Kenia quema 15 toneladas de marfil para pedir el final del furtivismo
El Gobierno de Kenia quemó 15 toneladas de marfil obtenido de la caza ilegal de elefantes para protestar contra los furtivos, cuya actividad genera cerca de 213 millones de dólares cada año para las mafias que trafican con flora y fauna en África.

Gran desafío
En los últimos tres años, la caza ilegal de animales protegidos se ha convertido en uno de los principales desafíos de Kenia, donde este comercio ilícito amenaza no solo su biodiversidad, sino también su industria turística y desarrollo económico. «La caza furtiva es alimentada por la demanda de marfil y cuerno de rinoceronte en el mercado internacional. Son necesarios esfuerzos locales e internacionales para interrumpir y destrozar el sistema de contrabando que sostiene el negocio del marfil», añadió. Entre 20.000 y 25.000 elefantes mueren cada año en África, donde el número total de paquidermos se estima en hasta 650.000, según la ONU. El crimen organizado que trafica con fauna y flora mueve cada año hasta 213 millones de dólares en África. Kenyatta elogió también el legado de la activista y ecologista keniana Maathai, fundadora del Movimiento Cinturón Verde y premiada por su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz. «No solo fue la primera mujer africana en obtener el Premio Nobel, sino la primera conservacionista en obtener el Premio Nobel de la Paz», subrayó Kenyatta.