Así lo ha confirmado este lunes a los medios la ministra de Medio Ambiente del país africano, Oppah Muchinguri-Kashiri, que ha descartado abrir un juicio contra Palmer porque
«tenía todos los papeles en orden». Podrá volver a Zimbabue como turista, aunque no como cazador.
Palmer, de 55 años y natural de Minesota, esgrimió precisamente los permisos obtenidos como eximente de responsabilidades. Asimismo, negó que tuviese constancia de que la pieza que iba a cazar era el león Cecil, un animal icónico del Parque Nacional Hwange.
En el banquillo sí se sentarán, en cambio, dos ciudadanos zimbabuenses acusados de atraer a Cecil fuera del Parque Nacional Hwange para facilitar su caza. Ambos han negado los cargos que se les imputan y que han terminado dando la vuelta al mundo.