Se contagia de triquinosis al llevarse un jabalí atropellado y comérselo

Un conductor atropelló a un jabalí con su vehículo después d que el animal invadiese la calzada. Como el animal murió, decidió cargarlo en el coche y se lo llevó a casa, donde lo cocinó y lo sirvió a su familia sin realizar ninguna prueba veterinaria.


 Jabalí triquinosis
Jabalí triquinosis

Una mujer, familiar del conductor, no tardó en sufrir síntomas de lo que parecía gripe. La llevaron al hospital de San Carlos, una localidad de la provincia de Salta, en Argentina, cuando estos síntomas fueron a más, y comenzó a sentir hormigueo y adormecimiento en las manos. Después, le salieron erupciones y se sentía hinchada.

En el hospital Tagarelli le hicieron un chequeo constante. En una de las placas que le efectuaron descubrieron una mancha en el pulmón, causante de una neumonía. Cuando le comentó al doctor que había comido carne de jabalí y la procedencia de esta, la derivaron a un centro especializado.

Allí le realizaron diversas pruebas y le confirmaron que padecía triquinosis.

Casos en nuestro país

La triquina es una enfermedad parasitaria que ha sido detectada en jabalíes recientemente en nuestro país.

Recordemos casos como los siguientes. Pulsa en los enlaces para leerlos:

Detectada triquina en un jabalí abatido

Segundo caso de jabalí con triquina en tres semanas

Hacen una matanza casera clandestina y terminan en el hospital

Análisis de cada jabalí para evitar estos casos

Por casos como este se enfatiza que se analice cada jabalí abatido por los cazadores. En nuestro país, recientemente se han reunido la RFEC con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) para presentar una modificación del Plan Nacional de Contingencia frente a la triquina.

La RFEC ha solicitado formalmente que la gestión de subproductos de origen animal sólo sea de aplicación en las modalidades de caza donde se abatan jabalíes, como especie sensible a la triquina, pero no al resto de especies cinegéticas de caza mayor que no son reservorios de este parásito, por las gravísimas repercusiones económicas que acarrearía la implementación de estas medidas en la gestión cinegética de las sociedades de cazadores, gestores de cotos, organizaciones de cacerías y cazadores de a pie, etc., que pudieran ser afectadas en todo el territorio nacional.

Además, se ha llegado a un acuerdo de colaboración para fomentar la sensibilización del colectivo cinegético nacional sobre el riesgo que supone para la salud pública el consumo de carne de jabalí sin realizar la analítica reglamentaria pertinente. La RFEC lanzará, junto a AECOSAN, una campaña de sensibilización sobre los peligros que supone la ingestión de carne de jabalí que no haya pasado los correspondientes análisis veterinarios.

Más centros de análisis de muestras de jabalíes

En este sentido, la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha advertido recientemente que, en la actualidad, no hay suficientes centros veterinarios donde los cazadores puedan llevar muestras de los jabalíes abatidos. El análisis para la detección de los posibles casos de triquinosis es obligatorio para todos los ejemplares abatidos. Sin embargo, la normativa vigente recoge que la única prueba válida es la denominada «digestión artificial», que apenas cuenta con profesionales preparados ni instrumental necesario para llevarla a cabo. Ante esta situación, la Federación de Caza pide aunar esfuerzos para destinar los recursos necesarios y solucionar la carencia de centros.

Raúl Esteban, presidente de la Federación de Caza, reclama una acción conjunta con la Administración y los organismos competentes en materia de salud pública para que en todos los centros comarcales se pueda realizar el análisis frente a la triquina. «En la actualidad no hay apenas centros veterinarios homologados que puedan dar servicio a los Clubes de la zona», alerta y pide que «se faciliten más centros donde los cazadores puedan llevar las muestras de los jabalíes para analizar y determinar si son portadores o no de la peligrosa enfermedad».

Un problema de salud públic.

En este sentido, advierte que esta situación «no motiva salir a cazar, lo que puede provocar una superpoblación animal y tener consecuencias graves para la salud pública». «A esta posible explosión demográfica, —prosigue— se suma la amenaza potencial de la PPA (Peste Porcina Africana), que sería un gravísimo problema y la ruina para el sector porcino español». Para el presidente de la Federación de Caza, si no se toman medidas pronto, «estaríamos hablando de una emergencia sanitaria».

En un encuentro reciente de la Federación de Caza con el Colegio de Veterinarios, ambas entidades llegaron a un acuerdo para buscar soluciones respecto a esta problemática. Sin embargo, ambos colectivos necesitan que la Administración también colabore y facilite medidas para que en todas las comarcas se puedan analizar las muestras.

Asimismo, los principales sindicatos de agricultores y ganaderos de la Comunitat: La Unió de Llauradors i Ramaders y y la Asociació Valenciana de Agricultors AVA-ASAJA, han transmitido a la Federación de Caza su preocupación

La triquinosis, una enfermedad infecciosa

La triquinosis es una enfermedad parasitaria que proviene del consumo de carne infectada, fundamentalmente del cerdo, jabalí o caballo. Los síntomas más comunes de quienes han contraído la enfermedad son la fiebre, dolores en músculos y articulaciones, náuseas y malestar general, aunque también puede desencadenar otras complicaciones en órganos tan vitales como el cerebro o el corazón.

Hasta ahora, los cazadores valencianos han cumplido con el reglamento vigente y han realizado las pruebas pertinentes a los jabalíes abatidos. Sin embargo, con la publicación de la nueva normativa de 2017, el único análisis válido es el denominado «digestión artificial», que simula las condiciones de digestión en el estómago. Para Raúl Esteban, dicha técnica es «más fiable, pero requiere no sólo de instrumental específico sino de la formación de los veterinarios. Una mayor estructura que a día de hoy no se puede llevar a cabo sin el apoyo de la Administración».

El método que se utilizaba de manera tradicional para detectar la enfermedad era a través de placas de comprensión. Una práctica que consiste en prensar dos placas de vidrio con muestras de cada animal y, mediante la observación microscópica, detectar si entre las fibras musculares existe o no parásito. A día de hoy tan sólo existe media docena centros homologados donde poder realizar la prueba.

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