Sueltan en la finca Las Ensanchas dos linces criados en cautividad

El pasado 14 de febrero se soltaron en la finca Las Ensanchas (Ciudad Real) una pareja de linces criados en cautividad en el centro de cría sito en Zarza de Granadilla (Cáceres). Esta suelta forma parte del proyecto Life + IBERLINCE, un programa europeo de conservación y recuperación del lince ibérico en el que participan los estados de España y Portugal y las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Extremadura.


 Escolares asistentes a la suelta.
Escolares asistentes a la suelta.

El proyecto cuenta con una dotación económica de 34 millones de euros y está financiado por la Unión Europea en un 61% del total. Este proyecto pretende la recuperación del lince ibérico mediante la conservación in situ de sus poblaciones naturales y el reforzamiento de las mismas para la recuperación de los territorios históricos de la especie, con medidas dirigidas a la conservación del hábitat y la protección y fomento del conejo de monte, su presa principal.

Otra de las medidas es la recolonización de territorios históricos de la especie mediante suelta de ejemplares en lugares donde el lince había desaparecido recientemente y que presentan condiciones idóneas para su vuelta. Los ejemplares liberados proceden de los distintos centros de cría que existen en la península. Los dos ejemplares liberados en la finca Las Ensanchas proceden del centro ubicado en Zarza de Granadilla (Cáceres) y forman parte de los 10 ejemplares que se liberarán este año en Castilla-La Mancha.

Las zonas de suelta se eligen previamente por presentar condiciones de hábitat óptimas para la especie. Es por ello que las fincas seleccionadas, como en el caso de Las Ensanchas, ofrecen abundantes presas, tranquilidad y refugio, todo ello arropado por una buena gestión cinegética que favorece a las poblaciones de conejo de monte, presa principal del lince ibérico. En las fincas seleccionadas para la reintroducción se hacen convenios de colaboración con la propiedad para fomentar las buenas prácticas de gestión agrícola y cinegética. En el caso de Las Ensanchas se ha favorecido la presencia de puntos de agua y abrevaderos para la fauna y la caza menor, muy necesarios en épocas de fuerte estiaje.

Para fomentar la educación ambiental y el acercamiento de la población al lince ibérico, en las sueltas se llama a los colegios de los pueblos de la zona, así los escolares tienen la oportunidad de vivir una experiencia difícil de olvidar. En el caso de la suelta de Las Ensanchas se contó con colegios de Torrenueva y de Torre de Juan Abad, localidades próximas al sitio de suelta. Momentos antes de la suelta uno de los expertos explicó al público asistente, mayormente escolares, el origen de los linces, sus nombres y el de sus padres, pero se le olvidó contar que eran liberados en un coto de caza muy bien gestionado y que proporciona conejos tanto a los cazadores como a las numerosas y abundantes especies protegidas, entre ellas varias águilas imperiales que se alimentan en esta emblemática finca, un modelo de gestión a imitar y que hace muchos años puso en marcha su propietaria, Patricia Maldonado. Un claro ejemplo de cómo la caza ayuda a conservar la naturaleza, y esto conviene recordarlo.

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