Caza en el volcán: perros de muestra ante perdices morunas

En estos vídeos que nos envía Luis, un experimentado cazador con perro de muestra de Lanzarote, apreciamos la belleza de una caza en un entorno muy exigente. Hemos hablado con él para que nos explique lo que vemos en las imágenes y cómo se consigue adaptar a perros como los que vemos en los vídeos a una caza tan exigente como la de la perdiz moruna en suelo volcánico.

Una caza para buenos perros de muestra

Desde el primer momento, Luis nos deja claro que en este tipo de caza, él siempre prioriza la calidad ante la calidad. Algo que, si todos los cazadores de la isla practicasen, no se habría llegado a la actual situación, en la que los cazadores no podrán disparar a las perdices en la temporada 2019-20.

«Nunca he disparado a una perdiz que no hubiera mostrado el perro», nos confiesa Luis, «las que salen por delante, aunque lo hagan a tiro, no las disparamos. Sólo disparo a la que me paran los perros. Por ejemplo, el primer día de la temporada pasada empecé a las 7:30 de la mañana. La primera perdiz que conseguimos parar fue a las 13 horas. Esa es la esencia de la caza de la moruna en el volcán».

El perro, con físico y adaptado al suelo volcánico

Los pointers y los cruces de pointer con braco con los que caza Luis demuestran un físico ideal y muy adaptado para la caza en este entorno tan hostil y exigente: «Estos perros tienen muy buenas cualidades para cazar en el volcán. Los elegimos porque demuestran muy buen físico, mucho aguante al suelo y al clima. Tienen muy buenas patas, resistentes al suelo tan duro».

En los vídeos podemos disfrutar de muestras pétreas ante perdices que aprovechan cualquier hueco para pasar desapercibidas ante los perros. Luis nos lo explica: «Las jornadas de caza a la perdiz moruna aquí son muy duras. Hay que sudar mucho a las perdices para poder sacarlas a muestra de los perros. Las trabajamos durante muchas horas para que efectúen varios vuelos y, con trabajo y buenos perros de muestra, llevarlas a ocultarse entre las rocas».

Se ocultan entre las rocas

Esto mismo lo vemos en varios de estos vídeos. Los perros están inmóviles ante unas rocas en las que parece que no hay nada. Uno de los cazadores mete un palo entre ellas y la perdiz acaba levantando el vuelo desde el interior de las grandes piedras. Luis nos reconoce que ha tenido que dejar perdices atrás al no ser capaces de sacarlas del entramado de cuevas y grietas que aprovechan para esconderse.

Los perros deben ser capaces de saber cuándo bajar la nariz y buscar entre las rocas

Ha aprendido que acostumbrar a los perros a rastrear entre las rocas da sus frutos en estos últimos momentos del lance. «Desde cachorros, les enseño a alternar los vientos, muy importantes para detectar a las morunas, con los rastros, que les llevan a localizarlas cuando finalmente se han ocultado y parece que se las ha tragado la tierra. Cuando les acostumbras a cazar constantemente en el volcán, van aprendiendo esto. Pero también ayuda mucho llevarlos en contra del viento. Así aprenden a bajar la nariz».