Un veneno para lobos mata a dos hembras de quebrantahuesos

Recientemente se ha confirmado que la primera de estas hembras envenenadas había ingerido carbofurano, un veneno prohibido. La segunda hembra fue encontrada a solo cien kilómetros de la primera, también envenenada. Las pesquisas policiales apuntan a un vecino que ha sufrido el azote del lobo en su rebaño.


 Quebrantahuesos envenenado
Quebrantahuesos envenenado

La primera de estas hembras halladas muertas lo hizo tras ingerir un hueso de cordero. Esta ave había sido criada en el Centro de Crianza de Quebrantahuesos de Zaragoza. El biólogo Gerardo Báguenas subió al risco donde sus padres habían anidado los ocho años anteriores sin ser capaces de sacar ni uno solo de los huevos adelante.

Criada en cautividad

Allí la incubaron, la vieron salir del nido y la criaron hasta que alcanzó los dos kilos de peso. Entonces su primer hogar se quedó pequeño y la trasladaron al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, conocido como el comedero de los quebrantahuesos en libertad. En este lugar pasó dos meses aprendiendo por imitación aspectos de la jerarquía en su especie y la manera de alimentarse.

Cuando Julia, que así se llamaba, alcanzó los seis meses de edad ya estaba preparada y fue liberada en Los Picos de Europa. Contaba con una envergadura de alas de 3,11 metros, y con ellas voló hacia la libertad.

El veneno causó una muerte instantánea

Tenía dos años cuando el pasado 5 de abril su radiolocalizador dejó de emitir desplazamientos. Esa quietud se produjo en el concejo de Peñamellera Alta, en Asturias. Agentes forestales y de la Guardia Civil la encontraron en el mismo lugar donde se estaba alimentando. Un veneno letal la dejó sin vida de manera rápida. Un veneno que un vecino que está siendo investigado, supuestamente, utilizó con el objetivo de acabar con el acoso al que los lobos están sometiendo a su rebaño de ovejas y cabras.

Otra hembra envenenada

Pero julia no ha sido la única, Poco tiempo después era encontrado otro cadáver de hembra de quebrantahuesos. En esta ocasión fue Carlota, otro ejemplar soltado en la misma zona y el mismo día y que apareció envenenada en Proaza, a cien kilómetros del lugar donde murió Julia.

Según el catálogo de especies amenazadas, se estima que viven unas 160 parejas reproductoras localizadas en los Pirineos, lo que coloca a la especie en claro peligro de extinción. Para salir del Catálogo de Especies Amenazadas la cifra debería superar las 500 parejas.

Los agentes tomaron muestras del cadáver de Julia y las enviaron al Instituto de Recursos Cinegéticos para su análisis. Hace poco se han conocido los resultados. A esta quebrantahuesos la mató un veneno prohibido en le Unión Europea desde 2007, el carbofurano.

Investigaciones que avanzan

Pocos días después de encontrar el cuerpo de Julia, la Unidad Canina del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil dio con una pista. Rastreando la zona, encontraron un bote de cristal escondido en una cabaña ganadera, que se encuentra a tan solo 150 metros de donde hallaron al ave envenenada. Tras analizar el contenido, el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil concluyó que se trataba de carbofurano.

El ganadero responsable de la cabaña en Alles es el principal sospechoso, teniendo en cuenta que en el pasado ha denunciado que los lobos le mataron 20 cabras. Pero él niega ser el responsable de unos hechos que, si es declarado culpable, están castigados por el Código Penal con multas y penas de cárcel de entre cuatro y dos años.

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