran, se aprecia que lo agarra bien de la oreja y ya puedo entrar al remate de manera segura para evitar que el cochino pudiera herir a algún perro».

Diez personas y una hora para sacarlo del monte

Para sacarlo de aquella complicada zona, se requirió la colaboración de diez personas y una hora de trabajo. En los vídeos que acompañan a esta crónica se puede ver la complicación que conllevó esta labor.

En cuanto al peso, Sergio es sincero con nosotros: «No sabría decirte con exactitud lo que pesó. Lo tuvimos que limpiar en el monte porque no había forma de sacarlo de allí. Una vez en la báscula, dio 107 kilos. Los compañeros más expertos dijeron que lo que le quitamos pesaría, al menos, 20 kilos, pero esto no es un peso exacto. Lo que sí podemos decir es que es un animal enorme que, colgado de la romana, aún pegaba con el morro en el suelo.

»Llevo 25 años cazando y nunca había visto un jabalí de este tamaño en la zona. En otras ocasiones se abaten animales que alcanzan los 100 kilos, pero este los dejaba pequeños a todos esos. Estos terrenos están formados por montes abiertos que pertenecen a sociedades de cazadores de los pueblos. Aquí ni se suelta ni se crían jabalíes».