La caza, solución al problema de daños a la agricultura y vía de ingresos
La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Comunidad Valenciana reflejaba unos días atrás la grave situación por la que atraviesan la agricultura y la ganadería de las tres provincias valencianas. El motivo son los daños que la sobrepoblación de especies de la fauna salvaje está ocasionando en estos sectores.
La solución la aportan los principales afectados: la caza como herramienta de control que, además, contribuirá con recursos económicos a los municipios del interior de la comunidad.
Hace hoy una semana, publicábamos la noticia La quinta parte de municipios valencianos, en riesgo por sobrepoblación de fauna salvaje. Ante tal problema, las organizaciones agrarias proponen a la caza, no sólo como vía para controlar las terribles consecuencias de este problema, sino también como una solución para generar recursos económicos en el interior de la provincia, lo que ayudaría a evitar la despoblación rural.
Herramienta de control poblacional
En palabras del responsable de Fauna Salvaje de la Unió de Llauradors, Francis Ferreres: «La mejor herramienta actual para el control de la fauna es la caza y en algunos puntos atrae recursos económicos». La Federación de Caza de la Comunitat Valenciana respalda esta afirmación con investigaciones propias que recogen «que el recurso más importante de los pueblos del interior valenciano es la caza».
Un ejemplo claro
Esto sucede especialmente en Els Ports, la comarca de la comunidad con mayor densidad de cabra montesa, una de las especies más apreciadas por los cazadores para practicar su afición. Pero los estudios también se están centrando en especies como el corzo o el jabalí, que también viven una eclosión extraordinaria debido a que ninguno de estos mamíferos cuenta con un predador natural en la provincia.
La Federación de Caza de Valencia ha pedido ampliar el periodo de caza del jabalí en un mes, hasta el segundo fin de semana de marzo. Lo mismo pide para cabra montesa, ya que apunta que las autorizaciones para abatir machos son «insuficientes» y su población «va en aumento de forma exponencial».